El Proyecto de Resolución puntualiza que se observa con preocupación la intensificación y la proliferación de la desinformación, tanto en línea como fuera de línea, con el fin de engañar al público, violar o conculcar los derechos humanos y causar daños o incitar a la violencia, la discriminación y la hostilidad.

Así mismo reconoce los riesgos que suponen para el sostenimiento de la paz, la desinformación, la información errónea, el discurso de odio y los contenidos que incitan a hacer daño, incluidos los contenidos difundidos a través de plataformas digitales.

Esta iniciativa, destaca el papel de la Unesco en la promoción de la educación y alfabetización digital y mediática, la comprensión intercultural, la verificación de datos y la información con base empírica y las soluciones tecnológicas transparentes y responsables.

Por último, destaca que contrarrestar la desinformación requiere respuestas multidimensionales y multipartitas que se ajusten al derecho internacional, los derechos humanos y el compromiso proactivo de las organizaciones internacionales, cuya gobernanza está en manos de los Estados.

Vale destacar que el concepto de desinformación se maneja como aquellas noticias, reportajes, datos que son divulgados principalmente a través de las redes sociales, con el propósito de crear matrices de opinión, inducir a comportamientos negativos, etc.

La libertad de expresión está contemplada como un derecho en la Declaración de Derechos Humanos, y se circunscribe a que toda persona tiene el derecho a recibir, buscar y divulgar información e ideas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación, Unesco. Entre sus prioridades está la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la mejora de la condición humana, según subraya el portal de la mencionada Organización.