Sistema Nacional de Ingreso Universitario 2015 en Cifras (+Gráficas)
Venezuela ha sido testigo del importante avance en el acceso a la Educación Universitaria (EU), gracias al despliegue en el territorio nacional, de Misiones Educativas, construcción de Nuevas Universidades y la inversión permanente en la formación de nuevos profesionales, como garantía de políticas encaminadas hacia la liberación definitiva de los pueblos.
Para profundizar en el debate del Sistema Nacional de Ingreso (SIN) entrevistamos a Jehyson José Guzmán Araque, actual Viceministro del Poder Popular Para la Educación Universitaria, para ahondar en la aplicación del Nuevo SNI, que se comenzó a aplicar éste 2015, como parte fundamental del fortalecimiento e inclusión de la EU por parte del Gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
¿De dónde proviene el Sistema Nacional de Ingreso Universitario?
El Viceministro Jehyson Guzmán explica que se debe remontar a la época de la Cuarta República, específicamente cerca de 1983 donde el Consejo Nacional de Universidades (CNU) decide aplicar una prueba, que determina la posibilidad de asignación de cupos universitarios para los jóvenes venezolanos, toda vez que la reducida capacidad que tenían las universidades, obligó en aquel entonces al CNU, decidir la aplicación de un examen para que la gente entrara por la vía de una prueba nacional.
Comenta Guzmán que para los años 90, con la llegada del Gobierno Neoliberal de Rafael Caldera, se deciden cosas bárbaras contra la educación universitaria, primero la privatización del sistema de educación universitaria, “Recuerden que se intentó por la vía del Congreso de la República aplicar el PLES: <<Proyecto de Liberación de la Educación Superior>>, pero simultáneamente la cantidad de Universidades de Gestión Privada que nacieron y crecieron durante ese período de gobierno, fue altísimo, podemos decir que existen más de 70 instituciones de EU del sector del sector privado que crecieron y nacieron durante esa época”, relata el Viceministro, afirmando que aproximadamente 344.000 personas estudiaban en el sector privado y 414.000 en el sector público para esa época, que hacían un poco más de 750.000 estudiantes universitarios.
La aplicación de la prueba en esa época se hizo más aguda, y según el relato de Guzmán, ese instrumento tenía un fin discriminatorio, que derivó en la asignación de unos pocos a las universidades públicas, y de otros muchos a la universidades privadas y se convirtieron en un negocio redondo: “o se graduaban y se iban para las universidades públicas que iban a ser privatizadas, o se graduaban y se iban para la universidad privadas de reciente creación, ese era todo el proyecto neoliberal de la cuarta República con la EU, porque según la concepción de ellos, sólo unos pocos podían estudiar, no quien quisiera, sino quién podía y quién podía era sólo quien tenía, no quién podía porque tenía talento, sino quién podía porque tenía dinero” indicó.
El Comandante Hugo Chávez Cambió el paradigma de la Educación Universitaria
La llegada del Comandante Chávez plantea un cambio a ese paradigma y busca romper con esa lógica discriminatoria de que sólo quien tiene puede estudiar; y es a partir del año 2004 cuando nacen las Nuevas Universidades, los Nuevos Modelos Educativos como la Misión Sucre, La Universidad Bolivariana de Venezuela, y se comienza construir un nuevo proceso de Educación Universitaria de inclusión donde no importa cuánto tienes, sino que importa cuánto quieres y necesitas estudiar, sobretodo cuánto de ese estudio le va servir a tu comunidad, en fin un paradigma distinto comparado con aquello que se convertía solamente en un negocio.
Jehyson expresó que es el Presidente Chávez quien encuentra una discriminación a partir de la aplicación de la prueba, ya que no existía igualdad de oportunidades en igualdad de condiciones, porque seguían creciendo los comités de bachilleres sin cupo, “hoy podemos decir que por culpa de aquellos que todavía viven aquella época el siglo pasado, se le niega el cupo a los bachilleres con cupo, porque el sistema nacional de ingreso les da cupo a los estudiantes”, ya que Chávez encontró que la prueba no representaba ningún elemento previsto del futuro del estudiante con respecto al éxito dentro de sector universitario, “porque se pudo demostrar que estudiantes con cualquier resultado del examen Prueba de Aptitud Académica (PAA), podían tener éxito o no en el sector universitario, por lo tanto no se convertía en un proyecto”.
El Presidente Chávez en el 2005 pide eliminar la PAA, Las Universidades en el CNU pasaron desde el 2005 hasta el 2008 discutiendo cómo cambiar el modelo de la PAA, porque efectivamente la prueba se convierte en un referente para la planificación del Registro de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), que son los datos de todos los estudiantes universitarios, sus vocaciones, sus aspiraciones, el comportamiento de la oferta y de la demanda, para poder organizar y planificar el Sistema de Educación Universitaria; “hasta el año 2008 que se ponen de acuerdo las universidades, puedo decirte en el 2008 estamos nosotros en la Federación de Centros Universitarios de la Universidad de los Andes, y deciden ellos,- los rectores de las universidades-, el ocho de mayo del 2008, eliminar las pruebas y construyeron el modelo matemático multivariable, y que se hiciera hicieran un registro, que se denominaba en aquel entonces Registro Único del Sistema Nacional de Ingreso a la Educación Superior (RUSNIES), que posteriormente se renombró a Registro Único del Sistema Nacional de Ingreso a la Educación Universitaria (RUSNIEU), que no es otra cosa que el SNI, en un registro”, aclaró.
Un Modelo más Incluyente
El Nuevo SNI se basa en el mismo registro, plataforma tecnológica formulario del sistema anterior; el cambio se dio en el modelo matemático que no excluyera al que ya estaba incluido, pero que permitiera abrir el margen de oportunidades de estudio a los excluidos, donde no se secuestre la oportunidad de estudiar, ya que el modelo anterior solamente tenía dos variables: la nota y la participación previa.
“Si uno no era bachiller, nunca había tenido participación previa, por lo tanto esa nota no la iba a tener y eso pesaba 2.5%, la participación previa y la otra variable eran las notas que pesaban el 97,5% del valor para el resultado del Registro OPSU, al final de cuentas un muchacho con 16 o 17 puntos, muy buen estudiante, estaba condenado a no ser asignado nunca; por ese modelo” explicó Guzmán.
La composición de este país es en un 80% de los sectores populares y un 20% de la clase media alta, no es exactamente la misma composición en la asignación universitaria y al cambiar la correlación entraban por ejemplo en la Universidad Simón Bolívar 97% de estudiantes que provenían de liceos privados y un 3% que provenían de los liceos públicos, “si alguien se pone la mano en el corazón y se pregunta, es que acaso en el país el 3% de los liceos son públicos, y el resto son privados, no es al contrario, en este país el 70% de los liceos son públicos y un 30% de los liceos son privados, así que construimos, un modelo que permita que las poblaciones que vienen de los liceos se parezcan a las poblaciones que entran a las universidades, por lo tanto el modelo está diseñado para qué el 30% que viene de los liceos privados entre en la misma proporción que tiene que entrar el 70% de los liceos públicos” afirmó.
En el Nuevo Modelo, la primera variable es la Nota que vale el 50%, el mayor peso porcentual de la determinación del índice lo tiene la nota, la segunda variable es la variable socioeconómica, que tiene un conjunto de de formularios, y tiene un conjunto de referentes, como los segmentos censales, los indicadores del Instituto Nacional de Estadística (INE), al informar que se utilizó un indicador que ajustaron en la Universidad Central de Venezuela (UCV) “nosotros utilizamos el método Graffar-Méndez Castellanos (1994), que es el método qué se utiliza para la determinación de una condición socioeconómica con unos ajustes que le hicieron en la UCV, el método de las necesidades básicas insatisfechas, al hacer la utilización de ese conjunto de variables sumadas determinamos el 30% que define el nivel socioeconómico del estudiante”.
Un tercer elemento es el elemento de la territorialización que nunca había estado, el territorio, lugar donde vives, donde vas a estudiar, la posibilidad de que el territorio tenga la necesidad de un estudiante de un área específica, y la posibilidad de éxito del estudiante, es el tercer elemento y vale el 15%, “una clase social A, clase media alta o una clase social B una clase media, pierde un escalafón en la estratificación social al mudarse de un territorio otro para comenzar a estudiar, un joven que tiene una clase estable cuando se muda de un estado para otro, pierde condición de vida, porque no se va a vivir en casa propia, va vivir en casa alquilada, porque no tiene su propio vehículo, tiene que utilizar otros medios de transporte, porque no tiene las mismas condiciones de vida, por eso para nosotros el tema de territorio es sumamente importante, y sobre todo porque los planes de desarrollo del país están hecho en funciones del territorio”.
La última variable es la de la participación el estudiante y vale el 5%, “su participación, como estudiante integral, como estudiante científico, como estudiante cultor, como estudiante deportista, como estudiante activo más allá de las aulas de clase más allá de ser el mejor estudiante, por tener sus 20 puntos de promedio, pero también por ser un deportista que representó, a su estado, porque representó a su territorio, porque fue un escultor espectacular, porque fue un joven que se dedicó a la investigación y a los centros de ciencia, esa integralidad ese joven también tiene un valor, nunca lo había tenido y ahora lo tiene”, expresó Guzmán al insistir que ese aspecto se convierte en una variable de desempate, dos estudiantes de 20 puntos, “¿sobre cuál nos decidimos primero, sobre cuál puedes decir que éste es mejor o peor?; los dos son brillantes, los dos tienen oportunidades, la diferencia que hay uno que se dedica además a construir el humanismo, y otro que se va a encargar de hacer su respectivo método científico, que sólo se va a dedicar a estudiar o a investigar, ¡Bienvenidos sean los dos!, pero si la integralidad se pone de por medio uno ante el otro, no los sobrepone, simplemente los organiza”.
Más de 181.000 estudiantes asignados en la Primera Corrida del Sistema
La disponibilidad de cupos en las universidades de gestión pública en Venezuela es de 260.570 cupos, y la demanda de oportunidades es estudio asciende a 414.824 estudiantes, el doble de los cupos de las Universidades Públicas del País, a eso se les suma los 100.000 cupos que tiene la Misión Sucre, se le suma los 20.000 cupos que tiene medicina integral comunitaria, además de un conjunto de cupos que hay en la Universidad Militar Bolivariana, Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, como otros cupos que tenemos a través de los convencimiento que tenemos a través del convenio Cuba Venezuela, que suman cerca de los 20.000 cupos más, por lo tanto la capacidad total de absorción del sector universitario está cerca de los 400.000 cupos; además el sector privado tiene capacidad de absorción de más de 100.000 cupos.
“En síntesis cupos hay para estudiar en Venezuela, el que no quiere estudiar en Venezuela es porque no quiere, porque cupos y oportunidades hay, son más de 1.370 oportunidades de estudio, que existen en todo el territorio nacional, entre Carreras Largas, Programas Nacionales de Formación, Licenciaturas, Especializaciones, el que no quiere estudiar es porque no quiere”, indicó la Autoridad del MPPEUCyT.
En la primera corrida del sistema el Viceministro informó de hallazgos importantes: “de los 260.000 cupos asignamos 181.000, resulta que hay carreras programas y oportunidades de estudio, para ser exactos 79.000, que los estudiantes no marcaron porque no le llamó la atención, porque no la conocen, porque no saben que están en su mismo territorio, o porque la ven como muy difíciles o porque les tienen el temor histórico que les siembran en la escuela, como matemática, química, física, biología, castellano, historia, algunas ingenierías, algunas áreas vinculadas con la alimentación que no son llamativas para la juventud, porque le han sembrado el falso valor de que esas carreras no dan plata”, acotó, al tiempo que expresó que hay cerca de 79.000 cupos disponibles para que los estudiantes puedan optar por esas carreras, “ya hicimos una segunda corrida, de esos 79.000 cupos asignamos 15.000 más, por lo por lo tanto quedan cerca de 64.000 cupos disponibles, pueden entrar al sistema , buscar las opciones y optar nuevamente por un cupo”.
Comportamiento de la asignación más cercano a la realidad de la demanda.
Luego de la primera corrida del SNI el comportamiento de la demanda y el comportamiento de la asignación se parecen, por ejemplo, el 78% de la demanda proviene de los liceos de la población regular y el 22% de lo que llamamos bachilleres graduados desde otros años atrás, la asignación incluye al 79% de los muchachos que vienen de los liceos públicos y privados, el 21% viene de otros años atrás es decir la demanda y la asignación mantienen una línea de comportamiento.
“Cuando se revisa la atención por género, se encuentra que el 56% de los que aspiran estudiar son mujeres, el 44% son hombres, en la asignación el 60% de los asignados son mujeres, el 40% de los asignados son hombres, la demanda y la asignación nuevamente son casi una fotocopia al calco, porque esa población que aspira, es la misma que tiene que estudiar no puede tener un comportamiento distinto, una discriminación, sería ilógico por ejemplo hablando de la demanda, que el 56% de los que quieren estudiar son mujeres, terminar entrando el 90% hombres y el 10% mujeres, eso pasa con la clase social por eso queremos que lo que aspira estudiar se parezca a lo que va estudiar” explicó Guzmán.
Sigue comentando el Viceministro que el 77% de los estudiantes viene de liceos públicos, el 23% viene de los liceos privados, y que cuando se revisa la asignación, el 80% se asignan a los que vienen del público y el 20% a los privados, “se parecen, son casi exacto, casi una copia exacta, son unos pequeños dígitos que cambian, pero para nosotros muy valioso, porque representa la representa la verdadera cara de la sociedad, lo que verdaderamente este de la calle es lo que verdaderamente bastar estudiando la Universidad, no son dos sectores distintos, no son dos poblaciones diferentes” destacó.
En el caso de las discriminaciones por clases sociales, entra a estudiar en el sector público, 14% de la clase alta, 31% clase media trabajadora, y el 47% la clase cuatro de la clase pobre, con un nivel de mucho fuerzo pero que pueden estudiar, “entre las ultimas 2 nos suman el 78%, la clase más grande porque son las clases que trabajan, que luchan que se esfuerzan, que hacen grandes sacrificios por este país por sus hijos, ahí están reflejados, y el cuarto grupo que es el más desposeído, que es la clase social pobre extremo, la pobreza extrema, que representa el 5% de la población nacional, aquí el 8% lo que son pobreza extrema, están ingresando, que significa eso, que ahorita con este sistema no hay uno de los hombres, mujeres jóvenes que haya querido estudiar que sean de pobreza extrema que no hallan en tenido la oportunidad porque esta revolución que nació para defender un derecho los pobres está garantizando el ingreso, acceso e inclusión como una herramienta para que salgan la pobreza extrema, estamos entregando la herramienta más valiosa es el humano que el conocimiento para que salga a luchar por su familia y esa es una contribución importantísima de la revolución para derrotar la pobreza extrema” dijo.
Mitos y realidades en la Asignación
Ciertos sectores de las universidades intentaron criticar el sistema de asignación, indicando que no se habían incluido a los estudiantes con los mejores promedios, algo que fue rechazado de manera tajante por Jehyson Guzmán, “el comportamiento un salón de clase, un salón de 30 muchachos siempre tiene dos buenos estudiantes, que entre ellos luchan por ver quién es el mejor, y quién de ellos saca más nota más cercanas al 20, o quién logra el 20; y tiene un grupo que siempre <<10 es nota lo demás es cuento>>, y se hace un grupito de malos estudiantes de repitientes, pero son grupo de tres o cuatro estudiantes, 3 o 4 + 2 son 6, de un grupo de 30 uno termina preguntándose y los otros 24 ¿qué hacen?, ¿cómo salen?, ¿sacan 10 o 20?, ¿de dónde sacan sus notas?; las notas de los otros 24 están entre 12 y18 puntos de promedio, bueno entre 10 y12 puntos se asignaron 4.900 personas, pero entre 12 y18 se asignaron 46.000, 67 1000 y 47.000, entre estos grupos se están asignando más de 150.000 personas de las 181.000 en el grupo, es el grueso porque así se comporta un salón de clase” destacó.
Con respecto a los estudiantes de alto promedio informó que entre 18 y 20 puntos, se asignaron 13.968 cupos, “no podíamos asignar más, no se puede asignar más, porque este es un comportamiento que se parecen salón de clase, en el número grande, así es un salón de clase, y lo otro que nos dicen es que nosotros dejamos por fuera este año, a los estudiantes de más de 18 puntos, 13.968 personas ingresaron con más de 18 puntos, 5419 no pudieron ingresar que tiene notas entre 18 y 20 puntos de promedio, ahora si nosotros no vamos atrás en el 2011 fue exactamente el mismo comportamiento, 15.000 entraron 3000 no, 3000 por encima de 18 puntos; en el 2012 12.000 entraron, 5000 no entraron; en el 2013 en el 2014; a los que hoy dicen: ¿cómo es posible que no haya quedado? Han debido preguntar a los rectores y ¿dónde estaba usted en el 2011, 2012, 2013 peleando por los derechos de los estudiantes que tiene notas por encima de 18 puntos, que ustedes no escribieron, que ustedes no le dieron oportuna estudiar, dónde estaba usted defendiendo ese derecho?, porque a partir de 2015 es el diseño de nuestro modelo, pero del 2014 para atrás, es el ustedes” expresó.
Al tiempo que aclaró lo que ocurre en ese sector, que como todos tienen altísimas notas, todos quieren estudiar la misma carrera, “y es verdad que las universidades tienen posibilidades finitas, quisieron estudiar medicina 32.000 personas, de las 32.000,18 1000 tenían notas entre 18 y 20 puntos, de esos 18.000, obviamente no todos podían estudiar medicina porque la suma de todas las posibilidades de estudiar medicina en toda las universidades del país no supera los 2.500 cupos, por lo tanto, aunque todos quisieran estudiar la misma carrera, no todos podrían, porque no todos caben en el mismo espacio” sentenció.
Por ello han diversificado la oferta para que todos los que quieran estudiar puedan hacerlo, “a diferencia de lo que dijo que el tristemente célebre presidente de Chile, alguien tiene que pagar, nosotros para contradecir eso decimos alguien tiene que incluirse, y todos ellos tiene que tal incluido, esos datos son la fuerza, la contundencia y la constancia de que el sistema nacional de ingreso, es mucho más incluyente, porque puede ser auditado, a diferencia de las pruebas que ellos aplican, nadie sabe por qué no quedo, simplemente no tienen adonde reclamar, aunque pagó, aunque otro se llevó la prueba y la conocía antes, no pudo ir a dónde denunciar; ahorita la Universidad tiene los datos, el modelo de cálculo, y puede perfectamente auditar todo y cada uno de los datos que nosotros estamos entregando”.
Finalmente Jehyson Guzmán indicó que el diseño matemático del SNI fue complejo, participaron muchos especialistas ULA, UCV, entre otras universidades, “somos parte de la creación de este nuevo modelo y creemos que mucho más gusto más igualitario, más democrático, mucho más participativo, mucho menos discriminatorio, y no es perfecto; este sistema es más justo, más perfecto seguiremos perfeccionándolo pero es mucho mejor que lo que tenemos antes”, afirmó.