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Nueva reforma de Ley de Comunicación Popular promueve autogestión y mayores libertades

La Asamblea Nacional ha dado un paso significativo hacia la transformación de la comunicación en el país, al aprobar en primera discusión el Proyecto de Reforma de la Ley de Comunicación Popular, que incluye catorce nuevos artículos y modifica 29 existentes. Esta iniciativa, impulsada por el diputado Ricardo González, busca atender las inquietudes planteadas por los comunicadores populares y fortalecer el ejercicio socio-político en las comunidades.

González destacó que la falta de reglamentación en aspectos clave ha sido un obstáculo para el desarrollo de los medios alternativos y comunitarios. La reforma propone la creación de estructuras que fomenten la autogestión y autogeneración de recursos, elementos esenciales para garantizar la sostenibilidad de estos medios. “Es fundamental que los líderes y lideresas populares cuenten con herramientas que les permitan ejercer su derecho a la comunicación”, afirmó el diputado.

Además, esta reforma refuerza derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresión y el derecho a estar informado, consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. González subrayó que esta acción es una respuesta contundente a lo que denomina “la extinta dictadura mediática”, que busca silenciar las voces del pueblo y ocultar la verdad.

El parlamentario también hizo hincapié en el papel crucial que desempeña la comunicación popular en contextos internacionales críticos. “Es la comunicación popular la que está sacando la cara por el pueblo palestino, denunciando injusticias a través de voces diversas, muchas veces sin experiencia periodística”, indicó.

Asimismo, recordó que los ataques sufridos por las emisoras comunitarias durante la “violencia post electoral”, dieron una motivación para defender la verdad y promover un diálogo abierto en la sociedad. Esta reforma representa una oportunidad para empoderar a los comunicadores populares y reafirmar su papel como actores fundamentales en el fortalecimiento de una democracia participativa y solidaria.

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