Ministra Iris Varela: “Sistema penitenciario venezolano ha superado con creces reglas de la ONU”
Poco antes de esta entrevista, en una visita al Instituto de Orientación Femenina INOF, en la ciudad de los Teques, podía palparse en un espacio de mujeres privadas de libertad, el ambiente, los olores y colores fucsia y verde manzana. Una mujer, precisamente, lidera este nuevo sistema carcelario en ese momento anunció 19 libertades en ese recinto. El patio central rompió en llanto y aplausos, topándome con un acto de justicia social con esa casi veintena de damas que ahora recuperaron su libertad. Allí, de pie, en el patio central, con las manos entrelazadas, está Iris Varela, sonriente, plena, feliz… Las privadas de libertad caminaron hacia ella, con los brazos abiertos en señal de agradecimiento.
La voz de la Ministra en ese espacio nos había dicho: “Salí temprano. Ustedes saben lo que pasa en estos actos”.
A las once y media, la ministra Iris Varela salió y caminó hacia una oficina del penal. Iba de camisa casual azul con su tapa boca habitual en estos tiempos. La forma de vestir y los inesperados anteojos generaban un perfecto contraste con sus célebres rulos, destaca un trabajo del equipo de prensa del Ministerio.
Ministra, cumple 9 años en labor al frente del Ministerio del Servicio Penitenciario. ¿Qué significó para Iris Varela la llamada del comandante Hugo Rafael Chávez a las 4 am el 26 de julio del 2011, para comunicarle su nombramiento?
-Me encontré frente a un reto, un reto que para cualquier persona hubiera sido, independientemente de su género. Fue un honor que el comandante Chávez me considerara capaz de resolver el problema penitenciario. Eso hizo que me esforzara aún más, porque si bien el tema penitenciario por si mismo era un tema bien difícil y sobre todo en ese contexto de 2011, que veníamos enfrentando la mayor crisis penitenciaria de violencia intramuros, generada por la pérdida de régimen penitenciario producto de tanto abandono durante décadas y que el presidente Chávez, con todo sus conocimientos, todas sus habilidades, con todo su liderazgo hubiera considerado que esta humilde servidora era la persona idónea para el cargo, me comprometió hasta la médula para cumplirle y aquí estamos, nueve años después, ofreciendo resultados al país y al mundo
-¿Por qué usted dice que el Sistema Penitenciario venezolano es el mejor del mundo?
-A las pruebas me remito. Si uno se pone analizar las recomendaciones y reglas emanadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el tratamiento al recluso, tanto hombres como mujeres, las Reglas Mándelas, las Reglas de Bangkok y analizamos comparativamente el régimen penitenciario venezolano, no hay otra conclusión que sacar, lo que en realidad pasa es que el régimen penitenciario venezolano, el gobierno revolucionario de Nicolás Maduro ha superado con creces las reglas dictadas por las Naciones Unidas. Nosotros tenemos políticas como la casa de encuentro familiar, tenemos figuras como la dirección del egresado del sistema penitenciario, tenemos planes como Llegó Maita, que es la atención a la familia del privado de libertad, a las madres y bueno, lejos de comparación en otras partes del mundo, donde si acaso se atiende al privado de libertad, no se extiende a su familia ni a su entorno.
Nosotros tenemos hasta un programa que atiende a la comunidad donde vive el privado de libertad, que es el Plan Eco socialista Hogares de Paz, si nos ponemos a analizar, hace rato que el gobierno revolucionario superó dichas reglas y por eso el resultado que se demuestra, el enorme control que tiene el gobierno revolucionario, que ejerce sobre las cárceles del país.
-¿ Que ha sido lo más difícil en estos 9 aña, observar a los privados de libertos?
-Creo que sin dudad cuando se desata la violencia, salir afectados, las personas que han muerto, los funcionarios dedicados a una labor de patria que han perdido su vida en el marco de este trabajo, eso es lo, más difícil, tener que enfrentar el dolor de una madre que pierde a su hijo, tener que enfrentar junto a los privados de libertad, cuando fallecen sus familiares, creo que lo mas difícil es enfrentar la muerte, todos los funcionarios del sistema penitenciario, nos convertimos en algunos casos en la familia sustituta de esos privados de libertad, al que no tenga apoyo familiar nosotros tenemos que asumir en el mejor sentido humanista de la palabra. Lo demás, todo se supera con modo, como decía Chávez.
-Existen 3 momentos claves en el transcurrir de la historia del Ministerio, el cierre de La Planta en el 2012, el cierre de Sabaneta en el 2013 y el cierre de la PGV en el 2016 – continúa la ministra Iris Varela-. Yo digo que todo comienzo es difícil, no es errado suponer que uno de esos primeros momentos fue la toma de la Planta, aplicar un método, lograr pacificar ese recinto, evacúalo sin haber tenido una experiencia previa de esa naturaleza y de la forma implacable como se llevó, sin duda fue unos de los momentos más cruciales. En lo personal, también enfrentar la situación de violencia de lo que fue la antigua cárcel de Uribana, más que la de Sabaneta, era particularmente clave, porque su población se caracterizaba por la violencia, por las prácticas intramuros que se fueron gestando por mucho tiempo y era parte de la realidad que nosotros enfrentamos cuando llegamos aquí. La Penitenciaría General de Venezuela (PGV), fue considerada como una especie de mito, una leyenda urbana, ciertamente era considerada tanto por la población privada de libertad y los funcionarios que en algún momento tuvieron relación con cárceles, la conocen porque ejercía mucha influencia sobre la población penitenciaria del país.
Recordemos que cuando se evacuó, sacamos más de 8 mil personas de ese recinto, eso da una visión de lo que estamos hablando, no es errático hacer esa valoración basándonos en esos momentos, pero sumando a esa antigua Uribana, a Dios gracias, hoy Centro de Formación del Hombre Nuevo David Viloria.
-El presidente Nicolás Maduro, anunció en febrero de 2014, la aéptima línea, que consistió en pacificar los Centros Penitenciarios del país, y es una misión que usted llevó a cabalidad, por lo menos el cierre de varios recintos a través del diálogo.
– Por supuesto que el presidente siente el peso de ser el sucesor del comandante Chávez, por mandato del pueblo. No es una tarea nada fácil, es la tarea más difícil que le han asignado a cualquier revolucionario aquí en el país y en el mundo, por que las dimensiones de Chávez son estratosféricas, no le ha quedado más que al comandante presidente Nicolás Maduro, que es estar a la altura de ese compromiso. Él ha estado de una manera magistral, además de su nobleza, de sus capacidades, de su liderazgo y de su humildad, realmente el Presidente de la República es muy exigente y gracias a su talante y a sus orientaciones, nosotros no podíamos hacer otra cosa sino avanzar, actuar en consecuencia, ayudarlo en la medida que nos corresponde, de cargar el peso de nuestras responsabilidades y aligerar la carga, como decía Ali Primera y nos ha correspondido con él, mostrar al país y presentar el 100 % del control de las cárceles del país y además, en estos momentos de la pandemia, exhibir como un hecho real y no controvertido, que somos el único país en el continente, en latinoamérica, que no registra casos de COVID-19 en sus recintos penitenciarios.
Por si solo se demuestra que el gobierno del presidente Nicolás Maduro está dando respuestas certeras en torno a las responsabilidades de Estado que tenemos y que compartimos con él.
–¿Que falta para consolidar el sistema penitenciario?
– Nosotros tenemos algunas cárceles en transición, pero eso no es ningún problema, porque están todas controladas, lo que hace falta es sumarnos todos y superar los efectos perversos del bloqueo criminal que los delincuentes del norte mantienen contra en nuestro país, a nuestro pueblo, con una jauría de personas ambiciosas de gobiernos y de países en concierto delictivo para robar las riquezas que les pertenecen al pueblo venezolano. Esos son los retos que tenemos por delante, trabajar desde nuestra posición como un engranaje perfecto, como una maquinaria poderosa que nos permita dentro de nuestras propias funciones aportar para que el país en su conjunto contrarreste y supere los efectos criminales de ese ataque que nos tienen los delincuentes cuyo jefe como especie de “pran” que es ese señor Donald Trump. Nosotros deberíamos generar alimentos desde las cárceles, convertir algunos recintos en fábricas, que es un proyecto que estamos avanzando, que se ha visto afectado, por supuesto, pero no nos paramos y estamos trabajando en ese sentido generando unidades socio productivas dentro de los recintos, buscando alianzas con empresas privadas que apuestan por el país, aliándonos para producir bienes y servicios que el pueblo necesita, sobre todo en estas circunstancias de bloqueo y de esta pretendida asfixia económica de nuestro pueblo y poder navegar estas aguas turbulentas. Ese es el reto que tenemos por delante.