Jefe de Estado acusa a Baltazar Porras de conspirar contra canonización de José Gregorio Hernández
El presidente aseguró que el intento del cardenal en frenar la canonización fue derrotado y exaltó la fe y el "poder espiritual" de Venezuela, compartiendo testimonios de milagros
A propósito de la canonización de dos figuras emblemáticas de la fe nacional, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, denunció que el cardenal Baltazar Porras conspiró junto a su entorno para frenar el reconocimiento del Santo de los Pobres.
El jefe de Estado señaló que el proceso de canonización de José Gregorio Hernández enfrentó una prolongada y férrea resistencia por parte de ciertos sectores eclesiásticos del país.
Maduro aseguró tener conocimiento detallado del caso y reiteró que la causa del llamado «Santo de los Pobres» fue saboteada durante años por dichos grupos.
En este sentido, recordó que el camino formal hacia la canonización se inició entre 1949 y 1957. Sin embargo, insistió en que «Baltazar Porras dedicó su vida a conspirar contra ello».
A pesar de las denuncias, el presidente expresó su confianza en las nuevas generaciones de sacerdotes, destacando su genuino compromiso con la fe popular.
Encuentro con el Papa Francisco
El mandatario también rememoró un encuentro personal con el papa Francisco en 2013, donde le entregó una imagen de José Gregorio Hernández, elaborada por artistas trujillanos, y le compartió de primera mano la profunda devoción del pueblo venezolano hacia el médico.
Finalmente, Maduro exaltó la espiritualidad de la nación, asegurando que «Venezuela es milagrosa» y posee un «poder espiritual único». Afirmó que este carácter es la razón por la que «no han podido ni podrán» doblegar al país, al considerarlo un pueblo «milagroso de santos, sabios, libertadores» e «indestructible».
El presidente culminó su intervención con un homenaje a la figura del nuevo santo, describiéndolo como «el médico del pueblo, de los pobres, el fundador de la medicina social, de la medicina solidaria, de la medicina humanista, nuestro San José Gregorio Hernández.»
Pueblo creyente y devoto
Durante el evento, se compartieron diversos testimonios de fe y milagros que los asistentes atribuyen al nuevo santo venezolano.
El propio mandatario nacional reveló haber sido encomendado a José Gregorio Hernández por su madre durante su infancia, cuando sufría de asma severa. «Él me salvó la vida, siendo muy niño, luego a los 27 años me salvó de otras cosas», confesó Maduro sobre la intervención del santo en su vida.
Asimismo, se conoció el emotivo testimonio de Teresa Alfaro, quien relató la recuperación milagrosa de su hijo tras un accidente grave. El joven sufrió fracturas múltiples, incluyendo cráneo, fémur, cadera, tobillo y rostro. Alfaro, ante el pronóstico desfavorable de los médicos, se aferró a la fe en José Gregorio Hernández por cinco horas, logrando que su hijo fuera «salvado y bendecido en vida».
Otra paciente presente con un tumor cerebral manifestó su devoción y agradecimiento al santo durante su proceso de recuperación, sumándose a los incontables casos que robustecen la fe popular en el «Médico de los Pobres».
Para finalizar, el presidente Maduro reafirmó el carácter espiritual y moral del pueblo venezolano: «Así somos, gente buena, decente, creyente y devota».
La canonización de José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles constituye un hito en la historia religiosa nacional. Este evento no solo consolida el legado de figuras que dedicaron su vida al servicio social, sino que también fortalece la fe de millones de venezolanos.
