Hace 199 años fue fusilado el G/j Manuel Carlos Piar, héroe de San Félix
Su muerte había sido sentenciada por un Consejo de Guerra encabezado por el almirante Luis Brión, bajo los cargos de delitos de lesa patria, conspiración y deserción
El 16 de octubre de 1817 fue fusilado a los 43 años de edad el héroe de la Batalla de San Félix (1817) y precursor de la liberación de la Provincia de Guayana, general en jefe Manuel Carlos Francisco Piar.
Su fusilamiento se realizó en la Plaza Mayor de la antigua Angostura del Orinoco, hoy Ciudad Bolívar, al suroriente de Venezuela.
Su muerte había sido sentenciada por un Consejo de Guerra encabezado por el almirante Luis Brión, bajo los cargos de delitos de lesa patria, conspiración y deserción.
Piar fue uno de los más grandes héroes de la gesta libertadora y su victoria ante el brigadier realista Miguel de La Torre en la Batalla de la Mesa de Chirica (hoy población de San Félix) marcó el avance definitivo para liberar a esta provincia, que se convertiría de inmediato en la principal fuente de reses, caballos y pertrechos para el sostenimiento del Ejército Libertador en sus siguientes campañas dentro y fuera del territorio venezolano.
Antes de la Batalla de San Félix, ya había probado su valentía en las batallas del Morro de Valencia, Pantanero, Güiria, Maturín, Los Magueyes, Los Corocillos, Cumanacoa, Barcelona, Carúpano, El Juncal, Paso del Caura y Puga.
Las acusaciones en su contra surgieron por las desavenencias que tuvo con el Libertador Simón Bolívar por haber sido relegado a pesar de su gran trayectoria militar.
Tras separarse de las filas patriotas, hubo acusaciones en su contra por su descontento manifiesto y se ordenó al general Manuel Cedeño que lo buscara y capturara en Aragua de Maturín, para someterlo a un consejo de guerra.
El 15 de octubre es condenado a muerte y al día siguiente se ejecutó la pena frente a la pared Oeste de la actual Catedral de Ciudad Bolívar. Sus restos fueron enterrados posteriormente en el Cementerio El Cardonal.
El Libertador Simón Bolívar declaró en 1828 que "la muerte de Piar fue una necesidad política. Fue un golpe de Estado que aterró a los rebeldes y aseguró mi autoridad. Nunca ha habido una muerte más útil, más política".