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Fuerza Armada Patriota y Poder Popular defienden nuestra democracia con unión cívico-militar

El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Rafael Chávez Frías, siempre destacó la importancia de la unión cívico-militar para garantizar la continuidad de la Revolución Bolivariana ante los reiterados ataques emprendidos por la oligarquía contra la constitucionalidad del Gobierno Nacional.

 

Las palabras del gigante Chávez aquel 02 de julio del año 2009, durante su programa, Aló Presidente, siguen vigentes en la actualidad, cuando afirmó que a “esta Revolución nadie la va a parar, el plan de golpe de Estado empezó a cocinarse desde 1997 pero no pudieron porque se consiguieron (en el golpe de Estado de abril de 2002) con un pueblo en la calle, ejército y pueblo unido.”

 

 

 

Recordemos que este 13 de abril de 2016, cuando se conmemoraron 14 años del regreso del comandante Hugo Chávez al mando, el Poder Popular y la Fuerza Armada tomaron las riendas de la Revolución Bolivariana, defendiendo nuestra democracia mediante la unión cívico-militar, desbordando las calles para exigir el regreso de su presidente, el comandante Chávez.

 

Unión cívico-militar se construye y consolida día tras día

 

En definitiva la mejor defensa que tiene el pueblo venezolano, es la integración que se ha logrado consumar entre los soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que es el pueblo uniformado, y el pueblo de a pie, en la calle, construyendo una filosofía integradora para enfrentar las grandes amenazas que vienen de adentro y afuera.

 

  

 

Ese vínculo es una fortaleza evidente que se construye y se consolida día tras día. La unión cívico-militar no es una expresión más, pues su concepto se ha incorporado a la nueva Ley Orgánica de la FANB que acomete con dignidad las grandes tareas y desafíos de la defensa nacional.

 

 

Orden de CAP: "Disparar y matar a todo lo que se mueva" 

 

Por otra parte, es imprescindible recordar aquel 27 de Febrero de 1989, denominado El CARACAZO, expresión genuina y espontánea del pueblo que rechazó el paquete neoliberal que imponía el entonces presidente, Carlos Andrés Pérez (CAP), quien ordenó masacrar al Poder Popular, disparar y matar a todo lo que se mueva.

 

  

 

Para explicar la reacción que despertó en las Fuerzas Armadas haber sido llevados a matar a su propio pueblo, el sacerdote y profesor universitario Pedro Trigo, afirmó en un artículo donde trata el tema del 27F, lo siguiente: " El trauma fue tan grande que cientos de soldados, humanamente destrozados, tuvieron que pasar por un tratamiento psiquiátrico…. Quedó la convicción de un grupo de militares, tal vez de la mayoría, de que no volverían a empuñar las armas para masacrar a su propio pueblo”.

 

FAN de la IV República era orientada y guiada por el Pentágono

 

Para entender el pasado y presente de nuestra Fuerza Armada, es preciso recordar las palabras del periodista venezolano, Eleazar Díaz Rangel, cuando compara la actual, con la de la IV república, subrayando algunas características de la que comenzó a transformarse en abril de 2002, después del fracasado golpe de Estado que permitió a Chávez empezar su depuración. Tan eficiente fue, que poco después hubo el paro-sabotaje de 63 días, y no obstante las incitaciones, los alzados de la plaza Altamira, el goteo de oficiales desertores, etc., ni una brigada o un batallón trató de insurgir en momentos en que había las mejores condiciones sociales y políticas.

 

Díaz Rangel, explica que las Fuerzas Armadas Nacionales, supuestamente apolíticas y no deliberantes, tenían rasgos diferenciadores de esta Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Veamos algunos, que estaban a la vista:

 

  • Eran orientadas y guiadas por la llamada Doctrina de Seguridad Nacional impuesta por el Pentágono a los países de la región, y que tuvo su origen en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, firmado en Río de Janeiro en 1948, poco después de finalizada la II Guerra Mundial.

 

  • Ejercicios anuales combinados con la Armada y la Fuerza Aérea de EEUU, de acuerdo a su respectiva planificación e intereses.

 

  

 

  • Corrupción generalizada, que después de la dictadura de Pérez Jiménez, cuando más robaron, tuvo su máxima expresión cuando tres exministros de defensa fueron enjuiciados por cobro de comisiones en la adquisición de armamento, y debieron irse al exterior.

 

  • Politización de las promociones y ascensos de oficiales; en el Senado se cometían injusticias por favorecer, según gobernara AD o Copei, a oficiales simpatizantes de esos partidos, y se demoraban a otros oficiales.

 

  • Formación de centenares de oficiales en la Escuela de las Américas, en Panamá, donde se les instruía en la persecución de grupos "irregulares", en la tortura y desaparicíón. 

 

  • Utilización de efectivos de las FAN al servicio personal de altos oficiales. 

 

  • En cuanto a su capacidad operativa, basta recordar que cuando el incidente del "Caldas" (agosto 1987), "Venezuela estuvo al borde de una guerra, mucho más cerca de lo que hemos estado en nuestra historia y estábamos en muy malas condiciones".

 

"Conformar una verdadera alianza nacional revolucionaria"

 

En este sentido, el Comandante Chávez indicó haber entendido la alianza cívico-militar en el pensamiento político del líder venezolano Fabricio Ojeda, intelectual, guerrillero y mártir, que en su libro La guerra del pueblo de 1966 afirmaba lo siguiente:

 

“La base antifeudal y antiimperialista de nuestro proceso revolucionario plantea un género de alianzas que está por encima del origen del credo político, de la concepción filosófica, de las convicciones religiosas, de la situación económica o profesional y de la afiliación partidista de los venezolanos. El enemigo común, su fuerza y su poderío reclaman una lucha unitaria para vencerlo… Son proclives para luchar por la liberación nacional las siguientes fuerzas: los obreros y campesinos, la pequeña burguesía, estudiantes, intelectuales, profesionales, la mayoría de los oficiales, suboficiales, clases y soldados de las fuerzas armadas de aire, mar y tierra”, en esta visión de Fabricio que compartía el Comandante Chávez todos estos sectores civiles y militares, tienen vocación a conformar una verdadera alianza nacional revolucionaria.

 

  

 

Esta, entre otras lecturas, impactaron al Comandante Chávez, quien había presenciado el contexto degradado y corrupto de la Venezuela del Siglo XX. Por eso dirige todos sus esfuerzos a consolidar el Ejército Bolivariano Revolucionario 200, que se convertirá después en MBR-200 y protagoniza la insurrección militar del 4 de Febrero de 1992.

 

Pueblo y fuerzas armadas se aliaron para restablecer el Gobierno Bolivariano

 

Tuvieron que presentarse los acontecimientos del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, con el derrocamiento y secuestro por parte de la oligarquía apátrida aliada con el imperialismo yanqui del Comandante Chávez, para que de una manera coyuntural se diera la ansiada alianza cívico-militar: pueblo y fuerzas armadas se aliaron para restablecer el gobierno revolucionario y rescatar a Chávez.

 

 

 

 

A partir de este momento histórico la revolución venezolana se comienza a consolidar amparada en esa alianza, que tiene rango constitucional en el principio de la corresponsabilidad en la Defensa Integral de la Patria estipulado en el artículo 326, que nos obliga a mancomunar esfuerzos para dar cumplimiento a los principios de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad y justicia.

 

  

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