Fernanda Bolaños la cocinera del Libertador (+Video)
Este viernes, el Presidente de la República Nicolás Maduro propuso a las madres cocineras de las escuelas del país organizarse en un frente nacional que sugirió llamar Fernanda Bolaños.
La propuesta la hizo al reunirse este viernes en el Poliedro de Caracas con 15 mil de las 62 mil madres y padres procesadores que se encargan de cocinar el desayuno, el almuerzo y la merienda de más de 4 millones de niños en todo el país.
¿Quién fue Fernanda Bolaños?
En uno de los múltiples salones de la Cancillería venezolana se encuentra un homenaje silencioso. Se trata de un imponente óleo que representa a una mujer negra preparando la comida en una cocina colonial. La escena resalta a un personaje histórico desconocido en Suramérica.
Se trata de Fernanda Bolaños, la cocinera de Simón Bolívar.
Su nombre ha sido ajeno a la historia oficial de las cinco naciones que libertó el prócer venezolano, más centrada en detalles imponentes como fechas de batallas y resaltar las figuras de héroes de guerra y mártires que la de aquellos personajes terrenales, que realizaron aportes sencillos.
Uno de los que se interesó por Bolaños fue el escritor colombiano Gabriel García Márquez, quien le dio vida en su obra El general en su laberinto (publicada originalmente por Editorial Sudamericana en 1989). De ella consignó: “A Fernanda no le alcanzaban los ímpetus y el buen humor para atender a tantas solicitudes de comida a las horas menos pensadas”.
Conocida popularmente como ‘La Negra’, esta afroandina nació en 1807 en la región del Valle del Chota, que pertenece hoy a la provincia de Imbabura (Ecuador). Poco se sabe de su niñez, excepto que se convirtió muy joven en la cocinera de la familia de Manuelita Sáenz.
Su vida se entrecruzó con la del Libertador a partir de 1823, cuando Sáenz le confió el cuidado de Bolívar. Así se convirtió en su cocinera personal durante siete años, compartiendo una relación muy cercana con su patrón. Algunos historiadores han establecido que el prócer, para despertar su rabia, se refería a ella como ‘Fernanda Séptima’, recordándole al rey español.
Fernanda desempeñó un papel esencial en los últimos años de vida de Bolívar, en especial cuando las intrigas políticas lo obligaron a marcharse junto a su séquito de colaboradores de Santa Fe (hoy Bogotá, la capital colombiana) camino a Santa Marta, en la Costa Caribe, donde se refugió en la Quinta de San Pedro Alejandrino víctima de la tuberculosis.
De esta época se cuentan varias anécdotas: cuando el doctor Reverend le prohibió a Bolívar los platos selectos por las masas de sagú, eran constantes sus desahogos con la cocinera: “¡Si vuelves con tu mazamorra, te llamaré Fernanda Séptima!”. Otra la aportó García Márquez, quien escribió que la mujer le cocinaba las lentejas con aceite de oliva para aliviar sus males de pecho.
Ella fue una de las pocas personas que acompañó a Bolívar en su lecho de muerte, el 17 de diciembre de 1830. A sus 23 años, las últimas palabras de la desconsolada mujer para el Libertador fueron: “Con lo que le han gustado las mujeres a ese pobre huérfano, no puede morir sin una sola en su cabecera, así sea vieja y fea y tan inservible como yo”.
Bolivar en su lecho de muerte
Existen escasos datos de su vida en los años posteriores a la muerte del prócer. Uno de los pocos que le siguieron los pasos es el historiador Enrique Ayala, rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, de Ecuador; su trabajo reveló que Fernanda Bolaños regresó a su país natal, donde vivió alrededor de 100 años y vio de cerca la revolución protagonizada por el general Eloy Alfaro. Solía recordarle a la gente que “Su Excelencia estaba muy amañado con mi sazón”.
Aparte del cuadro realizado por el artista plástico venezolano Carlos Hergueta, otra obra recuerda a la fiel cocinera: un vitral de los artistas Oswaldo y Pablo Mora inaugurado en 2011 que adorna el salón Las Libertadoras, en la Universidad Andina Simón Bolívar. Allí su imagen se destaca junto a otras seis mujeres que jugaron un papel determinante en la campaña que le trajo la independencia a cinco naciones.
