Faja Petrolífera del Orinoco cumple 8 años en manos de los venezolanos
Hace 8 años, 1º de mayo de 2007, el líder de la revolución Bolivariana Hugo Chávez, concretó la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) y de los Convenios de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas, con el objeto de poner fin al proceso de privatización de la industria petrolera, iniciado durante la década de los años 90, y que originó severas pérdidas económicas para la nación.
Gracias a este esfuerzo se pudo garantizar que el Estado venezolano contara con una mayoría accionaria de por lo menos 60% en la conformación de las empresas mixtas establecidas, para llevar a cabo la exploración, extracción y procesamiento de crudo en esta área de 55 mil kilómetros cuadrados, que comprende los estados Anzoátegui, Monagas, Guárico y Bolívar, y que representa la reserva más grande de crudo certificada del planeta.
Este vasto territorio lleva hoy el nombre de Hugo Chávez, en honor al hombre que logró impulsar la soberanía en el manejo de los recursos energéticos de la nación, para ponerlos al servicio de los más necesitados.
Con el fin de la privatización, se consolidó la nacionalización de 33 convenios cooperativos, 11 proyectos de asociaciones y todas las operaciones acuáticas, taladros y actividades de compresión de gas y de agua desarrollas en la FPO.
Hace 8 años durante un acto con los trabajadores del Complejo Industrial José Antonio Anzoátegui, ubicado en el estado Anzoátegui, el comandante Chávez, indicó que la nacionalización permitió enterrar el proceso de apertura petrolera, desarrollado por los gobiernos de la IV República, y que ofrecía a las transnacionales el control de las operaciones en la FPO.
En el régimen entreguista, que inició en 1987, las exploraciones en áreas petroleras del país estaban a cargo de consorcios extranjeros como Mobil, Nerón, Dupont Conoco, Amoco, LL&E y Benton de Estados Unidos; la British Petroleum, de Inglaterra y Repsol, de España, lo que originó que el ingreso fiscal por la actividad petrolera, en más de diez años, fuera apenas de 23 mil 400 millones de dólares, mientras que las pérdidas para la nación significaron 34 mil millones de dólares.
“La apertura petrolera no fue sino el intento de quitarle, definitivamente a los venezolanos, su riqueza natural más poderosa y más grande, el intento del imperialismo de adueñarse para siempre de la reserva petrolera más grande del mundo”, apuntó Chávez en esa oportunidad.
Asimismo, se refirió a a importancia de nacionalización de la Faja como medio para impulsar la construcción del socialismo.
“No puede haber proyecto socialista si el país no tiene el control de su riqueza, de sus recursos naturales, que deben ser desarrollados ampliamente en beneficio del pueblo y del proyecto económico de la nación” afirmó en esa fecha el comandante revolucionario.
Rescate de la soberanía
Durante los gobiernos neoliberales de la IV república, la vieja Pdvsa, que se encontraba al servicio de los intereses imperialistas suscribió convenios y asociaciones estratégicas en la Faja mediante las cuales le entregaron a las empresas trasnacionales más de 600 mil barriles de crudo.
Se estableció una regalía de apenas 1% y un impuesto no petrolero del 34% y se limitó la participación de Pdvsa en un porcentaje minoritario que oscilaba entre 30 y 33%.
Para contrarrestar este daño y rescatar las riquezas energéticas para ponerlas en manos del pueblo, el 26 de febrero de 2007, el Ejecutivo dictó el Decreto Nº 5.200, con rango, valor y fuerza de Ley, que estableció la migración a Empresas Mixtas de los Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera del Orinoco; así como de los Convenios de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas.
De acuerdo con este instrumento legal las asociaciones, denominadas Petrolera Zuata, S.A., Sincrudos de Oriente, S.A., Petrolera Cerro Negro, S.A. y Petrolera Hamaca, C.A, debían migrar a la figura de empresas mixtas en las que la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP)-en representación del Estado-, mantuviera no menos de 60% de participación accionaria.
De esta manera, pasaron a ser filiales de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y se les facultó para ejecutar actividades primarias, relacionadas a la exploración en busca de yacimientos de hidrocarburos, a la extracción de ellos en estado natural, a su recolección, transporte, almacenamiento inicial, así como al mejoramiento y comercialización de los crudos.
Con el desarrollo de la política de soberanía petrolera, impulsada bajo el gobierno revolucionario se logró reajustar y reorganizar la recaudación de regalías e impuestos provenientes del sector hidrocarburos del país.
La tasa de regalías paso del 1% de la Apertura Petrolera a un 33,33%; se ajustó el impuesto sobre la renta petrolera del 34% al 50%; se implementó un impuesto de extracción que establece una tasa de 33,33%; y un impuesto superficial equivalente a 100 unidades tributarias (UT) por cada kilómetro cuadrado o fracción de extensión superficial otorgada que no estuviese en explotación; entre otros.
Gracias a estas acciones, entre 2002 y 2014 los ingresos fiscales provenientes de la actividad petrolera han alcanzado la suma de 477.000 millones frente a los 23 mil millones de dólares que se obtuvieron entre 1990 y 2001, refieren cifras de la estatal Petróleos de Venezuela Yvke
Certificación de la Faja
Para la directiva de la antigua Pdvsa , la Faja Petrolífera del Orinoco fue considerada como una fuente de bitúmen, un hidrocarburo semi sólido y altamente viscoso, que se comercializaba en los mercados internacionales al precio del carbón (un cuarto del valor del crudo).
Sin embargo, gracias a la implementación del Proyecto Magna Reserva, que inició en 2005, fue posible cuantificar y certificar las reservas de crudo presentes en su territorio, que en la actualidad se ubican en 298.352 millones de barriles netos (MBN), lo que las convierten en las más altas del planeta.
Por medio de la política socialista implementada por el comandante Hugo Chávez y que continúa en el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha sido posible aprovechar estas reservas en función de los planes de desarrollo de la nación.
Con la recuperación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), los ingresos provenientes de las exportaciones petroleras se quintuplicaron para alcanzar 1.182 millones de dólares en los 15 primeros años de Revolución, de los cuales ha invertido 60% en programas de desarrollo social.