Expositores internacionales presentan sus experiencias sobre agroecología y defensa de la tierra
"El conuco nos brinda la oportunidad de sanar con la tierra"

El “Congreso Virtual de Agricultura Regenerativa y Prácticas Ancestrales” contó con la participación de ponentes internacionales provenientes de Costa Rica, México, Brasil y Venezuela, quienes compartieron sus experiencias vinculadas a la agroecología, la protección y la defensa de la tierra como un derecho fundamental para la vida.
Durante la jornada intervinieron Allan Chavarría Chang, profesor de la Universidad Nacional Estatal a Distancia de Costa Rica; Rosana Fernandes, profesora y responsable política del Movimiento Sin Tierras (MST) de Brasil en Venezuela; Antonio González Guzmán, docente jubilado de la Universidad Nacional Autónoma de México; y Kelly Pacheco, viceministra del Sistema de Formación Comunal del Ministerio del Poder Popular para las Comunas, Movimientos Sociales y Agricultura Urbana.
El profesor Chavarría destacó que el trabajo agrícola representa una vocación de vida, donde las y los productores regeneran los suelos y optimizan la producción a través del respeto y la aplicación de los saberes campesinos, indígenas y afros. Presentó su experiencia con el Proyecto AERAS, que impulsa la transición de la agricultura tradicional a la agroecología, mediante intercambios con productores de Costa Rica, Ecuador, Angola y Madagascar.
Asimismo, compartió los logros de la Finca Los Juncos, cuyo lema es “Con tierras libres de agrotóxicos”, desde donde se han ejecutado, en este año, 19 procesos socioproductivos y formativos, beneficiando a 500 productores y productoras costarricenses en la creación de laboratorios naturales, preparación de bioinsumos e incorporación de tecnologías apropiadas. “Si no hay materia microorgánica, la microbiología no puede acceder a la vida de los suelos. Si vamos a transferir tecnología a las comunidades campesinas e indígenas, sea de una manera óptima y humanizada, respetando sus prácticas”, sostuvo el agroecólogo.
Por su parte, Rosana Fernandes, representante del MST en Venezuela, realizó un recorrido histórico de los 40 años de lucha de esta organización en defensa del derecho a la tierra para el sector campesino, logrando la dignificación de 350 mil familias.
“Hemos estado en la construcción de elementos sociales y jurídicos, para que las familias campesinas tengan una vida digna e inclusiva, con la Reforma Agraria Popular. Las empresas transnacionales, nos imponen su modelo industrial y capitalista, con agrotóxicos y las semillas transgénicas. De esa forma, se destruye el ambiente, pues va generando un impacto dañino en la vida del suelo, al consumo humano y desequilibra la vida del campesino. La agroecología es la praxis de los pueblos originarios y campesinos, es el modo de lucha contra el capitalismo y sus modos perversos de producción. La agroecología es conciencia, es humanizar un proyecto de vida político y social. El 70% de la producción, viene de las familias campesinas”.
Desde México, el catedrático Antonio González Guzmán, compartió su experiencia con los cultivos agrourbanos a través de la técnica hidropónica, que ha beneficiado a comunidades del municipio Atlamehualco, en San Salvador. Explicó que desde 2010 han impulsado la siembra de 174 árboles —como aile, sauce, tepozán, fresno, cedro y ahuehuete— lo que ha favorecido el equilibrio ecológico y la recuperación de la fauna autóctona de la región.
“La agricultura urbana en la producción comunitaria va echando raíces en la Ciudad de México. Con este modelo existe una relación social, segura y saludable con las comunidades. Así mismo, se ha elevado la concientización con desempleados y grupos delictivos: ellos se han incorporado al plan de siembra y se esmeran en producir. Se aseguran ingresos, se combate el desempleo, se promueve una agricultura sostenible y sustentable en las casas y las comunidades, como también, comercializar con conciencia en la relación productor-consumidor. Así erradicamos al intermediario”, puntualizó González.
Por último, la viceministra Kelly Pacheco compartió con los participantes reflexiones sobre “Las prácticas ancestrales, agricultura regenerativa, lo sagrado-femenino y la toparquía”, invitando a redescubrir la memoria colectiva y los saberes originarios como claves para la transformación comunitaria.
”La agricultura regenerativa moderna, retoma las sabidurías ancestrales y las combina con las ciencias ancestrales. Hay que amar y cuidar la tierra, para amar y cuidar la vida ¡Tenemos que honrar y hacer justicia a la memoria de nuestros pueblos originarios! El conuco nos brinda la oportunidad de sanar con la tierra y conectarnos con la vida. Es construir lo afirmativo venezolano, porque es nuestra misión y responsabilidad, redescubrirnos en nosotros mismos y sobre todo, construir el conocimiento y la transformación que tiene el poder Comunal”, finalizó Pacheco.


