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El poder popular se consagró hace 15 años con la aprobación de la Constitución Bolivariana

Este cuerpo legal, que hoy cumple 15 años, fue impulsado por el comandante Hugo Chávez, quien en la campaña presidencial de 1998 propuso la elaboración de un nueva Constitución, a través de una Asamblea Nacional Constituyente, para refundar la República y crear una sociedad más justa, con igualdad ciudadana y en rescate del ideal bolivariano

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela nació el 15 de diciembre de 1999 y con ella fueron creados los nuevos fundamentos del Estado, que consagran las garantías del respeto a los derechos humanos, la participación popular y el ejercicio de la democracia participativa, que erigen a esta Carta Magna como uno de los instrumentos jurídicos más avanzados e igualitarios del mundo.

Este cuerpo legal, que hoy cumple 15 años, fue impulsado por el comandante Hugo Chávez, quien en la campaña presidencial de 1998 propuso la elaboración de un nueva Constitución, a través de una Asamblea Nacional Constituyente, para refundar la República y crear una sociedad más justa, con igualdad ciudadana y en rescate del ideal bolivariano.

Chávez en su propuesta manifestó que dicho instrumento debía contemplar una serie de reivindicaciones necesarias, como el acceso a la vivienda, la educación, la salud, la alimentación, el deporte, la recreación, defender la soberanía nacional, prohibir toda forma de discriminación y promover el reconocimiento de las minorías, otrora invisibilizadas.

Luego de la victoria popular que lo llevó a la presidencia, el 2 de febrero de 1999, al momento de tomar posesión del cargo, el entonces recién electo mandatario expresó: "Juro delante de Dios, juro delante de la patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro."

Ese día firmó el Decreto número 3, con fecha 02-02-1999, para realizar un referendo consultivo al pueblo venezolano, sobre la base de "la imperiosa necesidad histórica de elegir una Asamblea Constituyente para que esta redacte y apruebe una nueva Ley Constitucional que haga posible una democracia verdaderamente representativa y efectivamente responsable y alternativa".

El 25 de abril se realizó la consulta al pueblo venezolano en la que se aprobó la propuesta de realizar una Asamblea Nacional Constituyente y el 17 de junio la sala Político-Administrativa de la Corte Suprema de Justicia ordenó al Consejo Nacional Electoral (CNE) publicar en Gaceta Electoral de la República de Venezuela los nombres de candidatos nacionales y regionales, los cuales fueron anunciados el viernes 9 de julio.

Mediante sufragio directo, secreto y universal, el 25 de julio se realizó la elección de los 131 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, que fue instalada el 3 de agosto, fecha a partir de la cual redactó, en un periodo de seis meses, la nueva Carta Magna.

Una vez instalada la Asamblea, los constituyentes discutieron con todos los sectores de la sociedad venezolana la nueva estructura, principios y artículos de la Constitución que se estaba creando, cuya misión era elaborar un nuevo ordenamiento jurídico nacional que debía encaminar a la nación por los nuevos esquemas de bienestar social, económico y político que fueron bandera del presidente Chávez antes y durante su mandato.

Al ser aprobado el proyecto de Constitución por la Asamblea Nacional Constituyente el Ejecutivo Nacional convocó mediante decreto a un referéndum constitucional para que el pueblo aprobara la nueva Carta Magna, el 15 de diciembre de 1999.

Por mandato del pueblo, en ejercicio de su Poder Constituyente, la nueva Carta Magna fue aprobada con 3 millones 301 mil 475 votos a favor del "Sí", equivalente al 71,78% del electorado. Con esta masiva aprobación, ese pueblo puso fin a la instaurada democracia representativa, cuyo cuerpo jurídico sostuvo al bipartidismo que gobernó al país durante 40 años, surgido del Pacto de Punto Fijo.

Una Constitución para el Poder Popular

La Constitución durante el Pacto de Punto Fijo, consagraba tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Como una muestra de inclusión y participación, la propuesta discutida en la Asamblea Nacional Constituyente incorporaba al Consejo Moral Republicano, conformado por el Poder Ciudadano y el Poder Electoral.

En ese sentido, la nueva Carta Magna planteó la creación de un Estado democrático y social de derecho, basado en la corresponsabilidad del pueblo, con pluralismo, en la gestión de gobierno; conocido como el Poder Popular.

Entre otras innovaciones, como medios electorales de consulta, la Constitución de 1999 establece la revocación del mandato, la convocatoria a elecciones y la Asamblea Constituyente; esta última, junto a la enmienda y la reforma constitucional, también instrumento para la revisión de nuestra Carta Magna.

El rechazo a la creación del Poder Ciudadano, el reconocimiento de los pueblos indígenas con su legado cultural y el cambio de nombre a República Bolivariana de Venezuela fueron algunos de los pronunciamientos en contra del nuevo texto que esgrimió la derecha nacional, partidaria de perpetuar en la Venezuela del siglo XXI la representatividad y la alternancia entre los partidos políticos tradicionales, cuyos gobiernos dejaron índices de pobreza de hasta 40%.

A pesar de la férrea oposición derechista, el pueblo viró su visión hacia la propuesta revolucionaria, al ratificar su apoyo al comandante Chávez y el proceso de cambios políticos, sociales y económicos iniciados en la Quinta República.

Esta Constitución allanó el camino a otras formas de organización popular como las Mesas técnicas de agua, los Comités de tierra urbana, los Consejos comunales y, más recientemente, las Asambleas de pobladores.

Además, el desarrollo de programas sociales como Misión Ribas, para la formación en educación secundaria; Barrio Adentro, dirigida a la atención en salud; Mercal y Pdval, para la venta subsidiada de alimentos; como resultado de los cambios aplicados en la administración del ingreso petrolero, al pasar Petróleos de Venezuela, principal industria nacional, al servicio del país como parte de los motores de inversión social que hasta la fecha han permitido la reducción de pobreza.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 1996 y 1999 los indicadores de pobreza en el país superaban el 66%, con 10,8% de pobreza extrema, que fue reducida a 5,5% en 2013, gracias a los programas sociales implementados desde la llegada de la Revolución Bolivariana.

De esta forma, Venezuela se convierte en un paradigma para los países del mundo en sus alcances logrados dentro de los Objetivos del Milenio, según lo señalado por representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Estos logros alcanzados resaltan la trayectoria de 15 años de Constitución, de refundación de la República y de una democracia que defiende y consagra la participación ciudadana para el bienestar común.

/N.A

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