Conozca la amenaza de Santos contra Maduro que hizo 5 días antes del atentado
El pasado 30 de julio de 2018, cinco días antes del intento de magnicidio con drones ejecutado contra el presidente venezolano Nicolás Maduro en un acto de la Guardia Nacional Bolivariana, el mandatario saliente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que “veía cerca” la caída del “régimen” de Maduro en Venezuela. “La veo cerca. Un país con la inflación que tiene Venezuela (…) ese régimen se tiene que desmoronar”, declaró el mandatario saliente este lunes en una entrevista con la agencia AFP en la sede de gobierno colombiano. Esta es sólo una de las múltiples ocasiones en las que el presidente neogranadino ha confesado abiertamente sus intenciones de intervenir en asuntos venezolanos y lograr un cambio de gobierno en el país.
A ocho días de dejar el poder en manos de Iván Duque, también acérrimo rival de Maduro, Santos declaró en la entrevista que considera que “lo mejor” que podría pasarle a Venezuela y Colombia, es que “Maduro caiga”, ojalá de “forma pacífica”.
“Ojalá mañana” mismo terminara el gobierno de Maduro, dijo Santos a AFP el pasado 30 de julio, frente a lo cual “Colombia estaría más que dispuesta y lista a ‘ayudar’ en todas las formas posibles“.
Santos ha mantenido, en sus últimos días en la presidencia de Colombia, una campaña constante contra el Presidente venezolano, haciendo declaraciones prácticamente a diario en su contra. El pasado 22 de junio, en una entrevista con la agencia EFE, Santos señaló: “Sin duda alguna. La salida de Maduro es una condición necesaria para un cambio de régimen y para la devolución a los venezolanos de su democracia“, afirmó el mandatario al responder una pregunta sobre si la salida de Maduro es indispensable para resolver la crisis en Venezuela.
“El régimen de Maduro se va a derrumbar“, señaló Santos en un evento en Madrid el pasado mes de mayo de 2018. El pasado 2 de agosto, al presentar un decreto para regularizar la situación migratoria de 440.000 venezolanos en Colombia, Santos también dijo: “Quiero reiterar nuestra condena a las acciones del régimen venezolano que ha generado esta crisis humanitaria (…) es un régimen que no escucha y que parece que está en un estado de negación total”.
Aunque con algunas pausas, tanto Juan Manuel Santos como su antecesor, Álvaro Uribe Velez, se han caracterizado por ser abiertos cooperantes con el gobierno de Estados Unidos en sus intenciones de derrocar los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Y el gobierno estadounidense tampoco ha ocultado que se vale de su ayuda para agredir a Venezuela.
Hace un año, el entonces director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, declaró en el Foro de Seguridad de Aspen que estaba cooperando con los gobiernos de Colombia y México para lograr la salida del gobierno de Maduro.
“Cuando tienes un país tan grande, con una capacidad económica como la de Venezuela, Estados Unidos tiene un profundo interés en asegurarse que sea tan estable y democrática como sea posible (…) Tengo que ser muy cuidadoso en lo que voy a decir, pero nosotros estamos muy esperanzados de que pueda haber una transición en Venezuela y nosotros, la CIA, estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para entender la dinámica allí, para comunicársela a nuestro Departamento de Estado y a otros. Los colombianos, acabo de estar en Ciudad de México y en Bogotá la semana pasada, hablando sobre este tema, tratando de ayudarlos a entender las cosas que ellos podrían hacer para tener un mejor resultado en su porción del mundo y en nuestra porción del mundo”.
Poco después, en marzo de 2018, Pompeo fue designado por Donald Trump como Secretario de Estado.
Colombia, de las manos de Juan Manuel Santos, también ingresó en la guerrerista Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como socio global, acción ampliamente criticada en todo el mundo.
El gobierno neogranadino también ha tenido un gran protagonismo en el llamado “Grupo de Lima”, una coalición de 12 países que, desde la Organización de Estados Americanos, ha intentado aplicarle la Carta Democrática a Venezuela y lograr diferentes sanciones políticas y comerciales contra el país, entre ellas el negar la venta de alimentos y medicinas, al tiempo que promueve un llamado “corredor humanitario”, el cual es rechazado por el gobierno venezolano porque es visto como una forma solapada de introducir tropas extranjeras en el país e iniciar una intervención militar.
Vista estas y muchas otras declaraciones por parte del presidente saliente de Colombia, no es de extrañar que Maduro haya declarado, horas después del atentado ejecutado en su contra este 4 de agosto, que no tiene duda de “que todo apunta a la ultraderecha venezolana en alianza contra la ultraderecha colombiana” y de que “el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado” y recordó que los hechos se producen días después que Santos declarara que “ve cerca” su salida del poder.
“Han intentado asesinarme el día de hoy, y no tengo duda que todo apunta a la ultraderecha venezolana en alianza con la ultraderecha colombiana, y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado. ¡No tengo dudas! La saña asesina de la oligarquía colombiana. Los primeros elementos de investigación apuntan a Bogotá. Por eso los anuncios dramáticos del final de Maduro y del final del régimen”, señaló el Presidente venezolano este sábado en la noche.
“Es que Juan Manuel Santos entrega la presidencia el 7 de agosto y no se puede ir sin echarle una broma a Venezuela, sin hacerle un daño, una maldad a Venezuela”, añadió Maduro, quien pidió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a la inteligencia y contrainteligencia estar en máxima alerta.
Al respecto, la cancillería de Colombia emitió un escueto comunicado rechazando enfáticamente las acusaciones.
El Presidente Maduro también ha advertido en febrero y en junio de este año que existe la posibilidad de una agresión militar desde Colombia, así como la posibilidad de simularse un ataque desde el país vecino para alterar la paz y provocar un conflicto armado, razón por la cual ha emitido la orden de estar en máxima alerta.