Con la siembra de nogales honran memoria del Libertador en el día de San Simón
Dos ejemplares de nogal, especie típica del Parque Nacional Waraira Repano
Dos ejemplares de nogal, especie típica del Parque Nacional Waraira Repano en peligro crítico de extinción, fueron sembrados en la sede del Centro de Estudios Simón Bolívar (CESB), ubicada en San Bernardino, como parte de las actividades de celebración del 4to aniversario de esta institución y del día de San Simón este lunes 28 de octubre.
La actividad contó con la participación del Consejo Comunal Próceres de San Bernardino y el apoyo del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec), a través del Proyecto de Divulgación, Protección y Conservación del Nogal de Caracas, quienes aportaron las dos pequeñas plantas.
Marian Marrero, en representación del CESB, agradeció esta alianza con la comunidad donde hace vida la institución y con el Ministerio de Ecosocialismo, que permitió la realización de esta hermosa y significativa acción, a propósito de cumplirse cuatro años del Centro de Estudios, democratizando el pensamiento del Libertador; el día de San Simón, onomástico del Padre de la Patria y los 255 años del natalicio del maestro Simón Rodríguez. “Esta especie de árbol es símbolo de fuerza y longevidad, inteligencia, sabiduría, reflexión considerada y madurez, cualidades presentes en Bolívar”, resaltó.
Mailen Riveros, miembro del Consejo Comunal, retribuyó el sentimiento de gratitud al CESB por abrir las puertas de sus instalaciones que son un hermoso espacio natural a orillas del Waraira Repano.
Destacó además que en San Bernardino hacen vida 14 consejos comunales que han participado en la labor de cuido y conversación de los árboles que abundan en esta parroquia, además de realizar un censo e inventario del número de especies existentes y los espacios para sembrar.
José Antonio Pérez, en representación de la Dirección de Diversidad Biológica del Minec, explicó que el nogal de Caracas (Juglans venezuelensis) fue encontrado inicialmente por los colonizadores españoles en lo que hoy es Antímano, donde había una gran población, y fue explotado para aprovechar su madera, acabando con todos los ejemplares de la zona.
“Nuestro nogal se consideraba extinto, hasta que en la década de los 90 encontraron unos árboles en el Camino de los Españoles”, exactamente dos poblaciones que fueron exploradas por unos científicos en el año 2000, después de la vaguada que afectó al estado Vargas.
Entre las características de la planta, indicó que “es muy delicado en los primeros años, pero al crecer protege las cuencas de los ríos y ayuda a mantener el nivel freático de los suelos, por lo que es llamado “nogal de manantial”.
También protege a otras especies que viven bajo su sombra, produce una gran cantidad de oxígeno y consume dióxido de carbono, por lo cual contribuye con la salud de los caraqueños. Su fruto es una nuez muy gruesa que sirve de comida a las ardillas y son diseminadas por las lapas. “Nuestro objetivo es poder sacarlo del peligro de extinción”, dijo el especialista.
Marvin Jiménez, quien también es parte del proyecto de preservación del Nogal, enfatizó en el valor de esta especie emblemática que puede dar origen a investigaciones de carácter histórico. “Tiene una historia muy bonita e interesante (…) por ejemplo, las puertas del Aula Magna de la UCV y de la Catedral posiblemente están hechas con madera de nogal de Caracas”, apuntó.
Además, agregó que es un árbol con un valor espiritual para nuestros ancestros aborígenes, ya que muchos hacían sus rituales bajo los nogales.
En la actividad estuvo presente la cronista de San Bernardino, María Teresa Perera, trabajadores del Centro de Estudios Simón Bolívar y miembros de la comunidad.
Nota de Prensa