CNE repudia agresiones por parte de dirigentes políticos que desprecian la paz

El Consejo Nacional Electoral repudia las agresiones, insultos y vilipendios a las que han sido sometidos los miembros de esta organización, especialmente las rectoras, por parte de cierta dirigencia política del país.

 

"Las reiteradas amenazas, acusaciones e insultos que con tanta ligereza se hacen por parte de las vocerías políticas, conspiran de manera grotesca contra la necesidad de comunicación y entendimiento sensato entre factores políticos y el Poder Electoral venezolano", expresó la presidente del CNE, Tibisay Lucena.

 

Durante una rueda de prensa manifestó que "resulta inaceptable que cualquier ciudadano en conocimiento y uso de sus derechos políticos -que además ejercen cargos públicos por vía de una elección popular en la que estas autoridades administramos el proceso desde el inicio y hasta la proclamación de ellos mismos- ahora desconociendo sin ninguna vergüenza sus deberes y responsabilidades, pretendan convertir la política nacional por vía de una estrategia para la devastación de las distintas instituciones del Estado".

 

Desde la sede del CNE en Caracas, la responsable del ente comicial denunció a través de un comunicado que "estas vulgaridades se dicen con la prepotencia de aquel que se jacta de hacer uso florido del lenguaje" y calificó de inadmisible que cualquier político ataque las instituciones públicas.

 

Señaló que las declaraciones contra el ente electoral demuestran un "desprecio a la dignidad y desprecio por las personas". "En las amenazas no hay recursos jurídicos, en los insultos no se anexan escritos probatorios, en los vilipendios no se conjuga ninguna demanda fundamentada en la Ley", subrayó.

 

Rechazó lo que parece ser para algunos "nuevas formas de hacer política y promover liderazgo en el país" y puntualizó que la gravedad del hecho es que "no existe límite alguno en ciertos personajes que ciegamente desprecian la urgencia de vivir y relacionarnos en paz".

 

Igualmente, rechazó que la violencia verbal y la incitación al odio sean nuevas formas de hacer política en el país, y destaca la responsabilidad que conlleva ser funcionarios y asumir la dirección de las instituciones del Estado.