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“Ángeles vengadores” organizaron rescate de Chávez en 2002

El periodista y profesor universitario Carlos Zavarce ofreció su opinión sobre los sucesos de 2002, hecho histórico que vivió muy de cerca

Este martes se cumplen 14 años de la constitución del régimen írrito de Pedro Carmona Estanga, Venezuela y otras latitudes del mundo recuerdan este lamentable hecho como la mayor conspiración de la burguesía criolla y foránea que, por medio del desprestigio, rumores y la desestabilización mediática atentaron contra las instituciones del Estado, contra el presidente de la República, Hugo Chávez Frías y contra un pueblo indefenso, cuyo resultado arrojó un total de 19 personas asesinadas y más de 70 resultaron heridas.

Pedro Carmona Estanga fue una prueba fehaciente de que, a la hora de la chiquita, la burguesía puede utilizar muchas máscaras para mimetizarse e impedir a toda costa la lucha socialista en Venezuela. Para ahondar un poco más sobre el fallido golpe de “Pedro, el breve”, el periodista y profesor universitario Carlos Zavarce nos ofreció su opinión sobre un hecho histórico que vivió muy de cerca.

-¿Qué recuerdo tiene sobre los sucesos del 12 de abril de 2002, fecha en que la burguesía controló el poder político del país?

Ese día yo estaba en la Defensoría del Pueblo, formaba parte de esa institución del Estado y, en esa época, habían designado tres funcionarios para que atendiera los sucesos de Puente Llaguno, entre ellos estaba yo. La crisis del 11 de abril inició porque la Policía Metropolitana (PM) entró a Puente Llaguno desde el norte y desde el sur de la capital para consumar el golpe de Estado.

Además, cuando la Policía Metropolitana comenzó a disparar contra las personas que estábamos en Puente Llaguno pudimos observar que francotiradores habían iniciado el asesinato de manifestantes con tiros de gracia en la cabeza. Sin embargo, hubo un detalle: ¿A qué personas les dispararon? A los que tenían más pinta de periodistas. La Policía Metropolitana y los francotiradores querían generar una gran crisis y, a mi particularmente, me tocó ver como personas infiltradas tenían unas especies de punzones con agujas muy largas con la cual pinchaban a la gente y a los pocos minutos los veías sangrar y caer en el pavimento.

Recuerdo que durante los hechos de 2002 se montó una carpa médica en los patios del Palacio de Miraflores. Ese detalle fue interesante porque tuvimos que cargar personas heridas hacia allá. Los funcionarios de la Defensoría del Pueblo vimos caer una muchacha embarazada, un francotirador estaba debajo de una tarima montada al frente de Miraflores y le disparó. Fue realmente triste porque cayó muerta debajo de los barrotes, no hubo manera de salvarla.

-En los hechos del 11 y 12 de abril de 2002 la burguesía venezolana argumentó que el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez se consumó como parte de una “transición democrática”. ¿En la actualidad, la derecha utiliza ese mismo argumento para derrocar al presidente Nicolás Maduro?

A las palabras se les da el peso y la connotación que desea el emisor. En abril de 2002 la oposición habló de una “transición democrática”; sin embargo, podemos considerar como democrático que en el discurso de Pedro Carmona Estanga se haya eliminado Poderes del Estado como la Defensoría del Pueblo (DP), la Fiscalía General de la República (FGR), la Asamblea Nacional (AN) o el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). ¿Cómo pudieron hacer eso?, ¿Es democrático?, ¿Tiene algún principio que responda a la Carta Magna? En 2016 se está repitiendo la misma historia, la burguesía le está pidiendo al presidente Nicolás Maduro que renuncie pero (…) ¿cuál es el argumento?: ¿Qué Maduro no trabaja como Henry Ramos Allup? Eso es algo raro, porque el Presidente sale dos o tres veces al día por los medios, hace cadenas de radio y televisión y la oposición alega que él no está trabajando. Es un argumento que se cae por su propio peso. Por eso la Revolución Bolivariana debe aprender a gobernar con un Parlamento en contra. Simple, no hay más para donde agarrar.

-¿Cómo fue la cobertura de los medios de comunicación privados el 12 de abril de 2002, ese acontecimiento tiene alguna similitud con el asedio que sufre Venezuela desde el año 2013?

En los sucesos del 11 y 12 de abril de 2002 hubo un trabajo previamente planificado. En sendas entrevistas que fueron publicadas el 12 de abril en los diarios El Universal y El Nacional a página completa, el vicepresidente de Directv de aquel entonces explicó con lujo de detalles como esa empresa creó un máster externo en el que conectó a RCTV, Venevisión, Televen y Globovisión a una fibra óptica con los canales de cable. Eso no se hizo en una semana. Directv se llevó más de un año creando el máster externo y, además, lo hizo en secreto.

La oposición y Directv estaban conscientes que si interrumpían al presidente Hugo Chávez durante su alocución, él los iba a sacar del aire y, efectivamente, así sucedió. Sin embargo, cinco minutos después que Chávez tomó la decisión RCTV, Venevisión, Televen y Globovisión mandan la señal al máster oculto, de allí sale la señal al satélite de Directv y el satélite regresa la señal en señal abierta violando abiertamente el espacio aéreo de Venezuela. ¿Quién estuvo involucrado? Gustavo Cisneros. A 14 años del golpe podemos decir que Cisneros continúa involucrado en actos desestabilizadores, porque si hacemos un análisis de contenido a la publicidad de Globovisión descubriremos que parte de esa publicidad es del grupo Cisneros. Es decir, quien paga la publicidad puede financiar un medio como Globovisión. Por tanto, Cisneros no se ha detenido, lo que pasa es que él se oculta.

El 12 de abril de 2002 canales de televisión y radios comerciales se volvieron autistas, cerraron todo. ¿Qué emisoras y medios quedaron al aire? Solo dos emisoras de grupos protestantes y la radio Fe y Alegría. Comunicacionalmente, Ellos hicieron el trabajo. Fueron los únicos que se mantuvieron en el aire. Recuerdo que pastores gritaban durante la transmisión en vivo “Que bajen los ángeles vengadores” y mi esposa Míriam Ledezma y yo llegamos a pensar que los iban a allanar o a masacrar. Hay que tener mucho valor en un momento como ese, porque se suponía que todo estaba perdido.

Otro detalle de los hechos de abril de 2002 fue el proceso de comunicación cara a cara, los medios habían quedado aislados. Sin embargo, la gente se organizó sin dirigencia y eso fue interesante. La gente empezó la pelea, empezó a discutir, inició el conflicto. A las 6:00 de la tarde del 12 de abril el caldo de cultivo en Caracas fue extraordinario, tanto es así que mientras Pedro Carmona Estanga y compañía estaban en el Palacio de Miraflores derogando todos los Poderes, en la calle la clase obrera estaba organizándose y agitando las puertas de Miraflores. ¿Qué terminó de hacer la oposición? Salieron corriendo como ratas.

-Durante el golpe de Estado de 2002 voceros de oposición llegaron a sostener que el nuevo gobierno había “nacido limpiamente” por clamor de los venezolanos. ¿Este hecho tiene alguna semejanza con las acciones que emprende la burguesía para derrocar al presidente Nicolás Maduro?

Para entender los hechos del 12 de abril es importante saber manejar la utilización de conceptos. Efectivamente, la oposición continúa hablando de “ciudadanos” ante la opinión pública; sin embargo, un ciudadano no es imagen de pueblo; un ciudadano es una élite. La burguesía considera que ciudadano debe ser estrictamente una persona que ha estudiado o tiene bienes materiales.

Para la oposición un voto popular no tiene el mismo valor que el voto un burgués de El Cafetal, Los Naranjos, El Hatillo u otro municipio de oposición. Es decir, ellos consideran que la gente de zonas populares no tienen capacidad de pensar. En la actualidad, los medios están utilizando los mismos argumentos de 2002 porque, efectivamente, la derecha siente que ellos son los que piensan y los demás no.

Por eso, hoy en día, vemos como hablan de periodismo ciudadano y ciudadanía organizada, cuyos rasgos no tienen nada que ver con consejos comunales o las Siete Leyes del Poder Popular. Es decir, sus grupos organizados son los mismos que fomentan las guarimbas y todos los procesos destructivos en el país. Sin duda, ellos no piensan en función de lo colectivo porque consideran a la clase obrera, a los descamisados, a el ignorante, a el analfabeta, a el desdentado y al pobre como seres inferiores. El discurso sigue siendo el mismo.

Además, la gente de la base cada vez es más crítica. En la actualidad tenemos un problema de incompatibilidad entre los que se llaman “cuadros” y las masas. Yo creo que los comunicadores no hemos asumido responsabilidades a la hora de generar productos comunicacionales yo, en lo particular,  considero que deberíamos ser más homogéneos y meternos más en una misma línea de pensamiento, sin importar si somos marxistas, comunistas o del Partido Socialista Unido de Venezuela. Deberíamos trabajar en pro de construir una patria de justicia y de equidad.

-El 12 de abril de 2002 Pedro Carmona Estanga prometió durante su régimen de facto “restablecer” la justicia, la igualdad, la solidaridad y, especialmente, la responsabilidad social. ¿La Asamblea Nacional de oposición cumplirá estas promesas en la actualidad?

Del lado de ellos eso nunca se ha cumplido, es solo un discurso. Sus principios de vida son el individualismo, el egoísmo y el lucro. Todo eso está reñido con el concepto de justicia social; es decir, Si tú eres empresario tratarás de sacar plusvalía y ganancias a tu inversión. Por eso la derecha considera que la partida presupuestaria asignada a la clase trabajadora es un gasto social, mientras que desde las filas del chavismo se plantea que los recursos entregados a la gente es una inversión social que será redituada y a crecerá como una semilla. Son dos conceptos totalmente distintos y opuestos.

En la actualidad la derecha discute una Ley de bono adicional de cestaticket y medicina para los pensionados; empero, esa ley y no establecen un lazo presupuestario para costear unos 12 mil bolívares mensuales a tres millones de venezolanos. Ese es el presupuesto de tres estados de Venezuela, es imposible cubrirlo. Pudieron haber hecho una ley que establezca los mecanismos de cómo se va a financiar eso. En mi opinión es muy sencillo: a través de un impuesto, porque de otra manera es imposible financiarlo. Con esa propuesta demuestran que su visión  es neoliberal y de la más radical.

-¿Qué impacto comunicacional ha tenido la Ley de Amnistía, la Ley de Títulos de Propiedad y la Guerra Económica, partiendo que este último punto pudieran ser los pies de barro de la Revolución Bolivariana?

La Ley de Amnistía solo ha tenido relevancia mediática. La gente sigue sin entender o no se identifica con la dichosa Ley. ¿Cómo lo sabemos? Fácil: veamos cuántas personas movilizaron recientemente en apoyo a esa ley. No lograron llenar una cuadra en Chacaito a pesar de la convocatoria que hubo de cantantes y famosos. Además, ¿Cuánta gente se identifica con esa Ley? En la vía de los hechos pareciera que nadie, por eso siguen sin fuerza.

Con respecto a la ley de Títulos de Propiedad eso se logró desinflar rapidito. Se pudo comprobar que cuando un banco te ofrece un préstamo para adquirir una vivienda, el hogar no será tuyo hasta que logres cancelar el último centavo. Es decir, un trabajador puede pasar hasta 20 años pagando una vivienda bajo régimen hipotecario.

El punto más fuerte que tiene la burguesía para desestabilizar es en el área de los alimentos. La oposición cuenta con aliados fundamentales como la transnacional Cargill, Empresas Polar, cadenas de supermercados y de farmacias. Las cadenas históricamente han sido enemigas del pueblo, por algo son cadenas y son monopolios. Sin embargo, en el caso de Cargill y Empresas Polar son socios y manejan el 80% de la distribución de alimentos. Como mucho, el Estado venezolano tiene apenas el tres por ciento de los 20 mil puntos de distribución en el país.

Pero también la clase obrera sufre el fenómeno del bachaqueo y, en mi opinión, si utilizara una categoría marxista los calificaría como el “Ejército de reserva” de Carlos Marx. Los bachaqueros son los marginados, los que no van a pelear por nada sino por sus propios intereses, ellos son los supervivientes del sistema capitalista. Aún no se ha hecho un estudio real sobre eso, no hemos desmontado sus mecanismos. Los bachaqueros son esclavos que van de un sitio a otro buscando mercancías que no van a consumir. A ellos la burguesía les está pagando para que recolecten productos, no para consumirlos, ni para venderlos de manera directa, porque se los entregan a sus financistas, quienes los distribuyen, los montan en camiones y hacen lo que quieran.

-¿Si el presidente Maduro disuelve la Asamblea Nacional y se convoca a elecciones legislativas la burguesía puede nuevamente argumentar que con ellos se acabarían las colas?

Ese argumento se les acabó. ¿Dónde está el trabajo de ellos? Está en la desestabilización y en lo que se llama “efecto vitrina” porque, efectivamente, le están encareciendo la vida a la clase obrera, producen la misma cantidad de mercancías pero simplifican la producción; es decir, si antes 20 personas podían acceder al producto ahora solo un venezolano puede adquirirlo porque tiene el mayor poder adquisitivo.

Una empresa como Procter & Gamble no pierde nada y, además, ahorra un turno de trabajo, menos personal y menos envases de empaque para obtener las mismas ganancias en el proceso de producción. Yo creo que los análisis comunicacionales deben ser complejos y no satanizar únicamente a los bachaqueros. Está gente es el “Ejército de reserva” de Carlos Marx y son los desclasados que están sirviendo a los deseos y necesidades de la burguesía.

-¿Cuáles son las debilidades y fortalezas del revolucionario del año 2002, del presente y del futuro?

Los revolucionarios que vivieron los sucesos del 12 de abril tienen 14 años más. Si tenían 50 en aquel momento, ahora tienen 64. la gente ha guardado esos hechos en la memoria; sin embargo, puede ser efímera si no se alimenta permanentemente. Los medios de comunicación conscientes debemos hacer ese trabajo.

Otro problema que tiene la sociedad venezolana es que hay una alta tasa de crecimiento poblacional, eso significa que dentro del proceso chavista hay un gentío que no conoce los sucesos de abril de 2002. Por lo tanto, es mucho más susceptible a que le mientan sobre lo ocurrido. Por ejemplo, cuando tu ves a una señora en la calle afirmando cosas como: ¡Es que este nivel de inflación nunca había sucedido en el país! Podemos decir que esa mujer no tiene memoria, porque hubo un tiempo en que la inflación era tan salvaje que tu veías un par de zapatos en 10 mil bolívares en la mañana y en la tarde cuando los ibas a comprar ya estaban en 18 mil. Era un momento de hiperinflación.

Además, en la actualidad tenemos enemigos muy buenos; tenemos a los empresarios y comerciantes como enemigos, quienes son los que abren o cierran la llave del agua. El Estado puede normar pero no puede obligar a un empresario a que produzca. Ellos están jugando al desgaste, porque quieren recursos como el coltán, el oro, el petróleo y el agua.

-Desde el golpe de Estado de 2002 medios de comunicación privados y foráneos han sido transmisores de información, símbolos, ideas, imágenes y discursos sobre la Revolución Bolivariana. ¿En qué medida siguen siendo permeables a la ideología burguesa y cuál es su grado de objetividad, partiendo del punto que vivimos en una sociedad mediatizada y prevalecen los intereses de clase?

Nosotros entendemos el mundo desde la visión neoliberal porque así nacimos, así se nos educó en la escuela y en los medios de comunicación. Cuando las empresas de comunicación sacan un antihéroe y lo convierten en héroe… ¿qué nos está enseñando? Nos están enseñando por la vía práctica que ese es el único camino y eso nos está limitando las salidas, alternativas y el cerebro, porque no tenemos esa otra parte del racionamiento.

Nuestro trabajo a través de los medios han sido inconexos, el trabajo más permanente lo hizo Chávez en un discurso en que se echó sobre los hombros el trabajo que deberían hacer miles de personas y de comunicadores. Quizás era un militar y no sabía delegar, pero nosotros tampoco supimos agarrar el sartén por el mango y tomar las decisiones.

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