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ALBA-TCP respalda el compromiso con la paz, el diálogo y la unidad en América Latina y el Caribe

Resalta el nacimiento del nuevo mundo pluripolar, y convocan a los pueblos del continente a retomar el camino de la unidad

La  Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), destaca su respaldo y compromiso a los países que participan en la la IX cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reiterando su compromiso con la paz, el diálogo y la unidad en América Latina y el Caribe.

Mediante un comunicado resalta el nacimiento del nuevo mundo pluripolar, y convocan a los pueblos del continente a retomar el camino de la unidad como verdadera esperanza de futuro

 

Texto íntegro de comunicado:

Este 2025 llega en un momento de definiciones y desafíos estratégicos muy particulares, que convocan a los pueblos del continente a retomar el camino de la unidad como verdadera esperanza de futuro y como apuesta soberana regional, en medio de un cambio en el equilibrio de poderes globales.

La situación del sistema geopolítico del mundo en desarrollo es crucial, turbulenta e impredecible. El nacimiento del nuevo mundo pluripolar ha desatado la reacción desesperada del modelo de dominación que, inevitablemente, languidece, pero que apela a todo su arsenal económico, ideológico y militar para intentar recuperar su posición.

La paz, la estabilidad y la seguridad de las naciones se ven amenazadas por agresiones, intentos de desestabilización, mentiras, medidas coercitivas unilaterales, presiones arancelarias y guerras no convencionales, cognitivas y comunicacionales.

Durante el siglo XXI, la región latinoamericana y caribeña se ha visto fuertemente amenazada por la irracionalidad de la hegemonía estadounidense que, hoy más que nunca, se expresa en el intento de replantear la dinámica de control imperialista, ya superada, para seguir arrinconando al mundo hacia la guerra sin fin, el saqueo de los pueblos y hasta la debacle nuclear.

Inspirados en la indeclinable moralidad que caracteriza a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) desde hace 20 años, sus países miembros aprovechan esta ocasión especial, durante la IX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), para alzar inequívocamente sus voces en defensa del lema fundacional de este foro unitario de toda nuestra América, la búsqueda de la “unidad en la diversidad”.

En este contexto, superar juntos los intentos extorsivos y chantajes indebidos del Norte global en decadencia y herido de muerte; condenar la criminalización de las poblaciones migrantes; defender y potenciar la identidad de nuestros pueblos; así como neutralizar cualquier intención de imponer conflictos orquestados por intereses externos, debe redefinir las razones y reorientar las acciones para asegurar los caminos de unión y paz de los pueblos y gobiernos de Nuestra América.

En este cambio de era, en el que emerge un orden global multipolar, la unidad es una necesidad inminente y un principio ineludible ante la decadencia del sistema hegemónico y su obsoleta geopolítica de dominación. El ALBA, constituido sobre los principios de cooperación, solidaridad, complementariedad, respeto a la soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos, hace un claro llamado a consolidar, de manera perentoria e impostergable, la unidad de América Latina y el Caribe, sin recurrir a sesgos ideológicos ni a viejos patrones de poder, basándose en el compromiso inexorable de preservar la sagrada dignidad de los pueblos libres de la región, desde el Río Bravo hasta la Patagonia.

Ante este escenario, los países miembros de la Alianza Bolivariana reafirman también su plena y fortalecida adhesión a la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, que hoy cobra renovada vigencia y pertinencia, con la certeza de que la CELAC debe consolidarse, con habilidad diplomática y liderazgo colectivo, no sólo como el mecanismo por excelencia de concertación política, para hacer prevalecer la defensa de la paz, la seguridad y la vida de los pueblos de la región; sino también como la vanguardia de un proceso de unión que exige ser resignificado en la transición civilizatoria, como alternativa de futuro.

“La grandeza de un pueblo

no se mide por la extensión de su territorio,

sino por la dignidad y el honor de sus hijos”.

– Francisco Morazán

“¡El que duda está perdido!”

– Simón Bolívar

Caracas, 9 de abril de 2025

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