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Funvisis siembra cultura sísmica en el pueblo venezolano

En Venezuela, los eventos sísmicos representan uno de los mayores riesgos potenciales en cuanto a pérdidas humanas y económicas. Actualmente, un aproximado de 80% de la población vive en zonas de alta amenaza sísmica, variable que aumenta el nivel de riesgo, haciéndolo cada vez mayor a medida que se eleva el índice demográfico y las inversiones en infraestructura.

Desde la fundación de los primeros asentamientos coloniales en el siglo XVI, el país ha sufrido los efectos de los terremotos. Su historia sísmica revela que durante el período 1530-2004, ocurrieron más de 130 eventos sísmicos de grandes proporciones, los cuales provocaron algún tipo de daño en varias poblaciones venezolanas.

La zona de mayor actividad sísmica del territorio nacional corresponde a una franja de unos 100 km de ancho, definida a lo largo de los sistemas montañosos de Los Andes, la Cordillera Central y la Cordillera Oriental, territorios en los que se ubican los principales sistemas de fallas sismogénicas del país: Boconó, San Sebastián y El Pilar, respectivamente.

Además de este sistema de accidentes tectónicos, existen otras fallas activas menores como Oca-Ancón, Valera, La Victoria y Urica, capaces de producir sismos importantes. Los sistemas de fallas de Boconó-San Sebastián-El Pilar han sido propuestos como el límite principal entre las Placas Caribe y América del Sur, causantes de los sismos más severos ocurridos en suelo venezolano.

Primeras investigaciones

Producto del terremoto ocurrido en Caracas el 29 de julio de 1967, que ocasionó alrededor de 300 muertos, 2 mil heridos y pérdidas materiales superiores a los 400 millones de bolívares, se impulsó el avance de las investigaciones sismológicas en el país, pues, a partir de esa fecha, por disposición presidencial se crearon dos comisiones para evaluar los efectos del sismo en la nación.

Como resultado de estas investigaciones, se planteó ante el Ejecutivo Nacional la necesidad de crear una institución especializada en el estudio e investigación de los eventos sísmicos, los cuales, lejos de constituir eventos fortuitos, forman parte de la dinámica terrestre. De esta forma y acogiéndose a las propuestas de las comisiones ad-honorem designadas según el Decreto N° 797, de fecha 24 de noviembre de 1971, se establece la creación de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), mediante el Decreto N° 1.053, publicado en la Gaceta Oficial N° 29.864, de fecha 27 de julio de 1972, hoy adscrita al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct).

Funvisis tiene por objetivo ejecutar y promover permanentemente investigaciones y estudios sismológicos, destinados a atender la demanda de seguridad en la población venezolana ante la amenaza sísmica; la formación de personal especializado y divulgar los nuevos conocimientos de las ciencias en esta materia.

Con el propósito de conocer con exactitud cuándo y dónde ocurren los terremotos, se han diseñado redes de estaciones sismológicas en todas partes del mundo. Estas redes son el conjunto de estaciones que reportan los datos registrados por instrumentos (sismómetros) a una estación central para su análisis.

La Red Sismológica Nacional Satelital está constituida por 37 estaciones sismológicas Banda Ancha distribuidas en las zonas de mayor actividad sísmica en el país. Adicionalmente, se cuenta con las Redes Locales –proyecto actualmente en ejecución– que complementan a la Red Nacional con información de carácter local.

Respuesta inmediata

En la historia contemporánea de Venezuela han habido dos terremotos que dejaron huellas en el pueblo: el de Caracas de 1967, de magnitud 6,6 Mw, y 30 años después, el de Cariaco, estado Sucre, exactamente el 9 de julio de 1997, de 6,9 Mw.

Durante el primer trimestre del año 2015, el Servicio Sismológico Nacional de Funvisis registró 122 sismos de magnitud mayor o igual a 2,5 Mw, cifras totalmente normales en un país sísmico como Venezuela. En enero se localizaron 29 sismos, en febrero 63 y en marzo 20, de los cuales solo ocho se sintieron en la población. En el mismo periodo del año 2014 se registraron 157 sismos (enero 41, febrero 68 y marzo 48).

Desde hace más de dos años, Funvisis puso en funcionamiento la publicación de cálculos automáticos de eventos sísmicos, a través de su página web, para optimizar los tiempos de respuesta y tener resultados preliminares en menos de cinco minutos. Esta institución mantiene la metodología de emitir un reporte sismológico revisado por un analista de sismograma, quien se encarga de extraer y analizar cada una de las señales para calcular los parámetros hipocentrales del sismo (hora de ocurrencia, latitud, longitud, profundidad y magnitud).

Los datos finales son publicados posteriormente, tanto en la página web como en la cuenta de Twitter @Funvisis. Estos resultados presentan una mejor precisión por involucrar datos sismológicos locales y regionales, cercanos a la fuente sísmica.

Prevención para salvar vidas

Ante la necesidad de promover una cultura sismológica en el pueblo venezolano, la Fundación impulsa el Proyecto Educativo Aula Sísmica “Madeleilis Guzmán” -en honor a la maestra que entregó su vida para salvar a dos de sus estudiantes en el terremoto de Cariaco-, el cual es un programa educativo dirigido a las comunidades, grupos estudiantiles e instituciones, que conjuga la experiencia profesional y los recursos didácticos para transmitir, de manera pedagógica, diversos conocimientos e información técnica relacionada con la autoprotección ciudadana ante la ocurrencia de un sismo.

La Fundación cuenta con cuatro Aulas Sísmicas, de las cuales tres se inauguraron este año: una en Carora y otra en El Tocuyo, estado Lara, y recientemente se inauguró una tercera en el oriente del país, exactamente en Cariaco, estado Sucre.

Hasta mediados de mayo de este año, Funvisis ha logrado atender a 13 mil 441 ciudadanos a través del programa educativo Aula Sísmica, mediante jornadas comunitarias, talleres y congresos. Adicionalmente, a través del Museo Sismológico de Caracas se atendieron 2 mil 666 visitantes, provenientes de diferentes instituciones educativas y público en general, totalizando 16.107 personas formadas en prevención sísmica.

Otro espacio que ha permitido el fortalecimiento de la cultura sísmica en Venezuela es el Museo Sismológico de Caracas, ubicado en el Observatorio Cagigal, parroquia 23 de Enero, el cual permite la transmisión de una evolución histórica, cultural y científica sobre la sismología en Venezuela y el mundo. De igual forma, recientemente se inauguró la sala Tsunami en este museo, con el propósito de continuar la preparación de las comunidades ante la posible ocurrencia de este tipo de fenómeno natural que pudiese afectar las costas venezolanas.

Qué hacer ante un sismo

Un sismo es un movimiento súbito e impredecible de una parte de la corteza terrestre, ocasionado por fuerzas ubicadas en el interior de la tierra. Puede ser de origen tectónico, producido por el desplazamiento de bloques de la litosfera; volcánico, generado por la expulsión de magma hacia la superficie, o incluso de origen inducido, por efecto de la actividad humana (presas hidroeléctricas, extracción de hidrocarburos, minería, etc). En ambos casos hay una liberación de energía acumulada que se transmite en forma de ondas elásticas, causando vibraciones y oscilaciones a su paso, a través de las rocas sólidas del manto y la litosfera, hasta “arribar” a la superficie terrestre.

Antes de un sismo, las personas deben ubicar el lugar más seguro y accesible de su casa u oficina, y en ese espacio, tener un kit de prevención sísmica que contenga un botiquín de primeros auxilios, agua, comida, destapador, radio, linterna, baterías, extintor y un pito, entre otros.

Asimismo, al momento del sismo se recomienda mantener la calma, protegerse de cualquier objeto que pueda golpearlo al caer, ubicarse debajo de mesas, escritorios, camas o resguardarse en un lugar resistente de la edificación. También se aconseja alejarse de ventanas, espejos y puertas de vidrio; si está en la calle, debe apartarse de edificaciones, paredes, postes, árboles, cables eléctricos y otros elementos que se puedan desprender.

Después del sismo, es importante interrumpir los servicios de gas, agua y electricidad; no encender fósforos, velas ni yesqueros, porque de haber ruptura de las tuberías de gas puede provocar una explosión; alejarse de construcciones que se pueda derrumbar y encender la radio para escuchar las recomendaciones de las autoridades.

Las instituciones públicas y privadas, así como comunidades organizadas, interesadas en solicitar los talleres de Prevención Sísmica, deben enviar una carta a la presidenta de Funvisis, Aura Emilia Fernández, con atención al Aula Sísmica, a través del correo prevención@funvisis.gob.ve o por el Fax: (0212) 257-9977. También llamando a 0-800-Temblor (0-800-836-2567) o a los teléfonos: (0212) 257-7672 / 258-0308 extensiones: 252 y 253.

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