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Yolanda Delgado :“Es necesario cambiar la formación de los periodistas en las universidades”

La también docente aboga por una revisión a la ley que rige las casas de estudios y combate la idea de no trabajar en comunidad

Yolanda Delgado, profesora universitaria, cantante, compositora, poeta, periodista y actualmente es la directora de la Biblioteca Pública María Calcaño de Maracaibo. En sus más de 25 años de trayectoria, destacan dos premios nacionales de periodismo. Uno en 2006, con el programa radial De México a la Patagonia y el que recibirá esta tarde.

Delgado no elude a los premios, pero tampoco trabajar para ganárselos. Su misión es ofrecer una faceta distinta que suele llevar informaciones veraces de lo que acontece en el país y en Latinoamérica.

Hace tres años creó la emisora Alborada 100,9 FM, lego de recibir una concesión por parte de Conatel, para comenzar con un proyecto de radio “en el que mucha gente no creía”, pero con convicción la llevó adelante hasta convertirla en “sustentable económicamente”.

Todos los días, Delgado lleva los hilos del programa Latinoamérica, una ventana informativa que hace énfasis en el lenguaje para abordar con profundidad los asuntos que suceden en los países del continente latinoamericano, con un guión distinto.

En su espacio, Delgado muestra con locución, entrevistas, audios y música lo que acontece, gracias a su espacio en la emisora ubicada en la Calle Carabobo de Maracaibo.

UNA PROPUESTA DISTINTA

Delgado no se esperaba el premio. En realidad se postuló para mostrar que se puede hacer una propuesta distinta en una ciudad en la que prevalece lo comercial en el medio radiofónico.

Cuando se le interroga qué es Alborada realmente, suele decir que es una emisora privada con una programación diferente y visión distinta de lo que debe ser el lenguaje.

Los que la escuchan tampoco la consideran comunitaria, ni muchos menos pública, pero mantiene en la palestra el combate a los antivalores éticos en la comunidad, la misma en la que esperan dejar una huella diaria, más que recibir un premio.

Hoy, Delgado recibe el Premio Nacional de Periodismo Radial, gracias a la creatividad que a diario deja en el programa Latinoamérica; sin embargo, más que eso, Delgado deja en claro que hace falta un cambio en la formación de los periodistas que egresan de las universidades nacionales.

“Todos somos comunicadores sociales, pero no todos somos periodistas”, exclamó antes de dejar su visió

Yolanda Delgado, profesora universitaria, cantante, compositora, poeta, periodista y actualmente es la directora de la Biblioteca Pública María Calcaño de Maracaibo. En sus más de 25 años de trayectoria, destacan dos premios nacionales de periodismo. Uno en 2006, con el programa radial De México a la Patagonia y el que recibirá esta tarde.

Delgado no elude a los premios, pero tampoco trabajar para ganárselos. Su misión es ofrecer una faceta distinta que suele llevar informaciones veraces de lo que acontece en el país y en Latinoamérica.

Hace tres años creó la emisora Alborada 100,9 FM, lego de recibir una concesión por parte de Conatel, para comenzar con un proyecto de radio “en el que mucha gente no creía”, pero con convicción la llevó adelante hasta convertirla en “sustentable económicamente”.

Todos los días, Delgado lleva los hilos del programa Latinoamérica, una ventana informativa que hace énfasis en el lenguaje para abordar con profundidad los asuntos que suceden en los países del continente latinoamericano, con un guión distinto.

En su espacio, Delgado muestra con locución, entrevistas, audios y música lo que acontece, gracias a su espacio en la emisora ubicada en la Calle Carabobo de Maracaibo.

UNA PROPUESTA DISTINTA

Delgado no se esperaba el premio. En realidad se postuló para mostrar que se puede hacer una propuesta distinta en una ciudad en la que prevalece lo comercial en el medio radiofónico.

Cuando se le interroga qué es Alborada realmente, suele decir que es una emisora privada con una programación diferente y visión distinta de lo que debe ser el lenguaje.

Los que la escuchan tampoco la consideran comunitaria, ni muchos menos pública, pero mantiene en la palestra el combate a los antivalores éticos en la comunidad, la misma en la que esperan dejar una huella diaria, más que recibir un premio.

Hoy, Delgado recibe el Premio Nacional de Periodismo Radial, gracias a la creatividad que a diario deja en el programa Latinoamérica; sin embargo, más que eso, Delgado deja en claro que hace falta un cambio en la formación de los periodistas que egresan de las universidades nacionales.

“Todos somos comunicadores sociales, pero no todos somos periodistas”, exclamó antes de dejar su visión al Correo del Orinoco, sobre la formación y transformación que deben hacer los periodistas en la actualidad.

-¿Qué mensaje quiere dar usted con este premio?

-Cuando Alborada Latinoamérica postuló lo hice con un proyecto radial que quiere emerger con coherencia, tomando en cuenta desde el sitio en el que está ubicado hasta lo que emite; incluso, en un contexto en el que se supone que no va a triunfar.

-¿Por qué piensa que no podía triunfar?

– Porque sale en un contexto para competir. La emisora no es comunitaria, no es oficial, no es pública, sale como una empresa privada con un concepto cultural, informativo, ideológico que se supone que no tenía asidero para subsistir.

-¿Hay en Venezuela emisoras así?

-Quisiera saber si en el país hay proyectos vivos como este, que sea privado de radio que apuesta por una radio cultural de información y reflexión.

-¿Por qué lo postula?

-Creo que se debe visibilizar un proyecto exitoso, sustentable, posible en medio de una completa desesperanza de aquellos que anhelan que el lenguaje cambie en el periodismo, pero que no apuestan a su cambio porque no lo ven sustentable. Los que no creen que es posible hacer un trabajo de calidad, profundidad y hacerlo sustentable, es bueno que miren esta experiencia.

-¿Este programa que ganó se parece al que usted tuvo antes, llamado De México a la Patagonia y que también ganó un Premio Nacional de Periodismo?

-No, porque aquel era un reportaje musical en el que se hablaba de la realidad de los países latinoamericanos y se aprovechaba su música para ello. Este es un programa informativo en el que se aprovecha el trabajo para reflexionar la actualidad latinoamericana, comprender la realidad de esos países y hasta compararlos.

-¿Usted esperaba ganar este premio?

-De verdad no, porque los códigos que se presentan, a veces, son como una regla; por ello, muchas veces no se tiene estipulado entender este tipo de programas.

-¿Por qué piensa usted que este tipo de programas no son bien comprendidos en el ámbito nacional?

-Porque el periodismo, desde que es dado en las escuelas, es separado de lo estético; es decir, piensan que lo informativo no tiene nada que ver con la música y que tampoco tiene nada que ver con lo interpretativo. Cuando se pueda volver a unificar todo esto, nos vamos a encontrar con más periodistas integrales y la realidad puede cambiar.

-Cuando iniciaron este proyecto de Alborada ¿No tuvieron temor de sentir algún rechazo en la sociedad de Maracaibo?

-Lo que tuvimos fue convicción. Quisimos comprobar que este tipo de radio debe hacerse y cultivarse. Te doy un ejemplo: nosotros tenemos un lema que lo decimos cada media hora que dice “ciento por ciento libre de payola”. Eso ha causado mucho ruido; hasta el punto que un amigo nuestro no se atrevió a grabar ese mensaje. Por eso, no tuvimos miedo, al contrario, demostramos que es posible hacer una radio diferente.

-¿Cómo considera usted que está la formación de los periodistas en el país?

-Es necesario cambiar la formación de los periodistas en las universidades Estoy apostando por ello desde hace rato. Hablo de todos los pensas de todas las universidades. Los pensas están muy debilitados en la formación del periodista.

-¿Porqué lo dice?

-Cuando uno lee el contenido de lo que dan en la carrera nos damos cuenta que hace falta algo, como la pragmática, semántica, los tres talleres de redacción que debe abarcar tanto al periodista audiovisual como el de impreso. Todo periodista debe saber escribir bien, porque si no lo hace, no hay un fotógrafo que sirva. Alguien que no sepa escribir, es imposible que haga un buen guión audiovisual. Recuerda que en el periodismo todo es lenguaje. Todos son códigos que debemos saber manejar con destreza y pienso que eso se ha olvidado en las universidades.

-De acuerdo con su criterio ¿qué es lo que prevalece en la formación en las universidades?

-Pienso que ahorita está prevaleciendo lo empresarial, gerencial, que a manera cómo elaborar un buen mensaje, además de lo ideológico, informativo y cultural. Los postgrados ahora son en gerencia y todos sabemos que eso es un modelo extrapolado desde lo privado hasta lo público. Llevar lo societario a lo comunitario, significa sembrar una mala semilla en unas instituciones en las que debe prevalecer lo comunitario, así sea privada.

-¿Quiere decir que en las universidades prevalece un modelo de sistema privado?

-Se ha traído el modelo empresarial al universitario y se ha olvidado la Ley de Universidades que se inspira en el modelo autónomo y de investigación que hoy sigue en pie, pero en Venezuela la autonomía se convierte en anarquía, la democracia en demagogia, lo progresivo en progresista, en individualista. Todo esto se debe cambiar para tener nuevos periodistas que no son solo comunicadores sociales, son periodistas.

-¿Para lograr estos cambios, se deben cambiar las cabezas o es mejor que las propuestas salgan de los propios estudiantes?

-Pienso que existen dos frentes: el que está en lo interno de las universidades que no tiene vocería que proponga ese cambio, y mucho más en las universidades autónomas. Todavía hay estudiantes que promulgan un modelo autónomo, comunitario, democrático y progresivo.

-¿Entonces quiere decir que hay gente que todavía puede luchar por un cambio?

-Sí lo hay, pero se necesita cambiar ese marco. Si no lo hacemos, no podemos elaborar curricula en el que se puedan formar un periodista nuevo.

-¿Hay resistencia por parte de las universidades tradicionales?

-Claro que la hay y hasta de otras, porque todas se fueron para ese lado. Derechizaron lo imposible. Una Universidad no puede ser de derecha. Por vocación debe propiciar cambios transformadores. Uno va a la Ley de Universidades (que ya está desfasada) y todavía se encuentran funciones como la extensión que es el brazo político de esas casas de estudios. Ojo, no estamos hablando de partidos, estamos hablando de gestión pública. Eso se acabó, porque lo abandonaron.

-¿Qué necesitan las universidades para ejercer un modelo de transformación?

-Lo primero que deben hacer es apegarse a lo comunitario, porque lo societario, que es lo que hacen, no genera el modelo transformador. Por eso, han erradicado el modelo comunitario. Cuando se trabaja en comunidad se erradica la individualidad y aparece el poder. Una cosa es la autoridad y otra el poder.

-¿Cuál es diferencia entre una cosa y la otra?

-En lo societario hay verticalidad, se ejerce el poder. En lo comunitario hay horizontalidad; por ello, hay diálogo, hay saberes.

-¿Entonces en qué se han convertido nuestras universidades?

-En una fábrica de individualidades que van a mercado a competir para ganar un puesto, no para producir conocimientos y aportar a la sociedad.

-¿Qué se necesita para hacer cambiar esta realidad?

-Si no vamos al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que le eche pichón a la ley que dice que en la universidad se deben realizar elecciones después de ocho años muchas cosas quedaran igual, solo por citar un ejemplo. Pienso que hay miedo a que muchas cosas cambien con unas elecciones.

-Eso es en lo político, pero ¿es suficiente con eso?

-Claro que no. Debemos desarrollar un movimiento ideológico, porque hay material para ello.

-¿Para ese papel están las nuevas universidades?

-Si están, pero también hay que revisarlas en el campo de periodismo y jurídico. Pienso que la UBV está repitiendo el modelo de los licenciados en comunicación social. Yo apuesto a que volvamos a ser periodistas. El periodista es el que reflexiona sobre la autoridad, el que contextualiza y analiza la actualidad. En cambio comunicadores sociales somos todos, porque todos nos comunicamos.

-¿Qué le hacen falta a esos universidades para generar una transformación?

-Se necesita debatir sobre todas esas funciones y no hacer saludos a la bandera cuando rechazamos al CNP, SIP, etc. Estamos quedados en esto, porque una cosa es criticar y la otra proponer.

-¿Tiene que ver un poco el contexto político que se vive en la actualidad?

-Tiene que ver el problema político, pero también cultural. Lo cultural es básico. Lo político está con el proceso y está trabajando, pero no tiene lenguaje. No me refiero a que sean doctos en el verbo. No, no es así, me refiero es que el político debe formarse; por ello hay un vacío inmenso en las propuestas.

-¿Como por ejemplo?

-Todavía se piensa que darle muchos recursos a la UBV es la solución a la formación. Pregunto y ¿qué se está dando ahí? A eso me refiero cuando hablo del lenguaje que es nuestra herramienta de transformación. Si yo digo que estoy trabajando por la transformación y por medio del lenguaje reproduzco los códigos conservadores, lo que hago es reproducir y no transformar. Necesitamos formación, profundización y eso no es fácil.

TyF/ Alex Carmona

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