EE.UU. sacó su carta de ataque indirecto contra Venezuela
Mencionó que esta etapa consiste en embestir al país latinoamericano de manera indirecta "utilizando sus peones". De allí el empleo, en esta oportunidad, de temas que datan desde hace décadas, como el caso del diferendo territorial del Esequibo
El analista internacional Ernesto Wong sostuvo el jueves que el Gobierno de Estados Unidos ha recurrido a una nueva carta para atacar a Venezuela y quebrantar su fortaleza interna y su liderazgo que mantiene en el mundo, como ejemplo de dignidad y autodeterminación.
En entrevista concedida al programa Sin Coba, que transmite Venezolana de Televisión, mencionó que esta etapa consiste en embestir al país latinoamericano de manera indirecta "utilizando sus peones". De allí el empleo, en esta oportunidad, de temas que datan desde hace décadas, como el caso del diferendo territorial del Esequibo.
Como parte de esta controversia territorial y producto de pactos coloniales e imperiales, se despojó a Venezuela de un territorio sujeto desde entonces a reclamación por más de un siglo. Frente a este tema, reiteró Wong, Venezuela mantiene su posición de considerar nulo e írrito el laudo arbitral de 1899 y abraza las vías diplomáticas para resolverla, como por ejemplo el respeto irrestricto al Acuerdo de Ginebra.
El Acuerdo de Ginebra fue suscrito el 17 de febrero de 1966 por los Gobiernos de Venezuela y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en consulta con el Gobierno de Guyana Británica, y establece la conformación de una comisión mixta para resolver la controversia sobre el diferendo territorial.
Mencionó que ante la respuesta diplomática que ha tenido Venezuela, el imperio norteamericano ha recurrido a mover sus piezas, entre ellos la campaña nacional e internacional que busca debilitar las relaciones de amistad entre Venezuela y Guyana y por ello, dijo, no es casual que esté en el medio de dicha campaña la compañía estadounidense Exxon Mobil.
Nueva carta ante un fracaso
Asimismo, el analista internacional dijo que la embestida indirecta del Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela se activó al evidenciarse el apoyo contundente que ha tenido el Gobierno Bolivariano del pueblo venezolano y de los pueblos del mundo.
Recordó que esa realidad quedó demostrado ante la respuesta de repudio contra el decreto injerencias firmado por el presidente de EE.UU., Barack Obama, el pasado 9 de marzo, y el que se señala a Venezuela "como una amenaza inusual y extraordinaria" a su seguridad, acción mediante la cual se pretendió quebrantar la estabilidad del país.
Tras anunciarse la firma de este decreto, el pueblo de Venezuela y los pueblos del mundo pronunciaron al unísono su rechazo, solicitando su derogatoria. La exigencia fue apoyada además por organismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Grupo de los 77+ China, entre otros.
"La demostración que dio el pueblo fue de mucha dignidad cuando firmó el decreto contra Venezuela. Con la respuesta que dio el pueblo de Venezuela se mandó un mensaje contundente: que si seguían la vía del enfrentamiento habría mayor cohesión en el pueblo", mencionó Wong.
Y frente a esta realidad "muy inteligentemente, han tratado de jugar los peones, es decir que esas oligarquías, esas burguesía en Colombia y Guyana, buscando reavivar viejos conflictos para debilitar la posición de unidad que tiene América Latina".
A esa estrategia, mencionó el internacionalista, "se le sumó una de las grandes preocupaciones, y es que en Venezuela este año están las elecciones que van a demostrar esa fortaleza que tiene el proceso revolucionario, que va en una ofensiva y que va marcando pauta en muchos aspecto sociales, incluso, económicos".
Wong señaló que, en vista que también se acerca la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MPNA), en septiembre, Estados Unidos "está tratando de que Venezuela llegue con dificultades, con problemas internacionales, porque al (asumir Venezuela) la presidencia pro témpore de los Países No Alineados, que son más de 120 países, sabe que marcará la pauta en Naciones Unidas", advirtió.
