Comunicado a la comunidad universitaria y el país ante amenazas contra Rosa Asuaje
A la comunidad Universitaria y al país
La amenaza anónima a la vida y tranquilidad de cualquier persona es un hecho detestable, por lo que debe ser rechazado por todas las instituciones que hacen vida en una sociedad donde se aprecia la civilización contra la barbarie.
La situación personal que vive la profesora Rosa Amelia Asuaje de la Universidad de Los Andes ante una amenaza anónima dejada en la puerta de su hogar es, sin lugar a dudas, inaceptable desde cualquier punto de vista. Más aún, cuando se trata de alguien que precisamente está ejerciendo su experticia en virtud de la demanda que le hacen las instituciones de la sociedad venezolana, en correspondencia con la vigente ley de universidades, según la cual la tarea fundamental de la universidad es la contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales (artículo 2 de la Ley de Universidades). Es de conocimiento público el hecho de que a solicitud del Ministerio Público, la profesora Asuaje realizó un informe de peritaje lingüístico. Desafortunadamente, el procedimiento rutinario de requerir la experticia de un profesional reconocido en su área que realiza el Ministerio Público en sus actividades, ha sido esta vez objeto constante de desacreditación pública, con el consiguiente acoso a la integridad de la persona experta, por parte de los medios de comunicación e información.
La amenaza a la profesora Asuaje es una amenaza soterrada pero estridente a toda disidencia dentro de la única institución en el país, la universidad autónoma, en el cual se le consagra constitucionalmente la posibilidad de la autonomía no solo para gobernarse y administrar sus bienes sino para la más importante y trascendental tarea que puede tener institución humana cualquiera: el cultivo de la verdad y de los valores trascendentales de la humanidad (articulo 1 de la Ley de Universidades).
En virtud de lo anterior, y en nuestra condición de universitarios y venezolanos, solicitamos a las instituciones del estado el apoyo necesario que garantice la integridad física de la profesora Asuaje. Asimismo, instamos a las autoridades de las universidades nacionales a que fijen posición clara de repudio ante una amenaza que cierne oscuras sombras incluso sobre el papel de la universidad como institución destinada a la búsqueda de la verdad. Es inadmisible que se someta al escarnio profesional y a la amenaza de la vida a la amenaza de la vida a una profesora experta en su área por haber elaborado un informe científico dentro de un ámbito de conocimiento reconocido y avalado por universidades alrededor del mundo: el análisis del discurso.
A los demás miembros de la sociedad venezolana, les recordamos que la universidad es la casa que vence las sombras precisamente porque tiene la virtud de acoger todas las luces es decir, todos los conocimientos e ideas sin discriminarlas ni ponerlas al servicio de los intereses de circunstancias personales, políticas, económicas o religiosas. Es esa la universidad que compromete sus mejores esfuerzos para el bien de la humanidad toda. Esa es la universidad que buscamos en nuestro afán diario.
Por último, es importante recordar a los medios de comunicación el deber que tienen de someterse a los procedimientos de ley que rigen sobre materia procesal. Erigirse en jueces en función de su capacidad de manipular la opinión pública no solo le hace un flaco favor a los procesos judiciales, sino que además estimula actitudes de hostigamiento como las que sufre la profesora Asuaje en este momento.
En Mérida, a los tres días del mes de febrero de 2015.
Firman miembros de la comunidad venezolana.