Declaración de Santiago: II Reunión Ministerial del Foro Celac-China
Consideramos que esta Reunión Ministerial cumple los propósitos acordados desde la fundación del Foro
“CELAC-China: trabajando por más desarrollo, innovación y cooperación para nuestros pueblos”
1. Nosotros, las Ministras y los Ministros de Relaciones Exteriores y Representantes de los Estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y de la República Popular China, celebramos en Santiago de Chile, la II Reunión Ministerial del Foro CELAC-China (FCC) los días 21 y 22 de enero de 2018, bajo el lema: “CELAC-China: trabajando por más desarrollo, innovación y cooperación para nuestros pueblos”, siendo esta la primera vez que una Reunión Ministerial del FCC tiene lugar en la región de América Latina y el Caribe, lo que reviste gran importancia para la consolidación de los logros alcanzados, así como para profundizar en mayor medida las relaciones entre CELAC y China.
2. Consideramos que esta Reunión Ministerial cumple los propósitos acordados desde la fundación del Foro, por medio del cual se decidió profundizar aún más la cooperación entre ambas Partes, como lo evidencia la adopción de la Declaración de Beijing de 2015 y el Plan de Acción CELAC-China 2015-2019, permitiendo sostener diversos diálogos de alto nivel para intercambiar experiencias entre nuestros Gobiernos, promoviendo consultas sobre asuntos internacionales de interés común y trabajando en pos del fortalecimiento de la integración entre los países miembros del Foro, por tanto estamos de acuerdo con lo siguiente:
2.1. Reconocemos y valoramos la diversidad como una característica fundamental de nuestro diálogo, que debe servir de marco para la identificación de formas innovadoras de cooperación entre los países miembros del Foro, incluyendo la cooperación Sur-Sur y triangular, y de visiones compartidas en pro de la paz y el desarrollo.
2 2.2. Destacamos el hecho que, al ser China y los países de América Latina y el Caribe, países en desarrollo y emergentes, seguiremos trabajando juntos para el logro de la paz mundial, la protección y promoción de los derechos humanos, el desarrollo sostenible, el crecimiento de nuestras economías, la reducción de la desigualdad y la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones. En medio de un mundo de constantes cambios, reconocemos que el Foro resulta de gran importancia para definir respuestas conjuntas a los retos globales.
2.3. Manifestamos nuestro compromiso con la paz y la seguridad internacionales y con la solución pacífica de controversias, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y las reglas, normas y principios del derecho internacional. Rechazamos la amenaza o el uso de la fuerza como medio de solución de conflictos, así como las medidas coercitivas unilaterales que son contrarias al derecho internacional, que atentan contra la soberanía, la estabilidad y la libre determinación de los pueblos.
2.4. Reconocemos que para el desarrollo de nuestros países es fundamental garantizar el respeto de los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo y las libertades fundamentales, la promoción de la democracia, la inclusión, la participación y el fortalecimiento institucional.
2.5. Reafirmamos los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, incluida la solución de las controversias internacionales por medios pacíficos y respeto al Estado de Derecho. Reconocemos que los Estados tienen derecho a su propio sistema político, social y cultural, como base indispensable para fomentar la paz y la armonía mundial, respetados los compromisos asumidos en los instrumentos regionales pertinentes.
2.6. Mantenemos nuestro compromiso de promover y defender el multilateralismo y subrayamos los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. China y los países de América Latina y el Caribe apoyan la reforma de la ONU para un mejor cumplimiento de las responsabilidades dadas por la Carta de las Naciones Unidas, reforzar su capacidad de actuar contra las amenazas y desafíos globales y promover el papel que juega la ONU en el sistema de la gobernanza global.