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27F: Un pueblo burlado y sin esperanza se rebeló (Audio+ Fotos+ Micro)

En Venezuela, durante la década de los 70 y 80, la política neoliberal representada en el Fondo Monetario Internacional; la corrupción estructural implantada por la Cuarta República y el empobrecimiento de la  población se vio materializada en escasez y aumentos desproporcionados de los rubros alimenticios y los servicios públicos, lo que produjo una reacción expresada en los hechos violentos del 27 y 28 de febrero de 1989, conocidos como El Caracazo, acción que fue objeto de una represión brutal por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, en especial la Fuerza Armada Nacional (FAN), bajo el mando del entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

 

“La imposición del paquete de medidas ordenadas por el binomio compuesto por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las directrices emanadas del Consenso de Washington fueron aplicadas en Venezuela a escasas semanas de la asunción al poder en segundo mandato de Carlos Andrés Pérez. Esta decisión burló la esperanza del pueblo llano, quien en una manifestación espontánea y sin liderazgo de ningún tipo se lanzó a la calle a manifestar su frustración”.

Así lo considera el economista y docente universitario, Vladimir Adrianza, quien ofreció entrevista exclusiva al Sistema Radio Mundial en ocasión de conmemorarse 27 años del Caracazo. Destaca el especialista que durante más de 10 años en el país se acrecentó una situación de empobrecimiento que superaba el 60% de la población, de los cuales un 27% se encontraba en niveles de pobreza extrema e indigencia.


 

Adrianza categoriza El Caracazo como la primera manifestación que se dio a escala mundial contra las políticas hambreadoras del Fondo Monetario Internacional, producto a su juicio, de una crisis que venía “galopando” hacia tiempo causada por la irresponsabilidad de los gobiernos adeco-copeyanos y de los privilegios que disfrutaba la cúpula empresarial representada en organismos como Fedecámaras, -a quienes el gobierno adeco les permitió juntar su deuda privada externa con la deuda externa del país exonerándolos de responsabilidad -.

 

 

Cabe destacar que la modalidad del estallido social del 27 y 28 de Febrero de 1989, fueron distintos a los de otras experiencias acaecidas en el pasado; sin embargo, está comprobado que la protesta se dio contra explotadores y opresores. El abasto, la bodega, la carnicería y la camioneta de pasajeros se convirtieron en los símbolos inmediatos de una vida cotidiana caracterizada por diferentes formas de violencia. Así, la acción espontánea de la gente, tal como lo refiere Adrianza, se dirigió  hacia esos negocios, muchos de los cuales resultaron quemados y saqueados. Durante varios días se hizo patente la desesperación de las capas populares quienes desbordaron descontentos y frustraciones acumuladas por años.

Ahondando en las causas del Caracazo, el especialista explica que Venezuela venía de un proceso de endeudamiento gestado en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-1979), situación que de acuerdo a su análisis comprometió la soberanía económica  del país. Al asumir la presidencia el también adeco Jaime Lusinchi (1984-1989), para solventar la situación apeló a las reservas internacionales y se las “comieron”, apunta Adrianza.

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Adrianza precisa que en 1989 al asumir Carlos Andrés Pérez su segundo periodo presidencial, se consigue en las arcas de la nación un monto cercano a unos 300 millones de dólares en reservas operativas disponibles en el  Banco Central de Venezuela, “esto apuró la aplicación de la receta del FMI y el Banco Mundial", La receta fondomonetarista la implementó el equipo económico de Pérez, los llamados IESA Boys, Miguel Rodríguez y Ricardo Hausmann.

Las medidas o paquetazo económico incluía entre otros elementos la privatización de las empresas básicas del país; la eliminación de los subsidios a los servicios públicos al pueblo; la eliminación del régimen de cambios diferenciales; la eliminación de restricciones para las tasas de interés; la eliminación de controles de precio; el incremento de los precios de la gasolina, el aumento del pasaje del transporte público en 100% en el periodo del 24 de febrero y el 27 de febrero de 1989.

Vladimir Adrianza caracteriza El Caracazo como un hecho que echó a andar la “máquina de la historia” en términos de las fuerzas que impulsó posteriormente. Cita al comandante Hugo Chavéz, quien afirmara que los hechos del 27 y 28 de Febrero permitió la concientización de miembros de la Fuerza Armada Nacional, la misma que reprimió las manifestaciones sin ningún tipo de entrenamiento u orientación.

 

 

“Las tropas militares de entonces fueron lanzadas a la calle sin preparación, sin un plan preciso de cómo actuar ante los hechos de violencia, lo que ocasionó la muerte de miles de venezolanos, unos inocentes, muchos de ellos asesinados en sus casas”, refirió el docente". Cifras oficiales dan cuenta de 300 muertos, pero investigaciones posteriores ubican la cantidad de fallecidos en 3.000, centenares de desaparecidos y personas con discapacidad permanente.

 

 

Adrianza significó el despertar de la consciencia en los cuadros medios de la Fuerza Armada Nacional (tal como se le denominaba), sobre la situación de desigualdad y miseria que padecía el pueblo venezolano, lo que a su juicio, conllevó al nacimiento de la rebelión cívico-militar del  4-F y el 27 -N ,movimientos que le asestaron un duro golpe al estamento político de la Cuarta República.

Pero, también el pueblo cambió, de la desesperanza en la que se vio sumergido durante 40 años de sucesivos gobiernos puntofijistas pasó a protagonizar una transformación que llegó de la mano de un hombre de estrato social humilde, de un soldado que junto a otros valientes tomaron la decisión de enrumbar a Venezuela por otros derroteros, el del Socialismo. Desde ese 4-F y 27 N de 1992-hijos del 27-F,  cuando Hugo Chávez pronunció su famoso “Por Ahora” se inició una nueva etapa en la historia Republicana que continúa no sin enfrentar amenazas internas y externas.

 

 

Adrianza puntualiza que actualmente Venezuela vive una coyuntura diferente a la planteada en 1989, indica que en 14 años de mandato del comandante  Hugo Chávez se invirtió unos 700 mil millones de dólares -según publicaciones oficiales- a la inversión social traducida en suministro de medicinas, subsidios al transporte público, salarios justos y pensiones homologadas al salario mínimo.

Esta política que privilegia el bienestar del ser humano continúa bajo la gestión del presidente Nicolás Maduro, quien en el marco de la inflación desatada por factores internos y foráneos mantiene las misiones sociales; garantiza la estabilidad laboral, el ingreso de la población y el suministro de alimentos y medicinas.

Para culminar Vladimir Adrianza subraya que está convencido que en este momento el venezolano no tiene la intención de crear una condición similar a la que se vivió en febrero de 1989. Sin embargo, formula un exhorto al Ejecutivo Nacional a tomar medidas pertinentes que enfrenten el problema de la distribución de los productos alimenticios y medicinas, en este marco de escasez creado por los sectores económicos pudientes y sectores mafiosos.

 

Le invitamos a eccuchar el audio completo de la entrevista al economista Vladimir Adrianza

Fotos: Francisco Solórzano (Frasso) y Nelson Garrido

Micro realizado por el periodista Carlos Sánchez

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