Wilfredo Boscán fue el talismán del Magallanes en diciembre
Los Navegantes del Magallanes planificaron la temporada 2018-2019, haciendo énfasis en el pitcheo abridor criollo. Wilfredo Boscán fue uno de los brazos que llegó a la nave en el receso de campaña y al final se convirtió en la cara de la rotación bucanera a lo largo de la ronda regular.
La suerte, no estuvo de su lado al inicio de la zafra, acumulando cuatro derrotas en sus primeras cinco aperturas. Sin embargo, el derecho no desentonó en ninguna de esas presentaciones en las que cargó con el revés. Simplemente, no contó con el apoyo ofensivo de sus compañeros y, algunas pifias defensivas, le jugaron una mala pasada. Después de dos relevos para comenzar la eliminatoria, en sus primeras seis aperturas su balance fue de 0-4, pero con una efectividad de 2.33, la octava mejor del circuito entre el 21 de octubre y el 25 de noviembre.
Pero llegó el mes de diciembre y la suerte cambió para el zuliano, mientras mantenía su dominio en el montículo. En la recta final del calendario regular, Boscán realizó cinco salidas y dejó marca de 5-0, con un promedio de 2.70 carreras limpias, tras encajar apenas ocho rayitas en 26.2 innings.
“La clave fue que el equipo respondió cuando lancé en diciembre. Anteriormente, no salían los batazos para poder ganar esos juegos que estuve lanzando al principio de la temporada”, consideró el derecho, que fue responsable del 35,71% de los triunfos de los bucaneros en diciembre, que terminaron con récord de 14-7, el mejor de la liga.
Durante las cuatro derrotas seguidas que sufrió entre los meses de octubre y noviembre, Magallanes sufrió dos blanqueadas –contra Bravos y Cardenales-, y solo pudo anotar cuatro rayitas en esos cuatro encuentros para respaldar a Boscán. Además, de las 11 carreras que le fabricaron al diestro en ese lapso, sólo seis fueron merecidas, por cinco errores a la defensa valenciana.
El dominio que ejerció el serpentinero, de 29 años de edad, fue a lo largo de la campaña, presentando efectividad de 2.25, 2.41 y 2.70 en cada uno de los tres meses de la zafra, respectivamente. Asimismo, negoció sólo 12 pasaportes en un total de 57.1 entradas, lo que equivale a 1.3 boletos por cada nueve episodios, mientras ponchaba a 24 (3,76/INN).
“No cambié nada en el trayecto de la temporada, ni mis pitcheos ni mi mecánica. Siempre fui el mismo”, expresó Boscán, que irónicamente, regaló 10 de sus 12 bases por bolas en diciembre, durante su racha. “Fue importante utilizar mucho el sinker, que me ha ayudado bastante, al igual que la curva, que es mi segundo mejor pitcheo. Esos lanzamientos los he combinado con el cambio y slider, y gracias a Dios han salido bien las cosas. Me siento bendecido con mis cinco victorias seguidas en el mes de diciembre”.
Con récord de 5-4, un porcentaje de carreras permitidas de 2.51 en 13 presentaciones, el marabino se asoma ahora como candidato no sólo para el premio al Regreso del Año, sino también, pudiera estar en la puja por el Pitcher del Año de la temporada.
“Nunca he estado pendiente de eso, siempre estuve tratando de hacer mi trabajo. Estoy entre los mejores en efectividad y ya mi temporada regular terminó. Contento porque todo salió bien”, destacó el derecho.
Boscán, es tercero de la liga en efectividad, detrás de Omar Bencomo Jr. (1.25) –suspendido por violar el programa antidopaje de la LVBP- y el cubano Jorge Martínez (2.26); también aparece tercero en juegos ganados y sexto en innings. En Magallanes, es líder de esos tres departamentos, además de ser primero entre los abridores del equipo turco en WHIP, con 1.25.
“Pienso que la efectividad influye mucho. Si es así, bienvenido sea (cualquier premio a los que opta). Agradezco al equipo de Magallanes por haberme traído y por darme la oportunidad de demostrarles lo que puedo hacer”, soltó el diestro, que también reveló el interés sobre él, de algunos equipos de la Liga Mexicana de Beisbol, para la venidera temporada.