Especialistas recomiendan extremo cuidado con los audífonos
El oído puede verse comprometa al ruido. La doctora Ligia Acosta señaló que los audífonos se deben usar máximo una hora al día, a la mitad del volumen que permita el aparato al cual están conectados.
La exposición al ruido y las infecciones del oído medio son consideradas condiciones que más frecuentemente pueden comprometer el sentido de la audición de los seres humanos, por lo que es pertinente tomar medidas preventivas que ayuden a preservarlo.
Así lo señaló la doctora Ligia Acosta, presidenta de la Sociedad de Otorrinolaringología, en el marco de un evento patrocinado por la Fundación Calox, entidad sin fines de lucro que promueve y difunde el conocimiento técnico y científico en el sector de la salud, a través de este tipo de iniciativas, contribuyendo positivamente en la calidad de vida de las comunidades.
Cuidado con los audífonos
La también jefa del servicio de Otorrinolaringología en el Hospital de Niños “J.M. de los Ríos”, afirmó que “estar sometidos a sonidos fuertes puede causar daños irreversibles en el oído, bien por episodios abruptos como asistir a un concierto o una discoteca, o a estímulos constantes como el uso prolongado de audífonos para escuchar música y videos”.
Agregó que “estos dispositivos son los que más daño causan porque tienen una capacidad de salida bastante alta. Lo ideal es usarlos un máximo de una hora al día, a la mitad del volumen que permita el aparato al cual están conectados: celular, tableta, mp3, etc”.
El ruido prolongado
Si hay una exposición prolongada a altos niveles de ruidos el oído se inflama y la audición va disminuyendo poco a poco. “Esa pérdida, aunque paulatina, es irrecuperable”, advirtió la médico. Señaló que las personas que trabajan en ambientes laborales muy ruidosos (motorizados, músicos, etc), deben usar tapones para protegerse.
Los hisopos
Asimismo, indicó que los hisopos para limpiar el cerumen “no deben meterse hasta el fondo del canal auditivo, así como tampoco se recomienda usar gotas que no hayan sido no recetadas por un médico”.
Precisó que quienes presenten otalgias (dolor en los oídos) deben acudir a un especialista para que los evalúe y determine su causa.
Pruebas y tratamientos
En condiciones normales, a los niños se les debe chequear su audición antes de ingresar a la escuela. Igual ocurre con las personas mayores de 60 años, quienes van perdiendo este sentido debido a la involución de las funciones por la edad.
“Existen varias pruebas que permiten diagnosticar si hay problemas de audición, destacándose la audiometría, que permite determinar el nivel de audición de una persona, además de orientar la posible causa. La timpanometría, que se usa para precisar capacidad de vibración de la membrana timpánica, situada en el oído medio”, explicó.
Acosta precisó que la hipoacusia (disminución de la capacidad de oír) puede ser conductiva o neurosensorial. En el primer caso se debe a un compromiso de conducto auditivo externo u oído medio por ejemplo: exceso de cerumen, un tumor, o un objeto que bloquea el canal auditivo, una otitis media aguda o crónica.
“El tratamiento depende de la causa específica, en caso de un tapón de cerumen se retira con el instrumental adecuado, si se trata de una otitis media aguda, analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos. Si la inflamación es crónica (superior a tres meses) puede ser necesario realizar cirugía en el tímpano o los huesesillos del oído”, indicó la especialista.
Cuando la reducción de la capacidad de escucha es neurosensorial, significa que fueron afectadas las células sensoriales ciliadas, encargadas de la detección del sonido en el oído interno, o el nervio auditivo.
“En ese caso el daño es irreversible y el paciente pudiera necesitar un aparato amplificador auxiliar (si es adulto) o un implante coclear”, agregó.