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UE acordó un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril

El Gobierno ruso ha calificado en reiteradas ocasiones la iniciativa occidental como una "medida antimercado"

Los países de la Unión Europea (UE) alcanzaron este viernes un acuerdo para fijar un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril, como parte de las represalias contra Moscú acordadas junto al G7 por la guerra en Ucrania.

El acuerdo político garantiza que si el precio de mercado baja de 60 dólares el barril el tope se actualizará de tal forma que al menos esté un 5% por debajo del que tenga en el mercado.

El tope, no obstante, no afecta directamente al bloque comunitario, porque a partir del próximo lunes aplicará un embargo total al crudo que importa de Rusia, salvo el que compra Hungría por oleoducto.

La medida establece que los países del G7 prohibirán a sus empresas de seguros y transporte facilitar los envíos de crudo ruso a terceros países si se venden por encima del coste establecido.

La información sobre el acuerdo la proporcionó Andrzej Sados, embajador de Polonia ante el bloque, así como otros diplomáticos y funcionarios de la UE que hablaron bajo condición de anonimato al no estar autorizados a hablar con los medios sobre el asunto.

Se espera que la UE haga el anuncio oficial el domingo.

Por su parte, Washington recibió la noticia con beneplácito. «Todavía creemos que un tope de precios ayudará a limitar la capacidad del señor Putin de sacar provecho del mercado petrolero», dijo a los periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, aseguró que este tope global al crudo ruso «reforzará el efecto de las sanciones» contra el Kremlin que el bloque ha adoptado desde el inicio de la guerra y «reducirá aún más los ingresos de Rusia».

¿En qué consiste la medida?

 

El límite de precios prohibiría a las empresas proporcionar servicios y envíos, como seguros, intermediación y asistencia financiera, necesarios para transportar petróleo ruso a cualquier parte del mundo, a menos que el crudo se venda por debajo del umbral acordado.

La medida persigue dos objetivos: mantener el flujo de crudo ruso para evitar picos de precios globales y limitar los ingresos de Rusia. Paralelamente, un grupo de países de la UE, incluidos Polonia y las naciones bálticas, están presionando para que Bruselas establezca un nuevo paquete de sanciones contra Moscú.

El Gobierno ruso ha calificado en reiteradas ocasiones la iniciativa occidental como una «medida antimercado» que «puede complicar considerablemente la situación en los mercados energéticos mundiales», y advirtió que «no planea suministrar» petróleo a los países y compañías que se unan a la limitación de su precio.

 

CO / RTVE

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