Temer compromete más de una década de desarrollo social en Brasil
Como primera medida, Temer constituyó un gabinete ministerial integrado sólo por hombres, vinculados al poder económico y, en su mayoría, señalados por corrupción, lo que generó una reacción de rechazo por parte de la comunidad brasileña e internacional
Luego del golpe de Estado en Brasil, el presidente interino Michel Temer, ha tomado medidas que distan de las políticas sociales impulsadas por los presidentes Luiz Inacio "Lula" Da Silva y Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores.
Como primera medida, Temer constituyó un gabinete ministerial integrado sólo por hombres, vinculados al poder económico y, en su mayoría, señalados por corrupción, lo que generó una reacción de rechazo por parte de la comunidad brasileña e internacional.
El hecho de que no haya ninguna mujer en el gabinete no había ocurrido en Brasil desde 1979.
A propósito de la conformación de su nuevo gabinete, Temer eliminó el Ministerio de la Cultura, con la excusa de reducir gastos, y lo unió con la cartera de Educación, dirigido por el administrador de empresas, José Mendonça Filho.
También suprimió los ministerios de Desarrollo Social, Ciencia y Tecnología; Igualdad Racial y los Derechos Humanos, así como también el Instituto de las Mujeres, reseñó Telesur.
El 17 de mayo, cinco días después del golpe, Temer revocó la orden dada por la presidenta Rousseff de construir 11.250 nuevas viviendas para el pueblo brasilero, que serían edificadas por el programa social Mi Casa, Mi Vida, impulsado por el expresidente Lula Da Silva y continuado por el gobierno de Rousseff.
Otras de las medidas a tomar es el despido de 4.000 trabajadores del sector público hasta el 31 de diciembre, también con la excusa de disminuir gastos, citó VTV.
El anuncio fue hecho viernes 13 de mayo por el ministro de Planificación, Romero Jucá, mediante una rueda de prensa luego de la primera reunión del nuevo gabinete, quien aseguró que "la meta es que, para el 31 de diciembre de este año, tengamos 4.000 cargos públicos menos de los que teníamos el 1 de enero".
La primera reunión ministerial de Temer dista de la primera que tuvo Lula con sus ministros, cuando asumió la presidencia en 2003.
El líder obrero, convocó a sus ministros, los subió a un avión y los llevó a las zonas más pobres de Brasil para que comprendieran quiénes debían ser prioridad al momento de gobernar.
Este fue el primer paso de una serie de acciones políticas que lograron el hito de sacar a 28 millones de brasileños de la pobreza.
La presidenta Dilma dio continuidad a las políticas sociales y aun en medio de la crisis económica mundial por los precios del petróleo y la recesión internacional, prosiguió con los programas de inclusión que corren el riesgo de retroceder en el gobierno de derecha de Michel Temer, cuyas medidas ya cuentan con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional, grupo financiero que el pasado 19 de mayo las consideró "positivas".