Presidente Maduro honra memoria de Monseñor Romero quien entregó su vida por el pueblo humilde
Este jueves 24 de marzo se cumplen 42 años del vil asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero hecho ocurrido en El Salvador a manos de un francotirador a la orden de la ultraderecha gobernante en ese país
Este jueves 24 de marzo se cumplen 42 años del vil asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero hecho ocurrido en El Salvador a manos de un francotirador a la orden de la ultraderecha gobernante en ese país y financiada por la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En ese contexto el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros honra la memoria de Monseñor Romero «hombre de Dios que entregó su vida por el pueblo más humilde».
Exalta la publicación del Jefe de Estado en su cuenta Twitter @NicolasMaduro que el amor, la espiritualidad y las bendiciones de «San Romero de América» acompañan las luchas de la Patria Grande.
Honramos la memoria de Óscar Arnulfo Romero, un hombre de Dios que entregó su vida por el pueblo más humilde. El amor, la espiritualidad y las bendiciones de “San Romero de América”, acompañan las luchas de la Patria Grande. pic.twitter.com/34dsnpL95K
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) March 24, 2022
Se caracterizó por ser un incansable defensor de los derechos humanos y por ser la voz de los desposeídos. Abrió las puertas de la Iglesia a los campesinos desplazados y condenó la feroz represión del Ejército desatada durante la guerra civil salvadoreña que se extendió desde 1980 hasta 1992.
El religioso oficiaba la Eucaristía en la Capilla del Hospital La Divina Providencia en la capital salvadoreña. Ese día el pueblo, los hombres y mujeres sin voz, que tenían en monseñor Romero, un baluarte en la defensa de sus más elementales derechos, perdían con su muerte los pocos que les quedaban.
A 42 años de su martirio y más que nunca, el legado de Romero está más que vigente: Sus discursos contra la injusticia son una advertencia para todos los políticos. Romero pedía a la política conciliarse con la ‘verdad’, amar al pueblo y hacer el bien.