Más del 60% de los ecuatorianos rechazan protestas de la derecha
El 60,7% de los encuestados declaró estar en contra de los actos violentos en el país
El 60% de los habitantes de Quito y Guayaquil -las dos ciudades más pobladas del país- rechaza las movilizaciones que mantienen los sectores de la derecha, luego que el presidente, Rafael Correa, convocara un debate nacional de los proyectos de Ley de Redistribución de la Riqueza (Ley de Herencias) y de Ganancias Extraordinarias (Plusvalía), que fueron a su vez retirados temporalmente de la Asamblea Nacional.
El estudio, reseñado por la agencia Andes, fue realizado por la encuestadora Perfiles de Opinión el martes 16 de junio a 612 personas, a quienes se les preguntó: "¿Usted apoyaría sí o no que sigan las movilizaciones?", ante lo cual 60,7% en Quito y 59,9% en Guayaquil respondió que "No", según los resultados divulgados por la empresa el viernes.
Desde la semana pasada, la derecha ecuatoriana emprende acciones violentas que buscan derrocar al Gobierno constitucional, utilizando como pretexto la reforma de la Ley de Herencias y de Plusvalía, cuyo objetivo es profundizar la redistribución de la riqueza y la equidad social, y que solo pechará al 2% de la población de la nación suramericana, que son dueños del 90% de las empresas y del poder económico de Ecuador.
Entre los resultados del estudio, arrojó que un 68 % de los ecuatorianos consultados considera que la Ley de Herencias no le afectaría y 62% indicó que, en caso de que se aplique un impuesto a la plusvalía, su economía tampoco se vería perjudicada.
La encuestadora también indagó sobre el apoyo de los encuestados al retiro temporal de los proyectos de ley, a lo que 70,3 % de los encuestados respondió afirmativamente; mientras que 28,8% respondió que no estaba de acuerdo.
Asimismo, 44% de los consultados está de acuerdo con que se aprueben las leyes después del período de diálogo convocado por el presidente Correa con varios sectores de la sociedad.
El pasado 15 de junio, el jefe de Estado indicó que el llamado a diálogo busca, más allá del caso concreto de discutir las dos leyes, "que se discuta lo que está detrás de las dos visiones, porque se están en disputado dos versiones de sociedad; la que legitima la acumulación de riqueza y la minimización del Estado, satanizando instrumentos fundamentales de distribución de los impuestos (…) y aquella que representa la revolución ciudadana, la que busca una sociedad más justa y un Estado adecuadamente redistribuidor".