Jubilados argentinos recibirán medicamentos gratuitos
“No era tan imposible, hacía falta que pusiéramos la prioridad en los que más necesitan, que son los jubilados, que han quedado todos estos años postergados", este es el principio refrendado por el presidente de la República de Argentina, Alberto Fernández, al anunciar la entrega de medicamentos gratuitos a jubilados, que inicia este miércoles.
Esta medida, de profundo impacto social, se incluye en el Plan Vivir Mejor, impulsado por el gobierno. Para su cumplimiento, estará a cargo del Programa de Atención Médica Integral (Pami), institución que da cobertura a más de 5 millones de jubilados argentinos.
Su materialización se ha organizado para transcurrir sin la burocracia puesta de manifiesto en el gobierno de Mauricio Macri, cuando se profundizaron las trabas para tener acceso a la asistencia social a través del Pami.
Tienen acceso a este nuevo beneficio todos los ciudadanos mayores de 60 años, afiliados al Pami y que no cuenten con seguro médico conocido por “prepaga” en Argentina.
Son 170 los medicamentos, considerados dentro del cuadro básico, aquellos a los que los jubilados podrán acceder gratuitamente, en más de 3.600 presentaciones comerciales, aprobadas siguiendo varios criterios, incluyendo el de la Organización Mundial de la Salud.
Acceder a estos medicamentos lleva por todo trámite presentarse en cualquier farmacia con la receta médica, la identificación personal y la credencial de afiliado al Pami. La prescripción deberá ser digital y llevar impresa la leyenda “medicamento incluido en el nuevo vademécum Pami”, algo para lo que ya se preparó a los médicos.
Este nuevo derecho no anula ni limita los subsidios anteriormente otorgados al sector jubilado y pensionado, lo que evidencia la vocación social del gobierno del presidente Fernández.
El plan de entrega de medicamentos gratuitos, que se financiará con recursos propios del Pami y con el aporte del impuesto país, que se aplica a los gastos en el extranjero y a la compra de divisas, viene a eliminar uno de los problemas cruciales de los sectores más vulnerables argentinos.
La inestabilidad económica obligó a personas mayores “a suspender o bien discontinuar el consumo de medicamentos, interrumpiendo el tratamiento indicado por su médico, para generar un ahorro económico en los gastos que los medicamentos demandan”, afirmó el Pami.
