Jimmy Carter calificó de «sabia» y «valiente» la decisión de Obama
“Espero que el Congreso (estadounidense) tome los pasos necesarios para remover las sanciones económicas contra el pueblo cubano, medidas que comprobadamente han sido ineficaces en el objetivo de apoyar la democracia y la libertad”, añadió el exmandatario
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter dijo el miércoles sentirse “encantado” con la decisión del mandatario Barack Obama de impulsar la normalización de las relaciones con Cuba, y se manifestó en favor de eliminar las sanciones económicas a la isla.
“Estoy encantado con la decisión sabia y valiente del presidente Obama de mejorar las relaciones con Cuba“, expresó Carter en una nota oficial.
“Espero que el Congreso (estadounidense) tome los pasos necesarios para remover las sanciones económicas contra el pueblo cubano, medidas que comprobadamente han sido ineficaces en el objetivo de apoyar la democracia y la libertad”, añadió el exmandatario.
Estados Unidos y Cuba experimentaron durante el gobierno de Carter (1977 a 1981) una aproximación hasta ese momento sin precedentes desde 1961. En 1977, los dos países abrieron recíprocas oficinas de intereses en cada capital, aunque no lograron avanzar a la normalización plena de las relaciones bilaterales.
“Como presidente, anulé restricciones a viajes de estadounidenses y aprobé la apertura de oficinas de intereses en Washington y La Habana, en las que centenas de representantes de nuestros dos países trabajan. Relaciones diplomáticas plenas contribuirán a una comunicación más fácil y productiva“, apuntó Carter.
En mayo de 2002, Carter realizó una visita a La Habana en la que se entrevistó con el entonces líder Fidel Castro.
Obama dio el miércoles un paso histórico al anunciar la normalización de las relaciones bilaterales con Cuba, interrumpidas en 1961, y prometer que revisará con el Congreso el embargo económico que pesa sobre la isla.
Los anuncios ocurrieron pocas horas después de la decisión de Cuba de liberar al estadounidense Alan Gross, quien había sido condenado a 15 años de prisión por espionaje.
Washington había insistido que su detención desde 2009 era un obstáculo al acercamiento diplomático.