Festival Charles Chaplin en Cuba culminó con piezas musicales de su autoría
Algunas de las piezas musicales fueron This is my song y Smile, de Chaplin, así como composiciones del pianista y director de orquesta estadounidense Leonard Bernstein (1918-1990), admirado por el artista del cine blanco y negro
Este domingo, el I Festival Charles Chaplin, inaugurado el 1º de julio en La Habana, Cuba, culminó con un concierto de piezas musicales del cineasta británico y obras de sus compositores favoritos, que fueron interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Cuba en el Teatro Nacional, ubicado en la capital de la isla caribeña, reseñó Prensa Latina.
Algunas de las piezas musicales fueron This is my song y Smile, de Chaplin, así como composiciones del pianista y director de orquesta estadounidense Leonard Bernstein (1918-1990), admirado por el artista del cine blanco y negro.
Como parte de la conmemoración, el XIV Festival Internacional de circo Circuba 2015, que se realiza en la isla antillana entre el 8 y el 13 de julio, dedicó la función de la víspera al personaje de Charlot, interpretado por el actor y director de cine homenajeado.
Durante 12 días, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) proyectó cortos y películas de Chaplin, como Charlot tramoyista de cine, Charlot bombero, Charlot emigrante, El romance de Charlot, Una mujer de París, El circo, El chico, Luces de la ciudad, Tiempos modernos, El gran dictador y La quimera de Oro, la mayoría consideradas clásicos del cine de todos los tiempos, y esta última ganadora de dos premios Óscar.
Al evento asistió Oona Chaplin, nieta del renombrado artista, quien lo calificó como un gran revolucionario que introdujo transformaciones en el mensaje y la forma de hacer cine.
Igualmente, asistió el coleccionista privado más importante de la obra de Chaplin, el australiano de origen irlandés Paddy McDonald, quien llevó a La Habana una exposición de carteles sobre el artista, que fue instalada en el lobby del cine capitalino que lleva su nombre, reseñó el portal Cubacine del Icaic.
Una atractiva y variada programación cinematográfica, exposiciones, un concierto y una función circense incitaron al recuerdo y la honra de Chaplin, quien no sólo trascendió como actor y director, pues se convirtió en algo mucho más grande: un símbolo de amor, compasión, paz, inteligencia y sonrisa.
/N.A