Culturales

En Venezuela el pueblo cada vez se hace más lector

 El libro es parte de la cotidianidad del venezolano. De acuerdo con los más recientes estudios realizados por el Centro Nacional del Libro (Cenal), el 52,2% de los ciudadanos del país se autocalifica como lector de libros, mientras que la media anual es de tres textos por habitante en el territorio nacional.

La presidenta de esa institución, Christian Valles, explicó a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) que dedicarse a hacer de la lectura una dinámica regular ahora es una realidad que se concreta con la puesta en marcha, en los últimos 16 años, de una macropolítica de masificación y promoción de la lectura.

Bajo esta óptica, la intención gubernamental, concretada en hechos, hace posible que no solo se registren y impriman más libros en el país sino que la creación de casas editoriales como El Perro y la Rana, Biblioteca Ayacucho, Instituto de Patrimonio Cultural, Centro Nacional de Historia, Monteávila y Archivo General de la Nación fortalecen la producción o reedición de textos.

"Ha habido un continuo llamado a leer. El comandante (Hugo) Chávez encabezó esa lucha. El libro está ubicado dentro de la cotidianidad del venezolano, antes no era un elemento cotidiano ni simbólicamente ni fácticamente. Ahora, es algo de lo que la gente habla. 82% lee cualquier material de lectura, desde periódicos hasta libros, y 52,2% se autocalifica como lectora de libros y cada año se leen unos tres libros al año. Estamos en la media de América Latina, salvo Argentina y Chile", precisó Valles.

Los porcentajes hablan por si solos. Indicó Valles que en los últimos cinco años, la estrategia y fomento de la lectura permitió pasar de 46% a 52,2% la cifra de venezolanos que ahora se definen como habituales lectores de libros, aunque, agregó, que es largo el camino que falta por recorrer, pues aún el hábito de leer no representa la prioridad del venezolano, en cambio ver televisión se ubica en el primer lugar de preferencia.

No obstante a lo subrayado, la presidenta del Cenal resaltó que antes de 1998 la lectura era prácticamente un beneficio para un sector reducido de la población, mientras que "ahora se lee en todos los sectores de la población, no en los niveles que quisiéramos ni el tipo de lectura o de literatura al que quisiéramos que se llegara, pero se está leyendo muchísimo".

A lo que apunta la entrevistada es que este empeño por fomentar cada vez más la lectura se encamina a alimentar en la población las ansias por conocer textos académicos, así como los grandes clásicos de la literatura universal. Es fortalecer al libro como un bien cultural y no como un producto con fines mercantilistas. 

"Es la masificación de la lectura. Las visiones de nosotros con las cuales se intenta promover la lectura y enganchar a la gente son diametralmente opuestas a la empresa privada, pero todos coincidimos en que nos interesa mantener a la gente leyendo.

Unos para vender libros, para consolidar los imaginarios de consumo y la hegemonía del capital y otros porque creemos que es un derecho humano fundamental para el crecimiento, para adquirir herramientas de análisis de la realidad, para el acercamiento a la sensibilidad, a la belleza, para hacernos más humanos", destacó Valles.

No en vano, recalcó que en la actual 11º Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), que comenzó el pasado 12 de marzo y culmina el 22 del mismo mes, todos están invitados y la totalidad de los sectores socioeconómicos de la sociedad se han hecho presentes contabilizando, hasta este jueves, más de 170.000 visitantes en este evento que ocupa los espacios abiertos del Teatro Teresa Carreño, la Universidad Nacional de las Artes (Unearte) y de la Plaza de los Museos, en Caracas.

"Las Ferias del Libro siempre han habido en Venezuela pero, ¿quiénes iban a las ferias y quiénes vienen a estas ferias?. Es decir, acá se ve a toda la población, mucha juventud, movimientos alternativos, mucha gente que no se puede clasificar en un solo sector de la sociedad. Cualquier persona en este país tiene acceso a libros y de calidad", sostuvo Valles.

Al libro impreso se han sumado otras plataformas de acceso a la lectura como los dispositivos electrónicos. En ese sentido, comentó Valles que esta es otra forma de acceder al conocimiento, sin que ello implique que el texto esté en desuso.

"La gente que acude al área digital casi siempre lo hace para consultar algunas fuentes, no para sustituir de forma alguna al libro", dijo.

Para que existan libros registrados, los escritores deben contar con el apoyo de las imprentas que, particularmente, en la última década han crecido para elevar la producción de libros, manifestó por su parte el director general de la Imprenta Nacional, Lorenzo Martínez.

"Se ha notado un incremento en la producción de libros debido al aumento de editoriales e imprentas en el país. Por ejemplo, con la Imprenta de la Cultura, la repotenciación de la Imprenta Nacional y de la Imprenta Municipal se ha logrado este avance, pero desde el punto de vista de la edición, por lo menos del Ministerio para la Cultura, se da la posibilidad de que todas aquellas que antes no podían editar un libro ahora lo pueden hacer", refirió.

Para este año, solamente en la Imprenta Nacional está contemplada la generación de más de 5 millones de ejemplares entre libros, adelantó.

Registro e impresión de libros

En los últimos 16 años, Venezuela ha experimentado un fortalecimiento en la edición pública, añadió Valles y precisó que desde 1999 hasta 2014 se han registrado 54.012 títulos. Mientras que de 2007 a 2014 en total se imprimieron 162 millones 607 mil 563 libros ejemplares en el país.

"En los últimos cinco años se ha ido manteniendo la tendencia alrededor de los 3.500 títulos editados aunque hemos llegado a un tope de más de 4.000. Cuando no existía El Perro y la Rana había menos libros publicados porque había menos editoriales. Llega un momento en el que se produce ese impulso, se produce la irrupción de la propia editorial y empieza el sostenimiento de la edición y registro de libros en el país", comentó.

Igualmente, apuntó que la preferencia de los venezolanos es diversa; el pueblo ahora lee más temas políticos, historia, crónica, narrativa e infantiles.

"Todos los años en la Filven se mantiene esa tendencia. Este año el libro más vendido en el espacio del Ministerio para la Cultura es el de Walter Martínez, titulado "76 domingos en nuestra querida, contaminada y única nave espacial" que ha vendido más de 1.000 ejemplares", puntualizó la máxima autoridad del Cenal.

Ubicando a los creadores

Por otra parte, informó que unas 400 personas se han registrado en el Registro Nacional de Oficios Literarios (RNOL), a fin de recabar información de las personas vinculadas con el mundo del libro en Venezuela. Esta data será utilizada para elaborar estadísticas y políticas públicas para el sector.

Señaló Valles que este es un registro concebido solo para personas naturales con obras publicadas, así como los editores, los ilustradores, los traductores, los diseñadores gráficos y los diagramadores.

Explicó que las personas llamadas a inscribirse en el Registro Nacional de Oficios Literarios pueden hacerlo desde el sitio web del Cenal (http://www.cenal.gob.ve).

Posteriormente, las personas podrán registrarse con la cantidad de oficios literarios que ejerzan, con sus datos laborales, áreas de desempeño, obras publicadas, premios o reconocimientos, organizaciones a las que pertenece, etcétera.

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