Internacionales
Demuestran experimentos del coronavirus en murciélagos en laboratorios biológicos de EE.UU. en Ucrania
Informó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashenkov
El Ministerio de Defensa ruso comprobó con documentación que se experimentó con muestras de coronavirus en murciélagos en laboratorios biológicos establecidos y financiados por EEUU en Ucrania.
«Los documentos demuestran que en los biolaboratorios biológicos establecidos y financiados por EEUU en Ucrania se realizaron experimentos con muestras de coronavirus de murciélagos», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashenkov.
El Ministerio precisó que, según documentos descubiertos, Estados Unidos planeaba realizar trabajos sobre los patógenos de las aves, los murciélagos y los reptiles en Ucrania en 2022, con una transición posterior al estudio de la posibilidad de transferencia de la peste porcina africana y el ántrax a través de ellos.
Según el informe, resultó especialmente interesante la información detallada sobre la ejecución de un proyecto estadounidense en Ucrania para estudiar la transferencia de patógenos por parte de las aves silvestres que migran entre Ucrania y Rusia y otros países vecinos.
El organismo apuntó que el objetivo de esta y otras investigaciones biológicas financiadas por el Pentágono en Ucrania era crear un mecanismo para la propagación encubierta de patógenos mortales.
El Ministerio de Defensa ruso busca publicar en un futuro próximo otro paquete de documentos recibidos del personal de laboratorios biológicos ucranianos y presentar los resultados de su experiencia.
El 8 de marzo, el Ministerio de Exteriores ruso comunicó haber obtenido documentos de laboratorios biológicos ucranianos que «certifican la destrucción urgente de patógenos especialmente peligrosos de la peste, ántrax, tularemia, cólera y otras enfermedades mortales».
La portavoz del ente, María Zajárova, afirmó que esas acciones se llevaron a cabo para evitar que se descubrieran «violaciones del artículo 1 de la CABT [Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Biológicas y Toxínicas]» por parte de Ucrania y EEUU.
A su vez, la subsecretaria de Estado de EEUU para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, reconoció el mismo día que en Ucrania hay «instalaciones de investigación biológica» y que a Washington le preocupa mucho que las tropas rusas se hagan con el control de las mismas.
Según Nuland, EEUU está trabajando con Ucrania para evitar que algunos de estos materiales de investigación caigan en manos de las fuerzas rusas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el pasado 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso afirma que los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Numerosos países condenaron la actuación de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.