Cifras de la “rutina” de los tiroteos en EEUU
Un trabajo publicado por la AFP resume en “algunas cifras impresionantes” la “rutina” de los tiroteos en Estados Unidos denunciada por el presidente de esa nación Barack Obama tras el último que causó diez muertos el jueves en la Universidad de Oregon.
Es la decimoquinta vez que el presidente estadounidense hace un discurso tras episodios similares desde su llegada al poder en enero de 2009.
Lo hizo en 2012 tras las masacres de Aurora (en la que asesinaron a 12 personas) y Newtown (donde fallecieron 20 niños y seis adultos), tras la de Washington (en la que hubo 12 muertos) en septiembre de 2013, y más recientemente la de Charleston (resultando 9 caídos) en junio de 2015.
Desde comienzos de este año, Estados Unidos ha sido escenario de 296 tiroteos en 274 días según el sitio Shootingtracker, que da cuenta de todos los incidentes de ese tipo que causan al menos cuatro víctimas, incluyendo muertos y heridos.
Si tomamos en cuenta solamente los tiroteos mortales, su frecuencia se ha triplicado desde 2011, con una media de un tiroteo cada 64 días, según un estudio de la universidad de Harvard publicado en octubre de 2014 por el sitio Mother Jones.
Desde la tragedia de Newton en diciembre de 2012, se han producido 142 incidentes con armas de fuego en centros de estudios, de los que 34 han causado por lo menos un muerto.
De éstos, 45 han tenido lugar este año, y en 22 de ellos el autor se ha suicidado, según el sitio everytown.org, que documenta todos los incidentes.
Con cerca de 270 millones de armas en circulación, Estados Unidos es el país desarrollado con la tasa más elevada de armas de fuego por habitante (cerca de 89 armas por cada 100 personas).
Los estadounidenses están también a la cabeza del número de homicidios por arma de fuego, con 29,7 homicidios al año por cada millón de habitantes, según el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.
En 2013 se registraron 11 mil 208 homicidios y 21 mil 175 suicidios con arma de fuego, según el Centro para el control y la prevención de enfermedades.
El 85% de los estadounidenses son favorables a controles más estrictos sobre las armas de fuego, y el 57% son favorables a la prohibición de los fusiles de asalto, según datos del centro Pew Research Center en agosto de 2015.