Culturales

Al ritmo del parrandón navideño celebran en Los Teques

Una de las tradiciones más hermosas de Venezuela, impulsada por iniciativa de las propias familias, especialmente en las regiones andinas, pero que también son promovidas en el resto de los estados por su carácter alegre y cálido. Y es que la parranda invita a la celebración del Niño Dios entre amigos, vecinos, familia y conocidos, en una reunión de toda la comunidad

"¡Tun Tun! ¿Quién es? Gente de paz. Ábrannos la puerta, que ya es Navidad". Este es el estribillo que entonan los parranderos para iniciar con entusiasmo cantos y villancicos al ritmo del cuatro, la maraca y la tambora, con el fin de promover alegría, cultura y convivencia en estas fechas decembrinas, de cara al nacimiento del niño Dios.

Se trata de la parranda navideña, que llegó  a la comunidad Brisas de Palo Alto, en Los Teques, capital del estado Miranda, la noche del viernes 18 de diciembre.

Una de las tradiciones más hermosas de Venezuela, impulsada por iniciativa de las propias familias, especialmente en las regiones andinas, pero que también son promovidas en el resto de los estados por su carácter alegre y cálido. Y es que la parranda invita a la celebración del Niño Dios entre amigos, vecinos, familia y conocidos, en una reunión de toda la comunidad.

"Se prendió el parrandon", fue la primera expresión de Mayerlín Pantoja al recibir en su casa al grupo que entonó canciones al frente del pesebre que adornaba la sala de su hogar. Para esta mirandina, es una tradición que une a los vecinos como familia y promueve la celebración del nacimiento de Jesús.

Además, se realizan paradas, como especie de estaciones, en puntos donde la comunidad hizo pesebres para adorar al Niño.

Para Olga Calderín, el parrandón es una tradición que nace del sentir del venezolano y que "nos acerca como comunidad", al propiciar  espacios para el encuentro sin necesidad de gastos opulentos, pues sólo se necesita voluntad, sentido de pertenencia y ganas de compartir.

"Me siento maravillosamente por celebrar al calor de la familia. Me encantaría que esta tradición no se perdiera. Hay que rescatar lo que nos une y que no cuesta nada", manifestó.

A medida que los parranderos van por las calles cantando serenatas navideñas y avanzando en las visitas casa a casa, se van sumando vecinos que cantan, comparten vivencias y se contagian de esta expresión cultural.

Jaime Parra, un habitante de Los Teques, destaca que la organización comunal es fundamental para crear cultura, y cuenta que fue a través del consejo comunal, en articulación con la Alcaldía, que se cristalizó esta iniciativa que no se hacía desde hace mucho tiempo en esta zona del centro-norte de Venezuela, y que este año se retomó con fuerza.

Reivindicar nuestra tradición

Una estrella que simboliza la de Belén forma parte del pesebre construido por la comunidad sobre una pequeña colina de Brisas de Palo Altos. La gente comparte dulces y bebidas como chocolate caliente, llenando de entusiasmo y alegría a quienes se unen a la festividad.

Todos disfrutan al máximo los cantos y bailan al ritmo del cuatro y la tambora, en tanto que los más pequeños de la casa, protagonistas de estas fechas, no sólo se llevan un bonito recuerdo de la Navidad sino que conocen sus tradiciones, aprenden valores de convivencia, cultura y amor por nuestras costumbres.

Andy Cárdenas, vocero del comité de cultura del consejo comunal Brisas de Palo Alto, estimó que este parrandón es un espacio de encuentro de los vecinos que reivindica la cultura colectiva "para retomar y apropiarse productivamente de las calles del barrio".

"Buscamos rescatar las tradiciones y combatir esa cultura neoliberal que pretenden influirnos con nuevos patrones de conducta. Rescatar los nacimientos y parrandones nos permite recordar viejos tiempos, en donde la comunidad es realmente una comunidad. Queremos erradicar eso de ser habitantes de un lugar para convertirnos en lo que somos: una comunidad", señaló.

En total hubo el viernes cuatro paradas y varios nacimientos colectivos para abarcar parte del barrio que colinda con el estado Aragua.

El profesor de música y educación integral, Freddy González, forma parte del grupo del parrandón. Para él, cantarle al Jesús es rendirle tributo y poner en alto la religiosidad de los pueblos. "Esto nos identifica como pueblo y como país. No puedo ser venezolano si no amo lo mío, si no conozco mi cultura. Para ser venezolano es importantísimo saber de cultura y preservarla", comentó.

El coordinador de cultura en Guaicaipuro, Key Bina, recuerda que esta tradición es un aprendizaje ancestral afrodescendiente. "La parranda es fomentar la enseñanza de nuestros antepasados. Esta se realizaba desde tiempos de la colonia por iniciativa de nuestros afrodescendientes, quienes en su tiempo libre promovían estas parrandas, pues los españoles los obligaban a trabajar muchas horas", apuntó.

Cultura en la comunidad

El director de Cultura en la Alcaldía, Alejandro Sequera, explicó que esta iniciativa fue debatida y propuesta en mesas de trabajo con representantes culturales de las comunidades y movimientos sociales.

"Este diciembre hemos decidido celebrarlo con la comunidad, rescatando nuestras tradiciones en esos parrandones comunitarios, donde se canta casa por casa. Este es el compartir que necesita cada uno de nuestros consejos comunales, y nació de ellos la propuesta", indicó. Ya la iniciativa llegó también a la comunidad popular El Vigía y esperan visitar otras zonas.

Adelantó Sequera que el municipio trazó un Plan Operativo Anual para 2016, basado en la experiencia comunitaria, en donde no sólo se promoverán parrandones para las festividades decembrinas sino toda una agenda cultural.

En ese sentido, indicó que Brisas de Palo Alto es una de las comunidades pilotos, para posteriormente crear un circuito comunitario de cultura.

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