Culturales

Compañía Nacional de Teatro se une al Día Mundial del Títere

A propósito de conmemorar esta importante fecha para el teatro resaltamos las valiosas palabras que el maestro y director del Taller de Teatro Infantil Los Monigotes, José León, plasmó en el Mensaje Nacional de Venezuela a través de la Unión Internacional de la Marioneta, capítulo Venezuela, UNIMA Venezuela:

La ambigüedad del ser o no ser contrasta con el títere como género, aquí esta metáfora alcanza su máxima expresión.

Al crear la comunicación que se genera entre el titiritero y su muñeco al momento de realizar su espectáculo, se crea magia que sólo este creador puede dilucidar, un titiritero puede darle vida a cualquier cosa, puede hacerse invisible permaneciendo visible, puede traspasar la barrera del tiempo, puede mostrarnos el mar sin escenografía, puede mostrar varios personajes al mismo tiempo con sólo tocar unos muñecos y aportarles su voz, puede remitirnos a un viaje fantástico montado sobre una hoja de papel.

El amor a los niños de ambos, la ética de saber a quién se dirige, empatizar con ellos: padres y niños. Esta es la clave de un Villafañe, de un di Mauro y de la cual nosotros somos deudores. No hay un titiritero que no haya reflexionado sobre esto; la mezcla de poesía de los titiriteros que nos han antecedido plasmó magistralmente nuestros montajes y llega a alcanzar en los titiriteros actuales “cotas metafísicas”, los legítimos actores que son los títeres, por ejemplo un diente flojo, o la Rosita, o un perrito distraído que se hace amigo de las flores y termina convertido en una de ellas y se ofrece al público.

Lo que caracteriza a los titiriteros es la introducción de una perspectiva diferente en las artes escénicas, con la incorporación de un elemento plástico -el títere- como punto de partida para una reflexión sobre la vida; con esta nueva dimensión, títere y titiritero quedan en un plano adyacente al resto de las artes escénicas.

Desde que el títere asoma su cabezota (forma elemental de algunos titiriteros) dobla en profundidad la admirable ficción que el teatro en sí, un hecho raro que el titiritero se complace en poner en contacto al público con el complejo fenómeno que han entendido los grandes artistas. El lenguaje del títere es sólo una sucesión de esquemas, de indicaciones sumarias, de esbozos. Es forzosamente simple, directo, y requiere del espectador una participación activa. Imposibilitado de expresar los matices, deja disponerlos a su agrado a aquél a quien se dirige. La forma primitiva nos pone en contacto con un mundo que nos conmueve los sentimientos y no queremos hablar, ante este sencillo títere está toda la historia de nuestra vida, ha logrado el titiritero desdoblarse y el muñeco se ha independizado de la mano y la voz que lo anima.

– “¿Qué hace Rosita? Me estoy poniendo los zapatitos. -¿Qué hace Cristóbal? Está roncando… Ya voy señor director, es que me estoy meando”. Así los vio Cervantes en el Retablillo de maese Pedro. “Que grande es el juego de ficción de Lola la perinola y de Don Trompo don Bartolo”.

Felicidades queridos colegas, gocemos todos de un feliz y titiritesco día.

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