Monseñor Romero pagó con su vida la osadía de estar al lado de los pobres
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro a través de su perfil en la red facebook, recordó al sacerdote católico salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980, por el fascismo en ese país.
En su cuenta en la red Facebook, el Jefe de Estado precisó que “El 24 de marzo de 1980, el odio demostró que no tiene límites, al asesinar a Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, El Salvador, durante una misa y frente a sus fieles”.
“Este hombre de Cristo pagó con su vida la osadía de cumplir con la palabra de Dios, de estar del lado de los pobres, de los excluidos, de los perseguidos y férreo defensor de los derechos humanos”, agregó.
Aseveró que su martirio es recordado por los pueblos y su recuerdo está en los humildes de la tierra que siempre lo incluyen en sus oraciones.
En Contexto
El 24 de marzo de 1980, monseñor Romero en una homilía hizo un vehemente llamado a los soldados a desobedecer órdenes de disparar contra el pueblo: "Les suplico, les ruego, les ordenó en nombre de Dios, cese la represión".
Un día después del emotivo llamamiento, un francotirador de la extrema derecha le disparo en el pecho cuando oficiaba la misa ante en la capilla del hospital para cancerosos La Divina Providencia, en el norte de la capital.
El 30 de marzo, la multitud que acudió a su funeral fue dispersada a balazos por soldados que dejaron numerosos muertos. El magnicidio de Romero, fue el detonante de una guerra civil que duró doce años (1980-1992) y dejó 75.000 muertos.