Venezuela condena medidas coercitivas unilaterales impuestas por potencias imperiales
El gobierno bolivariano también abogó por la elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante para monitorear a las empresas trasnacionales en materia de DDHH
Venezuela condenó este martes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra países soberanos por parte de algunas potencias que violan, así, el derecho internacional y el pleno disfrute de los derechos humanos, incluido el derecho al desarrollo.
La intervención nacional estuvo a cargo del embajador Jorge Valero, representante permanente de Venezuela ante la ONU Ginebra, al inaugurarse la 33° Sesión Ordinaria del Consejo de Derechos Humanos.
Valero tomó la palabra durante el diálogo interactivo con el relator especial sobre Los efectos negativos de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Idriss Jazairy, y el experto independiente sobre la Promoción de un orden internacional democrático y equitativo, Alfred de Zayas.
Venezuela reconoció el “significativo valor” del Informe presentado por Jazairy, que demuestra los efectos perniciosos que las medidas coercitivas unilaterales tienen sobre los derechos humanos.
Dignidad frente a los desmanes imperiales
El vocero venezolano recordó que el Consejo de DDHH ha condenado el efecto perverso de estas medidas que vulneran el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos, instando a los Estados que las aplican a proscribirlas, por ser medios de coacción contrarios a la paz, a la cooperación entre países soberanos y al derecho internacional.
“Nuestra región latinoamericana y caribeña y otras regiones del mundo han sido objeto de estas medidas de coerción unilateral; nefastos instrumentos de políticas coloniales y neocoloniales. Sin duda, medidas contra pueblos y gobiernos que no se someten a los dictámenes imperiales de dominación y vasallaje”, denunció el diplomático.
Agregó que el gobierno de Estados Unidos ha promulgado leyes con ilegales efectos extraterritoriales: “Este es el caso del Decreto emitido por Barak Obama, que declaró a mi país como una amenaza inusual y extraordinaria a su seguridad nacional”.
“Rechazamos categóricamente esta arbitraria medida con la cual se ha pretendido vulnerar nuestra soberanía, poniendo en peligro la paz y seguridad regional; medida que, afortunadamente, ha sido condenada por el MNOAL, la CELAC y otras organizaciones multilaterales”, enfatizó Valero.
El representante diplomático reiteró la condena al bloqueo impuesto a Cuba por los Estados Unidos, el cual representa un oprobioso acto unilateral de fuerza violatorio del derecho internacional y los derechos humanos de su pueblo.
“Venezuela seguirá abogando por el multilateralismo y la cooperación solidaria entre las naciones. Rechazamos, por tanto, la imposición de estas medidas por sus nefastas consecuencias sobre los derechos humanos”, sentenció.
Cuestionables acuerdos comerciales y de inversión que violan DDHH
Por otra parte, Venezuela felicitó al experto independiente Alfred De Zayas “por su humanista e inspirador informe”, al que el embajador Valero calificó como: “Un verdadero diagnóstico de los importantes desafíos que enfrenta hoy la especie humana, y un compendio de recomendaciones y propuestas para hacer más habitable nuestro mundo”.
Adicionó que “Ciertos acuerdos comerciales y de inversión internacionales no tienen en cuenta los derechos humanos, y algunos de ellos -como ha mostrado el experto independiente- los niegan”.
Valero insistió en que no es posible alcanzar un orden internacional democrático y equitativo cuando prevalecen intereses trasnacionales, que buscan perpetuar un sistema global inhumano e injusto.
“Venezuela apoya la propuesta de elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante, que establezca un marco regulatorio de monitoreo y cumplimiento para las empresas trasnacionales en materia de derechos humanos”, acotó.
El diplomático bolivariano también rechazó el uso imperial de la noción de la Responsabilidad de Proteger, que algunas potencias buscan apuntalar en el concierto internacional, pues ésta ha sido utilizada para promover guerras genocidas e invasiones a países soberanos.
“Solo es posible alcanzar un orden social, democrático y equitativo, si se respetan la igualdad soberana de los Estados, el derecho a la libre determinación de los pueblos. Si se renuncia a la injerencia en los asuntos internos de los Estados, y se asume el compromiso de compartir un destino común”, advirtió.
Finalmente, Venezuela abogó porque prevalezcan en el mundo nuevas relaciones entre países que hagan posible el surgimiento de un orden basado en la cooperación, la complementariedad y la solidaridad entre los seres que pueblan el planeta.