Efemérides

Un día como hoy fallece el médico, historiador y lingüista venezolano Lisandro Alvarado

Hace 86 años murió en la ciudad de Valencia el médico, historiador y lingüista venezolano Lisandro Alvarado, quien dedicó gran parte de su vida al estudio relacionados con la lingüistica y la lexicografía.

Se destacó como uno de los intelectuales venezolanos de finales del siglo XIX y principios del XX, por su aporte a los estudios de la lengua, tanto del español como de las diversas lenguas indígenas de los pueblos originarios del país.

Entre sus obras destacan Ideas sobre la evolución del español en Venezuela (1903), siguiendo con el Glosario de voces indígenas en Venezuela (1921), Alteraciones fonéticas del español en Venezuela (1929) y el Glosario del bajo español en Venezuela (1929). Sus obras completas fueron recopiladas en 8 volúmenes y publicados a mediados del siglo XX.

Conoció a José Martí

Desde sus primeros años de escolar en su ciudad natal de El Tocuyo, Lisandro Alvarado resultó influenciado por clásicos de la literatura mundial y por el conocimiento del latín en el colegio La Concordia, regentado por otro gran intelectual larense, Egidio Montesinos.

No obstante, por las circunstancias económicas de su familia, no pudo terminar el bachillerato en Trujillo, a donde había viajado a los 13 años de edad. Regresó a su estado natal y trabajó como boticario en Barquisimeto.

En esta ciudad logró finalmente terminar sus estudios y en 1878 viajó a Caracas a iniciar sus estudios de medicina. Tuvo contacto intenso con la vida política de su tiempo, en la época de Antonio Guzmán Blanco.

Se impregnó de la doctrina positivista, que irrumpió en el mundo en aquel tiempo. Confrontó su visión religiosa y tradicionalista de la vida con las nuevas ideas científicas de fines del siglo XIX.

Sus primeras investigaciones etnográficas, históricas y linguísticas estuvieron impregnadas del positivismo, así como su interés por las culturas antiguas y modernas. En ese período Alvarado compartió su saber científico con César Zumeta, Luis López Méndez y José Rafael Revenga.

Su amistad con Cecilio Acosta le permitió a Lisandro Alvarado conectarse con nuevas tendencias divergentes del positivismo. En esto influyó su encuentro con José Martí, en 1881, en la ciudad de Caracas, a donde el héroe cubano estuvo en una oportunidad.

Sus restos reposan en el Panteón Nacional

Lisandro Alvarado recorrió el país en burro, en canoas y a pie para entrar en contacto directo con la realidad venezolana. Sus paisajes, su vegetación, la fauna, las costumbres y las tradiciones populares, la manera de hablar de los venezolanos, incluyendo los numerosos pueblos indígenas que conoció y cuya lengua pudo estudiar de primera mano.

También se desempeñó como cónsul de Venezuela en Europa, fue incorporado como individuo de número de la Academia de Medicina en 1905, a la Academia de la Lengua en 1922 y la Academia de la Historia en 1923, por su aporte a estas áreas del conocimiento.

Desde el 14 de mayo de 1980 sus restos reposan en el Panteón Nacional.

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En 1927 nace Héctor Mujica

Un día como hoy de 1927 nace en Carora, estado Lara, Héctor Mujica. Pertenece a la generación de intelectuales venezolanos que asumen al marxismo como teoría para abordar la realidad venezolana y latinoamericana. Nacido durante el régimen gomecista (1908-1935) aprende desde muy joven a luchar por las reivindicaciones sociales de los más desposeídos.

Ingresa en 1944 a la organización política Unión Popular Venezolana, agrupamiento legal del Partido Comunista de Venezuela (PCV); estos años también marcan sus primeros pasos en el periodismo de opinión.

En 1951 obtiene la licenciatura en Filosofía y Letras mención Filosofía. Durante sus estudios universitarios, obtuvo una beca del Centro Cultural Venezolano-Francés para estudiar en París. En la capital francesa recibe un Certificado de Estudios Superiores en Psicología y Psicopatología, realizado en la Universidad de París y en el Hospital Santa Ana (1948-1949).

Mujica integró el grupo literario Contrapunto, conformado por destacados escritores liderados por Andrés Mariño Palacios; esta agrupación irrumpe a partir de 1946 con el propósito de estudiar las nuevas teorías contemporáneas y sus vinculaciones literarias, como eran el existencialismo y el psicoanálisis.

El enfrentamiento clandestino contra el gobierno de Marcos Pérez Jiménez y su militancia comunista lo llevaron a la prisión en varias oportunidades; preso y torturado en la Cárcel Modelo de Caracas en 1955, logra salir al exilio en Chile, gracias a la intervención de su padre. En Santiago, se graduó de periodista en la Universidad de Chile y colaboró en los diarios El Siglo, vocero de los comunistas chilenos, donde escribió por cerca de 3 años la columna semanal “Los hombres y las cosas”, firmada con el seudónimo de Joaquín Jiménez; Las Noticias de Última Hora y en La Gaceta de Chile, dirigida por Pablo Neruda. Testimonio de este destierro son las crónicas publicadas en Chile desde adentro y Venezuela desde afuera.

De regreso al país en 1958, se incorpora a la Universidad Central de Venezuela como profesor de la cátedra de Periodismo Informativo y de Opinión en la Escuela de Periodismo, asume de igual modo la dirección de esta Escuela, cargo que ocupa hasta 1964; de este período destacan la publicación del Boletín Universitario de la Universidad Central, donde escribió la entrevista hecha en La Habana al Che Guevara, una vez que triunfó la Revolución en Cuba; la creación de la colección Cuadernos y el empeño puesto para que se fundara la Imprenta Universitaria.

Llega al Congreso Nacional como diputado suplente del Distrito Federal por el PCV (1959-1964). Diputado principal del Estado Lara por Unión Para Avanzar (UPA) (1969-1974). Regresa a Europa en 1964, para trabajar en sus proyectos sobre técnicas de la información y comunicación social; en Roma dicta cursos en la Escuela de Técnica de la Información durante el año lectivo 1965-1966. Asumió la presidencia de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), seccional del Distrito Federal para el período 1967-1968. En la Universidad Central de Venezuela vuelve a la dirección de la Escuela de Periodismo (1969-1970). Con la creación del Colegio Nacional de Periodistas se producen elecciones para su directiva, Mujica gana este primer proceso para el período 1976-1978, este triunfo lo atribuyó en ese momento a su “condición humana aglutinante, unitaria y respetuosa de las ideas de los demás”.

Académico, ensayista, periodista y militante político del comunismo venezolano, se dedica a recrear la historia patria intentando reivindicar el papel del pueblo en la lucha por alcanzar la instauración de una verdadera democracia.

Entre sus obras se destacan: Pez dormido (1947), Las tres ventanas (1970), Cuento de todos los diablos, La noche de los ayamanes, Chile desde adentro y Venezuela desde afuera, La historia de una silla (Antonio Leocadio Guzmán) (1958), El imperio de la noticia (1967), Los tres testimonios y otros cuentos (1967), Sociología de la comunicación (1980), entre otros.

Héctor Mujica fallece en el estado Mérida el 17 de febrero del 2002

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