Tribunal Supremo de EE.UU. negó libertad bajo fianza a Martinelli
Los abogados del expresidente panameño aseguran que no existe ningún riesgo de fuga y que por ello su cliente debía ser puesto en libertad de manera inmediata
El Tribunal Supremo de Estados Unidos denegó este martes la petición de libertad bajo fianza introducida por los abogados del expresidente panameño Ricardo Martinelli, debido al riesgo de fuga. El Tribunal también negó la extradición a Panamá, país que le reclama por un caso de escuchas ilegales.
La defensa de Martinelli le pidió a los jueces del Tribunal Supremo que ordenaran la celebración de una audiencia para evaluar la legalidad de las condiciones de detención y encarcelamiento del expresidente, un procedimiento jurídico conocido como "hábeas corpus".
También exigían que se detuviera el proceso de extradición que Martinelli enfrenta en el Tribunal del Distrito Sur de Florida, según figura en la petición de los letrados.
El Gobierno de Panamá reclama a Martinelli para juzgarle por un caso de escuchas ilegales durante su Gobierno (2009-2014) y del que supuestamente fueron víctimas más de 150 personas, entre ellas opositores, empresarios y periodistas.
Los abogados de Martinelli aseguran que no existe ningún riesgo de fuga y que por ello su cliente debía ser puesto en libertad de manera inmediata, al contrario de lo que defendió durante el proceso el Gobierno panameño, representado por la Fiscalía de Estados Unidos.
El juez Edwin Torres del Tribunal del Distrito Sur de Florida con sede de Miami negó en dos ocasiones la libertad bajo fianza para Martinelli aludiendo precisamente al riesgo de fuga.
Los abogados propusieron que la exposa del expresidente, Marta Martinelli, entregase al juez de Florida una fianza de 500.000 dólares y que el exmandatario fuera recluido en su mansión de Miami bajo estrictas condiciones de vigilancia y con restricciones para que no pueda viajar en barcos o aviones.
Martinelli llegó en 2015 a Estados Unidos luego de haber permanecido en paradero desconocido durante varios meses después de salir de Panamá el 28 de enero de ese año, el mismo día que el Supremo panameño abrió la primera de las causas penales en su contra.
