A Amazon le acaba de explotar un nuevo frente después de que revelarse el registro de más de 600 llamadas a ambulancias y servicios de emergencia en el Reino Unido desde varios de los almacenes del minorista online. Se acusa a la compañía de tratar al personal como robots.
Al parecer, una solicitud de Freedom of Information (Libertad de Información) a los servicios de ambulancia del sindicato GMB reveló 115 llamadas telefónicas en lo que va de año al sitio de Amazon en Rugeley, cerca de Birmingham, incluidas tres relacionadas con problemas de embarazo o maternidad y tres por un tipo de trauma mayor.
Además, también hubo llamadas al sitio derivadas de personas que habían caído inconscientes. Al menos 1.800 personas trabajan durante todo el año en el almacén de Rugeley, y más de 2.000 más pueden trabajar durante los picos del período de Navidad.
Cuenta GMB que para situarlo en contexto, se puede comparar con las únicas ocho llamadas en total desde un almacén cercano de Tesco (de un tamaño físico similar) y donde trabajan alrededor de 1.300 personas durante el mismo período. Por su parte, y según ha comunicado de forma oficial Amazon: