Taxistas dicen ver fastasmas en zonas desvastadas por el Tsunami de Fukushima
Aunque no hay evidencias de su existencia, sí se encuentran muchas personas, en cualquier parte del planeta, que aseguran haber tenido experiencias paranormales, incluso haber visto o interaccionado con algún tipo de espíritu o fantasma. Son tantos los casos que, sin duda, ninguno puede negar que algo existe de verdad, aunque aun nuestra ciencia no haya podido saber qué es exactamente. ¿Fantasmas y espíritus reales, o sólo imaginaciones de nuestro cerebro por alguna causa desconocida?
Sean reales o simples interpretaciones de nuestro cerebro, está claro que las apariciones son algo con lo que pocos de nosotros querríamos cruzarnos y, probablemente, lo más terrorífico que le puede pasar a alguien. Japón tiene mucha tradición de espíritus y fantasmas de todo tipo, sin embargo, no es un fantasma mitológico o tradicional el que está causando verdadero terror, en pleno 2016, entre los taxistas japoneses de la región de Tohoku.
Si seguís la actualidad de Japón en los últimos años, sin duda habréis oído hablar de la región de Tohoku en muchas ocasiones, compuesta por Akita, Aomori, Fukushima, Iwate, Miyagi, Yamagata. Esto es debido a que la región fue la peor parada en el Gran Terremoto de Japón Oriental de 2011, devastando gran cantidad de pueblos y ciudades costeras el tsunami de hasta 30 metros sucedido inmediatamente después.
Como muchos sabéis, las apariciones suelen producirse en lugares marcados por la tragedia o en donde, por desgracia, la muerte ha estado muy presente. Tohoku es una zona perfecta para los fenómenos paranormales, que ya se están produciendo según gran cantidad de taxistas. Una estudiante de último año de psicología de la Universidad Tohoku Gakuin ha dedicado su tesis en recopilar experiencias de profesionales del transporte que afirman haber tenido encuentros paranormales en la región de Tohoku. De estas experiencias se evidencia que, sin duda, algo está ocurriendo en la zona, sabiendo además lo cuidadosos que son los ciudadanos del país a la hora de contar ciertas cosas que podrían dejarlos en mal lugar o avergonzarlos.
Los hechos ocurren en la ciudad de Ishinomaki, que fue golpeada por un tsunami de más de 10 metros de altura, acabando con gran parte de los edificios y matando a unas 3.100 personas (2.770 desaparecidos). Un buen número de taxistas trabajan en la ciudad reconstruida, con una población aproximada de 145.800 habitantes. Gran cantidad de taxistas entrevistados para el estudio han asegurado, sin ningún tipo de duda, que habían recogido personas muertas o sus espíritus.
Uno de los taxistas cuenta su historia; estaba en la ciudad y recogió a una mujer que quería dirigirse a la Estación de Ishinomaki, en el distrito de Minamihama. Cuando el conductor de 50 años le dijo que la zona había sido arrasada y que la estación ya no operaba, asegura que la mujer le dijo: “¿He muerto?”. Cuando se volvió para hablar con ella, ya no había nadie en el asiento trasero.
Otro conductor asegura que había recogido a un joven que quería ir al otro lado de la ciudad. Cuando llegó a su destino y quiso hablar con el joven, se encontró con que su coche estaba vacío. Según algunos estudios, los más propensos a ver “fantasmas” son los que han sufrido un trastorno de estrés postraumático y, probablemente, vieron como algún ciudadano perdía la vida a causa del desastre. ¿Podría esto explicar la gran cantidad de casos?
Pero en Ishinomaki no sólo los taxistas ven los fantasmas. Algunas personas afirman que han visto fantasmas en colas de los supermercados o caminando por las calles en las que solían vivir. “Los lugares en donde las personas dicen ver fantasmas son, en gran parte, esas zonas completamente barridas por el tsunami. Creemos que fenómenos como los avistamientos de fantasmas son, quizás, una proyección mental del terror y las preocupaciones asociadas con esos lugares”, comentó el psiquiatra Keizo Hara.
Según la estudiante Yuka Kudo, lo que más le impresionó es que los taxistas no parecían preocupados por los fantasmas, ya que los consideraban experiencias importantes en sus vidas.
