Economía

¿Se hunde el precio del barril de petróleo, quién es responsable?

Pocos temas de la economía mundial son objetos de tanto debate, pronósticos y especulaciones como el precio del petróleo, que vive constantes altibajos desde el desplome de enero. A finales de agosto, tanto el crudo WTI como Brent cayeron a los niveles más bajos en seis años.

Mientras el mercado del petróleo espera una acción decisiva por parte de la OPEP, la organización se empeña en mantener su cuota de producción.

¿De qué depende el precio del petróleo? ¿Quiés es el culpable de la actual crisis? ¿Qué le espera al mercado petrolero?

A continuación, analizamos las principales razones del desplome del ‘oro negro’ y los prónosticos sobre su futuro.

Según los expertos, existe una serie de factores que están ejerciendo presión sobre el precio del petróleo.

Uno de ellos es la fuerte depresión experimentada por el mercado de valores chino, que multiplica las dudas sobre las perspectivas de demanda de crudo en el principal consumidor de materias primas del mundo.  

Según explica Reuters, aunque la mayor parte de la deuda doméstica china está vinculada al mercado inmobiliario antes que al mercado bursátil, las dificultades que atraviesa la economía del país asiático hace que los analistas sugieran que la demanda de crudo pueda no bastar para absorber un exceso de suministro global de crudo.

A la incertidumbre sobre la salud de la economía china se suma la preocupación sobre el aumento de la producción global de crudo en un mercado ya sobreabastecido en unos dos millones de barriles al día.

Wolf Richter, periodista del portal Wolf Street, opina que se está produciendo una sobreabundancia récord de petróleo.

El periodista cita un testimonio recogido por la agencia Reuters. "El mercado se está inundando de petróleo y todo el mundo está desesperado por vender rápidamente, por lo que hay una guerra de precios", comentó al medio un comerciante de combustible en Singapur.

Para Richter, "con los tres principales productores de petróleo del mundo –Arabia Saudita, EE.UU. y Rusia– bombeando crudo a niveles récord (…) deberían ocurrir milagros para que hubiera más demanda y que se generara un equilibrio. Pero los milagros son raros en estos días", sostiene el periodista, según lo cita el portal Bussines Insider.

El famoso inversionista estadounidense Mark Mobius, por su parte, cree que los bajos precios del petróleo están relacionados no con su abundancia en el mercado, sino con el estado de ánimo de los comerciantes. "Los precios dependen solo de la confianza del mercado. No tienen ninguna referencia real para la oferta a largo plazo y la demanda", asegura.

Otro factor importante está relacionado con las esperanzas de un rápido crecimiento de la producción en Irán tras el levantamiento de las sanciones contra el país.

Irán, la vuelta de un ‘peso pesado’

No en vano, Teherán tiene la intención de aumentar su producción de petróleo "a cualquier precio", para no perder su cuota de mercado, según reveló el ministro de petróleo de Irán, Biyan Zanganeh, citado por Bloomberg.

El ministro anunció que la caída del precio del petróleo no ha alterado el objetivo de Irán de restablecer la producción tan pronto como se levanten las sanciones y que la República Islámica espera que otros países le abran paso.

Zanganeh declaró también que el país será capaz de aumentar la producción de petróleo en 500.000 barriles al día una semana después del levantamiento de las sanciones y en un millón de barriles al día pasado un mes.

"Inmediatamente después de que se levanten las sanciones, es nuestro derecho regresar al nivel de producción que hemos tenido históricamente", declaró Zanganeh a Bloomberg. "No tenemos otra opción", agregó el ministro.

"Si Irán es capaz de aumentar su producción hasta el nivel previsto, los precios del petróleo seguirán cayendo, ya que los volúmenes adicionales de petróleo aumentarán el superávit de las materias primas en el mercado", comenta el analista de mercados de materias primas de Samsung Futures Inc. en Seúl, Hong Sung Ki.

Mientras que unos expertos tienden a explicar el desplome de los precios del petróleo únicamente por razones de mercado, otros destacan que hay demasiados indicios de que los principales actores de este mercado tienen una relación directa con lo que está sucediendo.

Si esta hipótesis es correcta, la pregunta que surge es quién hunde el precio del crudo, cómo lo hace y por qué. Un artículo analítico del periódico ruso ‘Vzgliad’ explica que existen tres versiones principales al respecto.

Versión 1: EE.UU.

Según la primera versión, EE.UU. ha hundido el precio del petróleo a propósito con el objetivo de ‘castigar’ a Rusia, cuya economía depende de las exportaciones de hidrocarburos.

En este sentido, el director del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia, Konstantín Símonov, recuerda que una herramienta muy importante para subir o bajar el precio del petróleo es la política monetaria estadounidense.

"Actualmente, la principal razón de la caída de los precios del crudo no es la situación en Irán, Arabia Saudita o China, sino el dólar, que Washington refuerza deliberadamente creando expectativas ante la reunión de septiembre del Sistema de Reserva Federal y la posible decisión de elevar las tasas de interés", detalla Símonov.

El funcionario explica que "como el petróleo se cotiza en dólares, un dólar más débil provoca una subida de precios del petróleo, mientras que un fortalecimiento de la moneda estadounidense como el que está teniendo lugar actualmente provoca su caída".

La otra cara de esta política, según Símonov, es que, ‘castigando’ a Rusia EE.UU. se castiga también a sí mismo, ya que los bajos precios del petróleo afectan a sus proyectos de esquisto.

Versión 2: EE.UU. y Arabia Saudita

El conocido columnista económico Spydell, que no revela su verdadero nombre, cree que el colapso de los precios del petróleo, tanto en 2014 como ahora, se debe a un complot político entre Arabia Saudita y EE.UU., cada uno de los cuales persigue sus propios objetivos.

"El petróleo es una herramienta política para la manipulación de las economías globales y regionales. Puede ser acelerado y desacelerado, dependiendo de qué regiones y países deban ser castigados", apunta el experto.

A su juicio, un derrumbe de los precios del ‘oro negro’ solo puede ser organizado por EE.UU., que controla el flujo mundial de petróleo. Con el colapso actual, Washington busca perjudicar a la vez a tres países que no le obedecen: Irán, Rusia y Venezuela, opina el columnista.

En cuanto a Arabia Saudita, que actúa como cómplice de EE.UU. y persigue sus propios intereses locales, su responsabilidad principal dentro de esta alianza es impedir a cualquier precio que la OPEP reduzca la cuota de producción.

Así lo cree también Masami Iijima, directivo de Mitsui, una de las mayores compañías de inversión y comerciales de Japón.

En una entrevista con el diario ‘The Wall Street Journal’ el CEO de Mitsui afirmó que la caída de los precios del petróleo se debe a los esfuerzos conjuntos de EE.UU. y Arabia Saudita por golpear a Rusia.

A su vez, el periodista y analista político Pepe Escobar recuerda que en una de sus entrevistas el presidente de EE.UU, Barack Obama, admitió abiertamente que deseaba "perturbaciones" en el "precio del petróleo", porque imaginaba cómo el presidente ruso, Vladímir Putin, tendría "enormes dificultades en su gestión".

Para el analista ello explica por qué la alianza EE.UU-Arabia Saudita se forjó para "hacerle daño a Rusia, elevando simultáneamente la producción de petróleo y empujando una estrategia de recorte de precios".

"La Casa de Saúd obviamente está disfrutando con ‘castigar’ a Irán y a Rusia por su apoyo a Bashar al Assad en Damasco", afirma. Sin embargo, "Teherán se mantiene desafiante", mientras que Rusia no corre riesgo de tener déficit presupuestario", señala en su artículo.

Versión 3: Arabia Saudita

La última versión indica que Arabia Saudita, que no quiere reducir las cuotas de producción de petróleo dentro de la OPEP, es el único responsable del desplome del crudo. La base de esta teoría es el concepto de la oferta y la demanda del mercado petrolero.

Algunos creen incluso que en este juego Arabia Saudita está en contra de EE.UU, sostiene un artículo de ‘Vzgliad‘, explicando que "los altos precios del petróleo han abierto oportunidades de negocio para la revolución del gas de esquisto en EE.UU., gracias a la cual Washington ha reducido –y planea rechazar por completo– las importaciones de petróleo de los países árabes". 

En lugar de recortar la producción de petróleo para satisfacer la demanda, el pasado año la OPEP, liderada por Arabia Saudita, inundó el mercado mundial, con lo que los precios del petróleo cayeron.

La versión que implica a Arabia Saudita como principal responsable de la crisis petrolera fue apoyada también por algunos funcionarios de la Reserva Federal de EE.UU.

En febrero, durante un discurso en el Club Económico de Nueva York, el presidente de la Reserva Federal de Dallas Richard Fisher anunció que "los sauditas han organizado" la crisis del petróleo, según lo cita la cadena Press TV. Asimismo, Fisher añadió que Riad saca beneficios tanto económicos como políticos del desplome de los precios del crudo.

El funcionario anunció también que Arabia Saudita tiene capacidad para enfrentarse a la caída de los precios del petróleo durante un período de tiempo mucho más prolongado ya que sus reservas son mucho mayores que las de Irán que, según Fisher, es el objetivo del ‘ataque petrolero’ saudita.

Sea quien fuera el responsable de la actual crisis petrolera, el juego parece ser muy arriesgado y puede traer resultados contrarios a los que se buscan.

De esta forma, si suponemos que los precios del crudo están siendo presionados con el objetivo de perjudicar a Rusia, resulta interesante el hecho de que las compañías rusas se muestren ahora más resistentes a la caída de los precios que sus competidores occidentales, ganando tanto como si el precio del crudo estuviera a 100 dólares.

De acuerdo con el banco de inversiones británico Barclays, este año el ritmo del crecimiento de flujo de caja libre de Rosneft y de Lukoil será casi dos veces superior al de Shell y BP. 

En esta misma línea, las acciones de Rosneft en Londres han aumentado en lo que va de año un 3,4 por ciento, mientras que las de Gazprom Neft lo han hecho en un 2,5 por ciento. Las acciones de Shell en la categoría B cayeron en un 27 por ciento, mientras que las de BP lo hicieron en un 17 por ciento. Además, los gastos de capital de Rosneft en el primer semestre de 2015 fueron de 4,2 dólares por barril, casi siete veces menos que los gastos de BP.

 

Por otro lado, como advertía el ya mencionado director del Fondo Nacional de Seguridad Energética de Rusia, Konstantín Símonov, los bajos precios del petróleo afectan también a los proyectos de esquisto estadounidenses.

En cuanto a Arabia Saudita, con su ‘juego’ con los precios del petróleo, las autoridades parecen haber llevado los problemas a la economía de su propio país, para la cual el precio del petróleo es la columna vertebral.

Según el presupuesto aprobado para el año 2015 y citado por el diario ‘The New York Times’, el reino podría enfrentarse a un déficit de casi 39.000 millones de dólares. El presupuesto proyecta un ligero incremento en los gastos y una bajada significativa de los ingresos debido a la caída de los precios del crudo.

 

En cuanto a otros afectados, los expertos advierten de que el descenso de los precios de las materias primas provocará una crisis en los países latinoamericanos debido la caída de la caja de los gobiernos, que estarán obligados a repensar sus políticas.

El análisis del sociólogo y escritor español Enrique Gomáriz Moraga es contundente y no muy alentador para las economías de Latinoamérica. En una entrevista con la agencia Efe, el experto sostiene que los tiempos de "vacas gordas" en los que "los precios de las materias primas se fueron arriba" e impulsaron un crecimiento superior al 6 por ciento –en especial por la demanda por parte de China– se terminaron, por lo que en la actualidad se empezará a atravesar una fase "no muy buena".

En la entrevista, de la que se hace eco Sin Embargo, el especialista asegura que "no se sabe muy bien cuánto va a durar" la época de "vacas flacas" debido a la caída de los precios del petróleo y a los "tirones de la economía china".

Algunas de las naciones en las que más repercutirá esta crisis son Colombia, Perú, Venezuela, Bolivia y Ecuador, países que "son exportadores de minerales y productos energéticos, tanto de petróleo como gas", por lo que van a "ver disminuidos sus ingresos". Esto derivará en un sombrío clima externo, ya que el "modelo rentista" con el que "obtenían buenas rentas de los productos" ya no será tal, por lo que la pérdida de "esa caja" obligará a los gobiernos a recortar programas sociales.

"Ese es el clima económico en el que se van a desarrollar los próximos 10 o 15 años. Yo creo que por razones distintas ninguna de las cosas favorables que existían se van a mantener", vaticina Gomáriz Moraga.

Entretanto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado el inicio de una batalla con la OPEP para la estabilización de los precios del petróleo, según el periódico ‘El Universal‘.

"Nos declaramos en batalla permanente por los precios del petróleo. En actividad permanente en la construcción de una nueva alianza necesaria para la economía y para la humanidad", declaró Maduro durante un evento de gala dedicado al 55.º aniversario de la OPEP que tuvo lugar en Caracas.

Anteriormente, el presidente venezolano había propuesto celebrar una cumbre de la OPEP para discutir posibles estrategias para recuperar la estabilidad del mercado mundial de petróleo.

"Creo necesaria una cumbre de jefes de Estado de la OPEP", declaró Maduro citado por la cadena TeleSUR.

Según el mandatario venezolano, es necesario "recuperar la estabilidad" del precio del ‘oro negro’, que debe alcanzar "un mínimo de 70 dólares" por barril y ahora ronda alrededor de los 50 dólares.

Rusia ocupó el año pasado el primer lugar en el mundo en la producción de petróleo y el segundo, después de EE.UU., en la de gas natural, según un informe de la Administración de Información del Departamento de Energía de EE.UU.

De acuerdo con el documento, en 2014 Rusia exportaba más de 4,7 millones de barriles de petróleo por día, incluyendo gas condensado. "Los países de Asia y Europa recibían más del 98 por ciento de las exportaciones de petróleo de Rusia. La participación de Asia representaba el 26 por ciento de los hidrocarburos, Europa recibía el 72 por ciento", explican los expertos, señalando que el porcentaje del petróleo ruso en el volumen total de las importaciones de petróleo de la UE supera el 30 por ciento.

En el Departamento opinan que la economía rusa, en la que la exportación de hidrocarburos desempeña un importante papel, se ha visto presionada por los precios bajos del petróleo, así como por las sanciones impuestas contra el país.

No obstante, muchos expertos opinan que si los precios del petróleo se mantienen bajos durante un período prolongado, la economía rusa tendrá la oportunidad de librarse de la dependencia de las materias primas y salir reforzada de la situación, lo que ya muestra Rusia.

El economista estadounidense David Kotz, profesor de economía en la Universidad de Massachusetts, afirma en un artículo para la revista ‘The Nation’ que los bajos precios del petróleo pueden provocar cambios drásticos en la economía rusa.

En este sentido, una de las posibilidades consiste en una transformación gradual de la economía rusa mediante el desarrollo de las industrias de vanguardia. Los importantes recursos científicos de Rusia le permitirían esta transformación, subraya el experto.

Ante la actual crisis, muchas miradas se centran en la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP), que es capaz de influir realmente en el futuro del mercado.

Según reveló recientemente el ministro de Petróleo iraní, a la mayoría de los miembros de la OPEP les gustaría que los precios del crudo estuvieran entre los 70 y 80 dólares por barril.

"La OPEP alcanzará un acuerdo para la gestión del mercado, para llegar a un equilibrio entre la oferta y la demanda", prometió Zanganeh, sin especificar cuándo exactamente podría la organización alcanzar una decisión.

Sin embargo, de momento la OPEP se ha mostrado firme en su decisión de mantener su cuota de producción en el mercado mundial, a pesar de que su reducción facilitaría la recuperación de los precios.

De acuerdo con numerosos analistas, se trata de una política deliberada de la organización, cuyo objetivo es presionar a los productores estadounidenses de esquisto, que están quitando el mercado a la OPEP.

Según explica el portal financiero ruso Vesti, si la Organización de Países Exportadores de Petróleo reduce la producción y facilita la recuperación de los precios, ello solo favorecerá el incremento de la producción de esquisto en EE.UU. y con ello la OPEP perderá su posición en el mercado.

Según explicó un funcionario saudita al diario británico ‘Financial Times‘, el plan parece estar funcionando, ya que "la caída de precios de los últimos meses ha disuadido a los inversores a mantenerse alejados del petróleo caro, incluido el esquisto de EE.UU.".

No obstante, otros analistas aseguran que, a pesar de los bajos precios, las petroleras estadounidenses están haciendo grandes inversiones en la producción de esquisto. Además, informes preliminares de la Administración de Información Energética de EE.UU. indican que la producción en el país sigue creciendo, por lo cual es complicado hacer pronósticos sobre el ganador de esta batalla.

Esta incertidumbre, a su vez, puede significar que la OPEP mantendrá su cuota en los actuales niveles durante algún tiempo o incluso la aumentará.

Los pronósticos sobre el futuro del petróleo varían desde los extremadamente pesimistas hasta los casi utópicos.

De hecho, en febrero, tras meses de la drástica caída, algunos expertos, como Joseph Mark Mobius, ejecutivo del fondo de inversión británico Templeton Emerging Markets Group, no excluían la posibilidad de que que los precios subieran de la misma forma.

El consejero delegado de la petrolera italiana ENI, Claudio Descalzi, llegó a opinar que los precios mundiales del crudo podrían saltar a los 200 dólares por barril dentro de unos años.

Por otro lado, el banco estadounidense Goldman Sachs advierte en su último informe de que el precio del crudo podría caer hasta los 20 dólares por barril debido al excedente global de petróleo.

Si la producción no se reduce lo suficientemente rápido, los precios seguirán presionados a la baja para acabar con ese excedente, informa Bloomberg haciendo referencia al reporte de Goldman Sachs. "El excedente de petróleo es aún mayor de lo que esperábamos y creemos que esta situación continuará en 2016 (…) Creemos que a corto plazo el mayor ajuste por el lado de la oferta se producirá en el gas esquisto estadounidense", agrega.

Este prónostico va en la misma línea de las advertencias de numerosos economistas y analistas.

En este sentido, el economista británico Anatole Kaletsky considera que se ha iniciado una nueva era del petróleo en la que el precio del crudo en el mercado mundial puede bajar a unos 20 dólares por barril.

Los avances tecnológicos en la industria del petróleo y la debilidad de la demanda pueden llevar el precio del crudo a un nuevo mínimo histórico, vaticina el experto en su análisis publicado por Reuters.

Según el economista, existen varias razones que hacen pensar que el crudo va a caer hasta los 20 dólares por barril. Primero, la búsqueda de energías alternativas y más limpias por parte de los compradores limitará la demanda. Segundo, la oferta del crudo seguirá aumentando en el caso de que Arabia Saudita y otros miembros de la OPEP mantengan constante su producción.

Por otro lado, Kaletsky no descarta la posibilidad de que el precio vuelva a subir. Según el analista, esto pasará cuando Arabia Saudita logre todos los objetivos económicos y geopolíticos perseguidos con la actual caída del precio y la OPEP recupere su monopolio en el mercado mundial del crudo. En este caso, el valor del petróleo quedará establecido entre los 50 y 120 dólares por barril.

A su vez, un informe de la entidad financiera estadounidense Morgan Stanley citado por el portal Bloomberg Business Week advierte de que la crisis actual en la industria podría ser aún más grave que la del año 1986, cuando los precios se desplomaron de 23,29 dólares a 9,85 dólares por barril, la peor caída en 45 años.

Sin embargo, el documento asegura que después habrá una recuperación "lenta pero gradual", ya que los bajos precios frenarán la inversión en suministros y estimularán la demanda.

Mientras los expertos discuten, el mundo sigue viendo los constantes altibajos del precio del crudo, cuyo futuro sigue siendo una gran incógnita para la economía mundial.

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