Santos ofrece cese al fuego bilateral a las FARC
Por primera vez desde el inicio de los diálogos de paz que comenzaron hace tres años en la capital cubana Santos ofrece la posibilidad de alcanzar un cese el fuego bilateral, lo que ha sido un reclamo permanente de la guerrilla
La posibilidad de un cese bilateral del fuego con las Farc a partir del 1 de enero, como lo planteó el miércoles el presidente Juan Manuel Santos, es un paso apenas lógico en el tramo final del camino para cerrar el conflicto armado.
Pero para que el fin de la guerra con las Farc comience con el Año Nuevo, es decir casi tres meses antes de la firma del acuerdo final de paz –planeada para el 23 de marzo de 2016–, alguien tiene que ceder: el Gobierno, el grupo armado, o los dos.
Es así porque cada parte tiene una idea distinta de lo que sería un cese bilateral antes de la firma del acuerdo definitivo de paz.
Mientras las Farc no aceptan concentrar sus tropas hasta que se haya negociado el último punto de la agenda; para el Gobierno la concentración de los guerrilleros es un requisito indispensable para la verificación del cese del fuego.
De hecho, sería muy difícil verificarlo con los 63 frentes que dicen tener las Farc y que están dispersos por distintos sitios de la geografía colombiana.
Y la propuesta de Santos ayer ratificó la posición del Gobierno respecto a la verificación que debería tener el cese bilateral, que sería la antesala del acuerdo final de paz.
De hecho, el Presidente dijo: “El comandante de las Farc (‘Timochenko’) mencionó, ‘¿por qué no darle un buen regalo de Navidad o de Año Nuevo al país?’ Y como dicen, le cojo la caña. Hagamos ese esfuerzo para que de aquí al 31 de diciembre podamos, por ejemplo, terminar el punto del fin del conflicto, y así decretar un cese del fuego bilateral y verificado internacionalmente a partir del primero de enero”.
Si bien una subcomisión de comandantes militares y jefes guerrilleros viene trabajando desde febrero en la manera como se harían el cese bilateral del fuego y la dejación de las armas de las Farc tras la firma del acuerdo final, esta guerrilla y el Gobierno no han convenido una eventual concentración de tropas para un cese del fuego anterior a ese momento.
Precisamente por esto, un cese bilateral en Año Nuevo implica que el Gobierno y las Farc cedan en la ubicación de los guerrilleros en ciertos puntos.
Una posibilidad es que la organización armada acepte agrupar sus 63 frentes y que el Gobierno admita un mayor número de áreas de concentración de las que ha calculado para cuando se firme la paz: cerca de 25.
En todo caso, como afirma Humberto de la Calle, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos, el cese bilateral del fuego con las Farc significa “una de las operaciones de verificación más grandes del mundo”. Esta tarea estaría a cargo de la ONU y Unasur.