Rusia insta a apoyar solución negociada y pacífica en Venezuela
Rusia ratificó la necesidad de apoyar una solución pacífica al diferendo político interno de Venezuela y un diálogo entre las fuerzas políticas de esa nación, sin interferencia exterior, incluido en el tema electoral, reseñó Prensa Latina.
La situación en Venezuela se caracteriza por una combinación de dos tendencias principales, consideró la vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajarova.
De manera alarmante, crece la línea de Washington de estrangulamiento con sanciones de la economía y la esfera social del país suramericano, que se ve agravada por la situación epidemiológica, apuntó.
Por otro lado, es algo alentador ver señales del comienzo del diálogo humanitario inter-venezolano, las perspectivas del proceso político y la celebración de elecciones parlamentarias, estimó Zajarova.
Al mismo tiempo, es necesario que los fondos venezolanos en cuentas bloqueadas debido a las medidas coercitivas estadounidenses se utilicen para comprar suministros médicos contra el coronavirus, alimentos y para restaurar la economía, golpeada por la pandemia y restricciones occidentales, apuntó.
El 12 de junio se acordó una nueva composición del Consejo Nacional Electoral (CNE). La oposición careció de un consenso para ello, por lo cual la Corte Suprema de Justicia se vio obligada a intervenir en este caso, siempre en el estricto marco de sus poderes constitucionales, aclaró la vocera.
La presión brutal y la restricción ilegal desde el exterior exacerban los problemas de Venezuela y obstaculizan la construcción de confianza entre sus ciudadanos, para llevar todo a un callejón sin salida, opinó.
Para la vocera de la Cancillería rusa, los radicales y sus líderes externos, al actuar según el principio de "cuanto peor sea, mejor", se niegan cada vez más a tener un sentido de la realidad, consideró.
La solución a los problemas del país suramericano debe ser pacífica, negociable y lograda por los propios venezolanos.
Zajarova subrayó que la influencia externa no debe ser una fuerza de distanciamiento dentro de las organizaciones políticas venezolanas, sino más bien constructiva, capaz de generar confianza entre ellas, incluido en interés de implementar procesos electorales democráticos.