Resolución n° 8: punto de partida de la guerra contra Venezuela y su Bolívar
Juan Carlos Tanus, miembro de la Asociación de Colombianos y Colombianas en Venezuela, explica que la Resolución n° 8 se aprobó en el año 2000 por el gobierno de Andrés Pastrana como parte del Plan Colombia
La guerra contra el pueblo venezolano no sólo incluye el contrabando de alimentos y productos de higiene personal. En la frontera con Colombia nuestra moneda, el Bolívar, también es blanco de una guerra feroz. En este trabajo especial te explicamos el origen de este problema y el impacto que tiene en nuestros bolsillos, en el abastecimiento en Venezuela y en el contrabando hacia Colombia.
El epicentro de esta guerra contra el Bolívar es la Resolución 8 aprobada por el Banco Central de Colombia en el año 2000. Esta resolución autoriza el intercambio directo de monedas con los países vecinos, sin pasar por el dólar. La Resolución 8 establece una doble legislación sobre el intercambio de monedas en Colombia: una legislación oficial, establecida por el Banco Central de Colombia; y una legislación especial solo para las fronteras.
Juan Carlos Tanus, miembro de la Asociación de Colombianos y Colombianas en Venezuela, explica que la Resolución n° 8 se aprobó en el año 2000 por el gobierno de Andrés Pastrana como parte del Plan Colombia. “Esta Resolución buscó en primer momento generar un proceso de empobrecimiento del Bolívar para tener un mecanismo de control de Venezuela. Con ese mecanismo los productos entrarían a Colombia mucho más barato que por la vía Tratados de Libre Comercio”.
“¿Esto qué significa? Significa que el Banco de la República de Colombia tiene para el día de hoy una tasa de cotización del Bolívar en 232 pesos, pero si revisas, el mercado que empobrece el Bolívar en la frontera, tiene un valor de 4,8 pesos por cada Bolívar. Mientras el Banco de la República en Bogotá reconoce que un Bolívar vale 232 pesos, en Cúcuta y en el eje fronterizo, me pagan por un Bolívar, 4 pesos con 80 centavos. Este nivel de empobrecimiento del Bolívar es el principal incentivo para el contrabando”.
Esta operación cambiaria fronteriza es el resultado concreto de la Resolución 8 del Banco Central de Colombia. Esta operación se realiza con el visto bueno de las autoridades colombianas y ha destruido el valor de nuestra moneda. Incluso algunos diarios colombianos como La Opinión, publican diariamente esta tasa cambiaria de la frontera.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto que pasa en la frontera, con la economía venezolana? ¿Cómo esta situación provoca el desabastecimiento en Venezuela y estimula el contrabando de extracción hacia Colombia? Juan Carlos Tanus nos explica que en Colombia se puede comprar un kilo de arroz con 2.700 pesos. “Si convertimos esa cantidad de pesos a bolívares empobrecidos, nos daría 551 bolívares. Con ese monto podríamos comprar en Venezuela entre 20 y 22 kilos de arroz. Si luego, esos 22 kilos de arroz se contrabandean a Colombia y se vende cada paquete a 2.700 pesos, las ganancias son escandalosas. Esta situación, provocada por la Resolución 8, es la que mantiene el gran negocio del bachaqueo”.
¿Cuál es la causa del problema? ¿Los precios regulados en Venezuela? ¿O el sistema cambiario impuesto por Colombia en la frontera? El problema no son los precios regulados, porque si fuese así, solo escasearían los productos regulados. Pero las redes de contrabando hacia Colombia se están llevando casi todo lo que se ofrece en Venezuela.
Se están llevando a suelo colombiano los alimentos de la cesta básica, los productos de higiene personal, la comida para animales, maquinaria industrial, aparatos electrónicos, línea blanca, los medicamentos, repuestos para vehículos. Todo lo que se vende en Venezuela, sin importar el precio, se puede contrabandear y revender en Colombia con ganancias exorbitantes. La causa no son los precios venezolanos. La causa es la tasa de cambio en la frontera que convierte a nuestro Bolívar en una moneda basura.
El punto de partida de esta guerra contra el pueblo venezolano y nuestra moneda es la Resolución 8 de Colombia que legaliza una situación irregular: el intercambio de bolívares muy por debajo del precio real. Pero ¿si esta resolución se refiere a todos los países fronterizos con Colombia porqué solo está afectando a Venezuela? Tanus nos responde que esta doble legislación colombiana y esta legislación de frontera está orientada en términos políticos para tener el control económico de Venezuela.
“La Resolución 8 dice haberse trazado para los países vecinos, pero cuando revisas la legislación con Panamá, te das cuenta que un Balboa vale justamente un Dolar, y que Colombia reconoce que un Balboa vale 3.003 pesos, lo mismo que un Dolar. Con Ecuador la economía está dolarizada. No hay ninguna dificultad para establecer una política de cambio. Con Perú y Brasil no hay mucho intercambio comercial porque hay montañas y selva. Significa que la Resolución 8 fue diseñada exclusivamente para Venezuela. La Resolución 8 se aprueba en el año 2000 como parte del Plan Colombia y justamente cuando en Venezuela se redactaba una nueva constitución, y arrancaban las políticas sociales de la Revolución Bolivariana que tanto molestan a los gobiernos y las oligarquías de EEUU y Colombia”.
¿Entonces qué puede hacer el estado venezolano para que el Banco de Colombia derogue laresolución 8? ¿La misma resolución que da luz verde al intercambio ilegal de pesos por bolívares sin respetar la cotización oficial? El Gobierno venezolano solo puede reforzar las leyes contra el bachaqueo, resguardar las fronteras y luchar contras las redes de contrabando que ha promovido la misma resolución 8 de Colombia. Pero ninguna de estas acciones resolverá el problema de fondo. El problema de fondo es que Colombia legalizó una situación irregular destinada a atacar la moneda venezolana como parte de la estrategia del Plan Colombia y el gobierno de EEUU para controlar a Venezuela.
Esta situación no solo provoca desabastecimiento en Venezuela, sino que afecta a millones de colombianos honestos que viven y trabajan en Venezuela. Antes de la Resolución 8, las remesas que enviaban a Colombia eran de gran ayuda para sus familiares. Ahora, con la Resolución 8, el valor de las remesas a Colombia se ha diluido por la tasa de cambio ficticia en la frontera. Por eso, los colombianos y colombianas residenciados en Venezuela van a exigir una demanda de nulidad contra la Resolución 8.
Sin el apoyo del estado colombiano, será mucho más difícil derrotar a los promotores de esta guerra contra el Bolívar, nuestra moneda. Esta guerra nos afecta directamente a todas y todos. Los hombres y mujeres, los pueblos en general, son del tamaño de las dificultades que se le presentan, y sabemos que más temprano que tarde también venceremos en esta nueva guerra. Parafraseando al cantor del pueblo, Alí Primera, sólo la conciencia salvará al pueblo.