Internacionales

Represión militar contra bolivianos en planta de hidrocarburos de Senkata deja seis muertos

Un operativo militar y policial realizado este martes en la planta de hidrocarburos de Senkata, ubicada en El Alto, Bolivia, dejó al menos seis personas muertas, según comunicó la Defensoría del Pueblo al corresponsal de RT, Francisco Guaita. De acuerdo con un informe de ese organismo público, citado por la prensa local, el operativo dejó asimismo unos 30 heridos.

La planta se encontraba bloqueada por manifestantes que protestan contra el gobierno de la autoproclamada presidenta, Jeanine Áñez.

«Para mí es preocupante y lastimoso ver a un compañero morir de esa forma, porque murió en mis manos«, dijo, en declaraciones a RT, el médico que le prestó los primeros auxilios a uno de los fallecidos.

Además, señaló que la víctima tenía un disparo en el corazón.

El sanitario denunció que, mientras lo ayudaba, continuaron los disparos, y criticó la actuación de los militares: «No pueden reconocer a un médico cuando está con uniforme y está atendiendo a los heridos». En uno de los videos se pueden escuchar algunas detonaciones, mientras una de las ambulancias está en el lugar.

El médico instó a otros colegas y enfermeros a acercarse a El Alto, para atender las emergencias que se están generando, producto de la represión. Además, se preguntó: «¿Dónde está la Cruz Roja, que debía estar en estos momentos acá?«.

El depuesto presidente, Evo Morales, a través de Twitter, denunció esta acción policial y militar: «El gobierno de facto al estilo de dictaduras militares nuevamente mata a mis hermanos de El Alto que resisten pacíficamente el golpismo y luchan en defensa de la vida y la democracia».

En otra publicación posterior, el dimitido mandatario denunció que «la dictadura de Mesa, Camacho, Áñez y sus cómplices, Albarracín y Villena, provocó hoy seis muertes de hermanos alteños en una operación coordinada con EE.UU.». «Que las nuevas generaciones y el mundo sepan que así actúa la derecha sumisa a las políticas genocidas contra el pueblo humilde», concluyó.

Por su parte, Fernando López, ministro de Defensa del actual Gobierno de facto de Bolivia, aseveró que «de las Fuerzas Armadas no salió ni un solo proyectil» en el marco del operativo de desbloqueo de Senkata.

Operativo para reabastecer

El operativo militar y policial comenzó en horas de la mañana de este martes para conseguir la salida, de las instalaciones de Senkata, de camiones cisterna cargados de gas, diésel y gasolina.

El ministro de Hidrocarburos del Gobierno de facto, Víctor Hugo Zamora, precisó que fueron 21 cisternas de gasolina y 19 de diésel las que lograron sacar del recinto y que se dirigirán a La Paz. «Tenemos la instrucción de nuestra Presidenta de trabajar todo el día para poder lograr ese reabastecimiento», dijo, más temprano, el funcionario.

Fuertes manifestaciones en El Alto

Las manifestaciones en El Alto, bastión de movimientos campesinos e indígenas que apoyan a Morales, se incrementaron luego de la fuerte represión de los cuerpos de seguridad del Gobierno de facto en contra de una marcha pacífica de cocaleros en Cochabamba, que dejó el pasado viernes nueve personas muertas por heridas de bala y más de un centenar de heridos.

Desde que Morales se vio obligado a renunciar, el pasado 10 de noviembre, y antes de este operativo en El Alto, se habían contabilizado 21 muertos en Bolivia, según datos de la Defensoría del Pueblo.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó sobre un «grave decreto» que exime de «responsabilidad penal» a las Fuerzas Armadas cuando participan en «operativos de restablecimiento y estabilidad del orden interno».

«Nos están matando como a perros»

Los manifestantes bolivianos, que se encuentran en El Alto, bastión de movimientos campesinos e indígenas que apoyan al dimitido presidente Evo Morales, denunciaron este martes en declaraciones a RT el uso desproporcionado de la fuerza por parte del Ejército y la Policía contra los participantes en las marchas de protesta en esa zona.

«Aquí nos están matando como a perros, como a un animal», dijo Silverio, un residente local, quien tiene a su cuñado en urgencias debatiéndose entre la vida y la muerte y «ha visto con sus propios ojos» cómo disparaban contra los manifestantes.

El hombre recrimina al gobierno en transición la brutal represión: «Nos matan. Lo he visto con mis propios ojos. Nos han disparado. Han sacado combustible, a fuerza de bala, gases y con una fuerza increíble«, relató, por su parte, otro manifestante.

«Nos han pisoteado nuestra dignidad como indígenas originarios», señaló una mujer.

Articulos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button