Putin rechaza solución militar en Ucrania
El presidente ruso expresó su confianza en que los separatistas puedan ofrecer una salida a las tropas gubernamentales cercadas y "las autoridades ucranianas no impidan que los soldados ucranianos depongan las armas"
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó en Budapest que es "más optimista que pesimista" sobre una salida al conflicto en el este de Ucrania, subrayó que "no hay una solución militar" y llamó a respetar el alto el fuego en vigor desde el domingo.
En una rueda de prensa en Budapest con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Putin aseguró que se ha producido "una significativa reducción de la violencia" en el este de Ucrania desde la firma de los acuerdos de Minsk la semana pasada, después de que más de 5.000 personas hayan muerto por los choques entre tropas leales a Kiev y separatistas prorrusos en los últimos diez meses, reseñó Efe.
"Espero que los recientes acuerdos de Minsk sean respetados por ambas partes y seamos capaces de encontrar el camino de resolver este difícil conflicto", resaltó.
Destacó que "no hay otro camino" a los acuerdos de Minsk y agregó que ese documento contempla la concesión de una amplia autonomía a las regiones del este de Ucrania, dentro de una reforma constitucional en el país.
Desde la firma del acuerdo el pasado día 12, el mayor número de violaciones al alto el fuego se ha producido en la estratégica ciudad de Debáltsevo, donde unos 8.000 soldados ucranianos se encuentran cercados por separatistas prorrusos.
Putin expresó su confianza en que los separatistas puedan ofrecer una salida a las tropas gubernamentales cercadas y "las autoridades ucranianas no impidan que los soldados ucranianos depongan las armas".
Las tropas ucranianas y los separatistas se acusan mutuamente de no respetar el alto el fuego, al que se ha llegado con la mediación de Francia y Alemania.
En los acuerdos firmados la semana pasada en la capital de Bielorrusia se contempla la retirada de armas pesadas a partir del segundo día de alto al fuego, esto es, desde hoy.
El Gobierno alemán informó hoy, sin dar más detalles, de que la canciller Angela Merkel habló por teléfono con Putin y el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, con quienes acordó "pasos concretos" para que la Organización sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) pueda supervisar el cumplimiento de los acuerdos de alto el fuego.
Putin llegó a la capital húngara acompañado por su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov; el presidente de la empresa nuclear estatal Rosatom, Serguéi Kirienko, y el número uno de la gasista Gazprom, Alexéi Miller, entre otros.
El dirigente ruso visitó a Orbán, a quien calificó de "un importante aliado dentro de la Unión Europea (UE)", en un momento en que tanto Estados Unidos como el bloque comunitario han impuesto sanciones a Moscú por su papel en la escalada militar en Ucrania.
Desde que llegó al poder en 2010, Orbán promueve una política de "apertura hacia el este" y, entre otras cosas, ha criticado en repetidas ocasiones las sanciones impuestas por la UE a Rusia como dañinas para la economía europea.
Los analistas húngaros señalan que para Putin el viaje a Budapest ha sido importante para mostrar su influencia en un país comunitario y demostrar que aún es recibido y alabado en un miembro de la UE.