Presidente Petro pide tregua a grupos armados para enfrentar temporada de lluvias
Según predicciones de las autoridades meteorológicas de la nación, la ola de lluvias que se avecina se estima sea más fuerte
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo un llamado este jueves a las estructuras armadas que operan en el país a deponer las armas y establecer una tregua para enfrentar el periodo de lluvias invernal.
Según predicciones de las autoridades meteorológicas de la nación, la ola de lluvias que se avecina se estima sea más fuerte que la que dejó cerca de tres millones de colombianos damnificados en 2010.
Por lo cual el mandatario exhortó a las Fuerzas Armadas y los batallones a estar listos para socorrer a las familias colombianas, fundamentalmente en aquellas regiones carentes de infraestructuras y recursos, como son las de la costa pacífica y la Amazonía.
Durante una visita a la región de Villavicencio el jefe de Estado ante la gravedad de la oleada invernal que se avecina, expresó que “en medio de esta situación, sería doloroso que el cruce de disparos entorpeciera las labores de rescate en las diferentes regiones de Colombia”.
A lo que agregó que intentará, como parte de su política de seguridad humana, que las fuerzas militares y las comunidades campesinas restablezcan sus relaciones; especialmente en materia de prevención, alerta y reconstrucción en aquellos territorios que resulten los más afectados.
El Ejecutivo solicitó a los alcaldes y Gobernadores del país reforzar las medidas que contribuyan a disminuir los impactos de las precipitaciones que pudieran extenderse de octubre a diciembre.
Respecto a la posibilidad de retomar los Acuerdos de Paz rubricados en 2016, y establecer una mesa de diálogo con las facciones militares aún activas, el miembro del colectivo de Juristas José Alvear Restrepo, Eduardo Carreño soslayó que deben formalizarse dichas conversaciones.
El impacto de estas intensas lluvias, las cuales están asociadas al fenómeno de La Niña, pudiera agudizar la situación de crisis humanitaria que se vive en la región del Pacífico, situación que de no actuar todas las instituciones con precisión, pudiera replicarse en otros varios departamentos colombianos.