Presidente Correa inauguró megaproyecto Guayaquil Ecológico
Por décadas vivieron en condiciones de hacinamiento, sin servicios básicos, con inseguridad y en medio de un ambiente con un alto grado de contaminación. Hoy esas zonas populosas, situadas en el suroeste de esta urbe porteña, dejaron atrás los tiempos de abandono en que se encontraban postrados por la falta de atención de las autoridades locales y son los beneficiarios de un programa gubernamental que les cambió la vida para siempre.
Se trata del proyecto Guayaquil Ecológico, un megaproyecto que busca devolverle a Guayaquil los espacios verdes que perdió en los últimos años, a través de obras como parques, malecones, la incorporación de la isla Santay y el rescate del estero Salado, emblemático brazo de mar de esta urbe portuaria que llegó a niveles extremos de contaminación por la falta de acción de las administraciones municipales.
Como parte de esa estrategia y con motivo de las festividades por los 480 años de fundación de la ciudad, el presidente de la República, Rafael Correa, recorrió e inauguró este viernes la cuarta y quinta etapa de los denominados parques lineales a orillas de dos ramificaciones del estero Salado.
El presidente Rafael Correa interactuó con los chicos de la isla Trinitaria.
Durante la ceremonia de inauguración, El jefe de Estado evidenció el abandono en el que se encontraba este sector de la urbe que no cuenta con servicios básicos, al cuestionar las alcaldías socialcristianas que han administrado durante las dos últimas décadas la urbe y que se promocionan con el denominado slogan del ‘modelo exitoso’.
“Tengo sentimientos encontrados. Siento alegría por tener este magnífico paisaje, pero también indignación por cómo se destruyó mi ciudad que tenía cerro, ría y mar donde nuestros abuelos se podían bañar”, expresó el mandatario.
En su intervención, el mandatario también tocó temas de coyuntura nacional y llamó a no dejarse engañar por los sectores que se oponen a un país más justo y equitativo y que han protagonizado protestas en las últimas semanas. “Tenemos que rebelarnos en paz y en democracia, pero con dignidad para lograr la equidad y justicia social”, exhortó. Correa señaló que estas obras comprenden la intervención de 6 kilómetros con una docena de canchas deportivas, 20 módulos de juegos infantiles y máquinas para realizar ejercicios, así como camineras adoquinadas con pérgolas, ciclovías, mobiliario urbano, alumbrado público, redes eléctricas, sistema de riego y un total de 40.000 metros cuadrados de jardineras y áreas verdes.
Son más de 129.000 habitantes de los sectores Trinipuerto (tramo 4) y del estero Mogollón (tramo 5) los beneficiados con estos trabajos a cargo del Ministerio de Vivienda, que comprenden una inversión de 7,3 millones de dólares, explicó Jorge Alvarado, gerente del programa Guayaquil Ecológico.
Sectores populares de Guayaquil son beneficiados con la obra del gobierno nacional.
El funcionario señaló que se tiene previsto hasta 2017 recuperar en total 42 kilómetros de riberas del estero Salado, donde antes vivían más de 3.500 familias en condiciones infrahumanas y que fueron reubicadas en planes habitaciones situados en el noroeste de esta localidad.
Rescate del estero
Paralelamente, el Ministerio del Ambiente trabaja en la recuperación del referido espejo de agua mediante planes de limpieza, oxigenación, dragado campañas de concienciación a la ciudadanía y control de descargas de aguas residuales.
Esta cartera de Estado ha emitido en los últimos años 80 sanciones a residentes e industrias que enviaban sus aguas servidas al estero y se han recogido al menos 1.200 toneladas de desechos.
Actualmente, en las aguas recuperadas se pueden practicar deportes acuáticos y los moradores de las zonas aledañas pueden bañarse sin ningún riesgo a su salud.
“Antes era impensable meterse a esas aguas verdes, llenas de fundas de basura y otros desperdicios. Aquí estuvimos olvidados por décadas, pero ahora vivimos en condiciones dignas”, expresó Matilde Pincay, moradora del sector de Trinipuerto.
